Opinión
No deberían seguir flotando como corchos hasta el 27 de octubre. Urge que Orsi, Cosse y Mujica llamen a conferencia de prensa para informar con claridad que ese plebiscito no se debe votar.
Tener niveles saludables de polarización es tener una discusión civilizada sobre ideas y propuestas.
Los noticieros de cada jornada nos ensangrientan el alma con crímenes atroces.
¿Cómo es esto que una máquina va a pensar por sí misma? ¿Cómo que un aparato es capaz de aprender? ¿Cómo me afectará?
La máxima hoy es “como no te digo una cosa tampoco te digo la otra”.
Editorial
¿A qué se debe esta apelación a un sentimentalismo tan básico a la hora de hacer política? ¿Por qué la gente “de izquierda” siente que sus muestras de emotividad son pertinentes en una campaña?
Algunos de los puntos más preocupantes del programa del FA son sus propuestas demagógicas de incrementar el gasto público sin establecer un análisis serio de su viabilidad económica.
La voz de Uruguay, como bien lo reconoce el presidente ucraniano Zelenski, no tendrá poder pero sí tiene prestigio. Un prestigio en su escala, pero prestigio al fin.
La situación económica del país es tal que el análisis especializado señala que debemos enfrentar de una vez por todas esos costos del Estado que hacen tan difícil nuestra competitividad.
“Si esta reforma era urgente hace 19 o 20 años, deberían haberla hecho. A nosotros nos tocó hacerla, nos tocó discutir, conseguir los votos; llamamos a un gran diálogo nacional”.
El camino de la izquierda está perfectamente trazado: o alcanza una mayoría propia en primera vuelta, o no logrará ir al balotaje con una carta de gobernabilidad bajo el brazo.
Esa terminología no tiene dos interpretaciones: lo que estamparon en el programa es que un gobierno del FA estará mandatado a aplicar la política educativa que surja de ese congreso.
Muchos de quienes se enervan por el aviso del candidato colorado votan sin pudor a dirigentes que no dicen nada y solo cambian los músculos por la ostentación de una sensibilidad impostada.
El eslogan del Frente Amplio, más que una propuesta, suena a un eco vacío que busca desviar la atención de los logros actuales del gobierno y de su propia historia reciente.
El legado de Saravia se tradujo en la mejor institucionalidad electoral del continente, aprobada en los años 1920 con la Corte Electoral que terminó constitucionalizada en 1934.
¿Hay o no hay libertad de acción? Si la hay, debe ser en toda su extensión. No existe tal cosa como una libertad a medias o una donde una parte puede expresarse más que la otra.
Ahora el objetivo es el plebiscito que intenta dinamitar la seguridad social promovido por el Pit-Cnt y los comunistas, y también golpear el voto para los allanamientos nocturnos.
Ecos