Opinión
Los impuestos se crearon para financiar el costo de la vida en sociedad. No para hacer ingeniería social, y que algún burócrata nos imponga su mirada sobre lo que está bien o está mal.
Como angelitos entregamos el principio de separación de poderes a algún Rasputín ajedrecista.
La defensa de la nacionalidad y de la Ley es siempre impostergable.
Nuestro país no debería embarcarse en una aventura energética que va a contrapelo de la tendencia mundial.
Es paradójico que las diferencias internas en el FA sean mucho más conflictivas que las que se dan en la Coalición Republicana.
Editorial
Ecos