Si hubiera que esbozar las características del mundo pospandemia habría que enlistar, por ahí, la avalancha de recitales. Lo que comenzó a destaparse tímidamente con el final de las restricciones sanitarias se convirtió, en 2025, en una nueva realidad que mes a mes ofrece cientos de conciertos de todo tipo, locales e internacionales, minúsculos y multitudinarios. Y Uruguay no es para nada ajeno. Como muestra, basta la coincidencia que se dio el 17 de octubre, cuando cantaron Rod Stewart en el Centenario y Silvio Rodríguez en el Antel Arena.
Pero el año no solo se vistió de visitas. La música uruguaya vivió varias noches inolvidables —la presentación del disco de Lucía Romero, el festejo de los 30 años de La Vela Puerca en la Rambla hace apenas semanas, el fenómeno Rueda de Candombe, el crisol de talentos en Candombe Vivo— y hubo varios festivales. La lista incluye al Cosquín Rock Uruguay, que celebró su última edición en la Rural del Prado, y dos propuestas en la carpa de Sitio: el Buena Vibra, con un cierre contundente a cargo de Louta, y el Sonorama, que dejó una inolvidable presentación de El Kanka a guitarra y voz.
Aquí, la selección de los shows más inolvidables de 2025 para el equipo de El País, incluyendo despedidas, encuentros y conquistas uruguayas. Y, claro, la fiebre por Shakira.
Shakira en el Estadio Centenario
Fue, por lejos, el acontecimiento musical del año. Shakira hizo historia al convertirse en la primera artista (solista o banda, hombre o mujer) en llenar dos veces el Estadio Centenario en una misma gira. Unas 100.000 personas se repartieron entre el 3 y 4 de diciembre para atestiguar el regreso de la cantante colombiana, que reinició su camino artístico bajo el lema “Las mujeres ya no lloran” y construyó, sobre eso, un tour de estadios diseñado para impactar. Una pantalla de dimensiones imposibles, un vistoso diseño de luces y la permanente inclusión del público a través de los colores itinerantes de las pulseras que se entregaban en la entrada fueron el estímulo permanente que arropó una banda sonora de 30 años, desde “Pies descalzos” a “La fuerte”. Por momentos se sintió como un golpe directo al corazón. Belén Fourment
Rod Stewart, también en el Estadio
Una despedida que sonó a cualquier cosa menos a un adiós. El 17 de octubre, Rod Stewart llegó al Centenario por tercera vez en su carrera para presentar One Last Time, su última gira, y desde la previa quedó claro que no habría lugar para la melancolía. “Es viernes por la noche, que empiece la fiesta”, anunciaba un mensaje en las pantallas gigantes. Y eso se cumplió: ofreció un espectáculo de rock clásico —de esos cada vez más escasos— sostenido en su oficio de showman y una colección infalible de hits como “Da Ya Think I’m Sexy”, “Forever Young” y “Young Turks”. No hubo clima de adioses, sino una celebración a lo grande: animal print, pelotas de fútbol firmadas, una banda afilada y, por encima de todo, una voz tan inconfundible como certera. A los 80 años, Stewart se mantiene como el anfitrión ideal para una noche de rock. Rodrigo Guerra
Eté y Los Problems en el Teatro de Verano
Quizás el show más emocional del año y, sobre todo, uno de los más significativos para el rock local en mucho tiempo. El 29 de noviembre, Eté y Los Problems festejaron sus 20 años de historia en el Teatro de Verano, pero el aniversario fue apenas una excusa. Con un recital maratónico, la compañía de invitados de todo tipo —desde Gabriel Peluffo y Martín Quiroga a Chane Pérez de Niña Lobo o Flavio Lira de Amigovio— y una revisión de todos sus discos, Los Problems se convirtieron en la primera banda de su generación en conquistar uno de los escenario más icónicos de la ciudad, y el público también lo vivió como una conquista colectiva, como una celebración de la música uruguaya toda y de una épica que atraviesa tantas canciones. Belén Fourment
Lali, por partida doble
El alcance del último disco de Lali, No vayas a atender cuando el demonio llama, que la hizo virar hacia texturas rockeras y letras más decididas, quedó reflejado en una de sus mayores victorias de 2025: dos presentaciones en vivo en Uruguay, el 28 de junio en el Antel Arena, con entradas agotadas, y el 6 de diciembre en la Rambla, en su show local más convocante hasta la fecha. Cada vez, sobrados argumentos la revalidaron como la dueña del mejor show pop de la región: una articulación precisa de canciones, climas, arreglos para el vivo, coreografías, actuaciones y una brutal dosis de carisma. En la Rambla, además, ofreció un regalo a la medida de la nostalgia millennial: un cruce con Natalia Oreiro para cantar “Río de la Plata” y “Tu veneno” que selló su lazo cada vez más estrecho con esta tierra. Belén Fourment
"Terapia de murga" y "Celebrar", dos encuentros
Dos encuentros murgueros de alto nivel. Terapia de murga, estrenado en marzo con tres funciones agotadas en el Auditorio Nacional del Sodre, reunió a Rada y Agarrate Catalina en un cruce de repertorios cargado de clásicos. Tras una gira por Argentina y el interior del país, la propuesta llegó al Teatro de Verano el 17 de diciembre, con León Gieco como invitado, y elevó aún más la vara musical. En setiembre, además, la Filarmónica de Montevideo presentó Celebrar, una propuesta dirigida por Pitufo Lombardo que agotó cuatro funciones en el Solís. Con un coro integrado por figuras de distintos conjuntos y la actuación de Imanol Sibes, el espectáculo ofreció un potente repaso sinfónico por la historia de la murga uruguaya. Rodrigo Guerra
Joaquín Sabina en el Estadio: la despedida
El 29 de marzo, el español Joaquín Sabina llegó por última vez a Montevideo para presentar Hola y adiós, su gira de despedida. Sentado en el centro del escenario, repasó sus clásicos en un show atravesado por guiños constantes a Uruguay: de Zitarrosa a Drexler, de Galeano a Mujica. También alteró versos de “Contigo” para colar una mención al barrio Pocitos y transformar a la “muchacha de ojos tristes” en una “charrúa de ojos tristes”. Como siempre, la jugada fue certera y desató una ovación entusiasta. A diferencia del show de Rod Stewart, fue una velada dominada por la emotividad, una consecuencia lógica de un repertorio inoxidable y de una relación larga y profundamente correspondida con el público uruguayo. Rodrigo Guerra
Wilco en el Auditorio del Sodre
Un montón de guitarras y un montón de las mejores canciones de rock para cuarentones fue lo que ofrecieron Jeff Tweedy y los suyos, con una elegancia a la altura del Auditorio Adela Reta, donde se presentaron en mayo, saldando la deuda de un recital frustrado de 2016. Se nota la trayectoria de Wilco, esta banda que se fundó en Chicago en 1995 y que ha combinado folk, country, rock, experimentación y espíritu indie en una fórmula que demuestra cómo el rock se puede hacer maduro sin perder la etiqueta y el encanto. “Los grandes músicos en el cielo están bailando con tu música”, gritó alguien desde el público, y sí que tenía razón. Fernán Cisnero
La consagración de Julieta Rada y Florencia Núñez
Con tres meses de diferencia, en el Teatro Solís y a cargo de dos de las mujeres más atendibles de la música uruguaya actual, ocurrieron dos de los recitales inolvidables de la cosecha 2025. El 15 de marzo, Julieta Rada presentó Candombe —que terminaría el año con una nominación a los Latin Grammy— y el escenario fue un desborde de talento y magnetismo, el despegue absoluto de una artista con vuelo propio; el concierto ahora está disponible en YouTube y vale la pena volver a él. El 7 de junio, en tanto, Florencia Núñez hizo lo mismo con su álbum Fe, el más premiado de los últimos Graffiti, y sorprendió con una presentación de corte internacional, una última muestra contundente de las ambiciones artísticas de la rochense, que terminó entre la gente animando el canto colectivo de “Un amor así”, la foto que capturó su crecimiento. Belén Fourment
Abel Pintos y Luciano Pereyra en el Antel Arena
El 26 de febrero, los argentinos llegaron al Antel Arena con Es ahora, el espectáculo que había batido récords en Argentina tras agotar 34 funciones en el Luna Park de Buenos Aires. En formato 360° y con pantallas móviles, Luciano Pereyra y Abel Pintos ofrecieron un show de alto impacto emotivo y precisión técnica. Cada uno cedió espacio para que el otro reinterpretara canciones propias, y juntos reimaginaron clásicos como “Porque aún te amo” y “Oncemil”. Hacia el final, Pintos le dedicó a Pereyra una versión especialmente sentida de “Tu mano”, que hizo llorar a Luciano y resumió el espíritu del proyecto: una celebración genuina del encuentro y la complicidad artística. Rodrigo Guerra
Juanes en Sitio, en el Velódromo
Hay varias razones por las que un show termina colándose en la lista de lo mejor del año: el despliegue, el impacto, la sofisticación, el significado. Pero también el disfrute. El demorado regreso de Juanes a Montevideo se trató de eso. El 28 de octubre, el músico colombiano se presentó en Sitio (la carpa que opera de manera zafral en el Velódromo) con una batería de los hits pop rock que le han dado un lugar privilegiado en la música latina, la columna vertebral de un concierto en el que nada importó tanto como que el público la pasara bien. Con notable oficio —vocal, guitarrístico, escénico—, Juanes dio un show frontal, sin grandes pretensiones, con el infalible respaldo de las buenas canciones. Y fue una fiesta. Belén Fourment
Musicasión VI en Teatro El Galpón
Urbano Moraes, exbajista de El Kinto, era la persona indicada para encabezar un proyecto de semejante magnitud: revivir, 55 años después, las históricas Musicasiones ideadas por Horacio “Corto” Buscaglia y Eduardo Mateo.Aunque aclaró a El País que la intención no era imitarlas, sí buscó recuperar su espíritu fundacional: la celebración de la unión entre las artes. Y el 24 de abril reunió a 50 artistas para un espectáculo de tres horas atravesado por un clima de hito cultural. En un Teatro El Galpón agotado hubo danza contemporánea, títeres, actuación y, sobre todo, música de todo tipo. Participaron leyendas como Rada, Cabrera, Diane Denoir y Daniel “Lobito” Lagarde, nuevos talentos como Mateo Ottonello y Paulina Viroga, y Martín Buscagliia lideró un emotivo set familiar. La noche dejó una postal imborrable: Urbano caminando entre el público e invitándolo a corear “Velas” al unísono. Rodrigo Guerra
Ca7riel & Paco Amoroso en el Antel Arena
El 25 de setiembre, meses antes de que la presión los obligara a postergar la salida de Top of the Hills, el dúo argentino de Ca7riel y Paco Amoroso llegó al Antel Arena para afrontar su mayor apuesta de público en Uruguay. Con Papota como eje, ofrecieron un show conciso -poco más de una hora- y potente, atravesado por el swing y la musicalidad funky y jazzera que habían desplegado en su célebre Tiny Desk. Sentados sobre una plataforma inflable, construyeron un espectáculo marcado por la sátira y el desparpajo, que incluyó fisicoculturistas levantando a Paco Amoroso en pleno “#Tetas”. Fue una descarga de humor, celebración y buena música. Rodrigo Guerra
Los recitales sinfónicos se destacaron
Al igual que el año pasado, los cruces sinfónicos entre figuras locales e internacionales dejaron varios de los conciertos más memorables de 2025.
Además de Celebrar, el proyecto que unió a la Filarmónica de Montevideo con la murga, en agosto la orquesta dirigida por Martín García se encontró con Hereford en un espectáculo que agotó tres funciones en el Solís. En paralelo, No Te Va Gustar presentó junto a la SUSI (Selección Uruguaya Sinfónica) una propuesta de alto impacto que llenó tres veces el Auditorio Nacional y dos el Antel Arena.
Dirigida por Nacho Algorta, la orquesta también protagonizó otro de los hitos del año: el show sinfónico de Julieta Venegas, quien en marzo reimaginó su repertorio en dos funciones agotadas en el Auditorio.
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