La Clave
El Partido Comunista de Uruguay, en general, tiene la tendencia a erigirse en juez moral del resto del sistema político. Dentro y fuera del Frente Amplio. Sin embargo, periódicamente aparecen allí episodios que hacen absurda esa postura. Como sino fuera suficiente con las experiencias de fracaso con esas ideas. El caso de la senadora “trans”, el plan de vivienda, su más aguerrido dirigente que se olvida de pagar impuestos... Y ahora este escándalo con el fondo del Sunca. Llamativo.
La polémica por la compra de una estancia de 4 mil hectáreas por parte del Instituto de Colonización crece como una bola de nieve. El presidente Orsi dejó mal parado al presidente del Instituto, que antes había calificado de “burros” a los más respetados constitucionalistas del país. ¡Y al propio Orsi! Ahora se sabe que buena parte de ese campo es inundable, y que la compra no incluiría los elementos de riego. Un ejemplo de derroche e improvisación como se ha visto poco.
Terminado el escrutinio definitivo de las municipales, Cerro Largo volvió a confirmar que es el departamento más blanco del país. Con una interna competitiva, pero entre dirigentes racionales, el partido de Oribe terminó con más del 80% de las preferencias, imponiéndose Christian Morel con el 42% contra un 37% de José Yurramendi. Esto se valoriza más, porque en el interior la gente ha demostrado que no tiene problema en cambiar de partido, cuando la gestión no es buena.
Uruguay vivió la mayoría de su historia en guerras civiles y conflictos políticos sangrientos. Pero siempre hubo un lugar de refugio contra esa pulsión fratricida, que tal vez heredamos de nuestros ancestros españoles: el fútbol. Allí convivían de manera armónica, incluso en los peores momentos, personas que tenían visiones radicalmente distintas de la sociedad. A impulso de gente que busca imponer una hegemonía política absoluta, eso parece estarse perdiendo. Una pena.
El nuevo gobierno se queja de que resolver algunos problemas relativos al proyecto del Ferrocarril Central implica un costo millonario, y un “clavo”, que le dejó la administración anterior. Lo que omite es que ese proyecto ya fue una herencia que recibió la gestión de Lacalle Pou, tras una negociación muy completa concretada en tiempos de Tabaré Vázquez, entre otros, por la actual vicepresidenta Carolina Cosse. Si hablamos de “clavo”, hay que contar la historia completa.
La decisión del Congreso de Intendentes habilitó un plan de pago para personas con autos viejos, atrasados en sus tributos. Más allá de esta política y sus bemoles, el tema es serio. En Uruguay circulan más de 300 mil autos viejos, que no cumplen con las mínimas reglas de seguridad actuales. El problema de fondo es que el sistema impositivo ve al auto como un lujo, y por eso pagan impuestos que los hacen inalcanzables para mucha gente. La contracara, los accidentes y las muertes.
La polémica en torno a la compra millonaria de un campo por parte del Instituto de Colonización crece cada día que pasa. Al parecer, no solo se invierte una cifra astronómica en un proyecto que no tiene evaluación ni medición de los beneficios que puede acarrear, sino que habría un notorio sobreprecio en la operación. En un país con las carencias y urgencias que tiene Uruguay, parece una frivolidad gastar todo ese dinero en algo que no tiene precisamente definida su utilidad.
El anuncio de que el Instituto de Colonización comprará una estancia de 30 millones de dólares en “homenaje” a José Mujica es tal vez el tributo más justo al expresidente. Por un lado, porque se trata de una política que él impulso con especial fervor. Por otro, porque representa mejor que nada todo lo negativo de la ideología que rigió a Mujica. Se trata de gastar una proporción indecente de dinero del contribuyente, en la política pública más regresiva e ineficaz del país.
La reunión entre la Cámara de la Construcción y las autoridades del ministerio de Transporte, dejó en claro un tema preocupante: la inquietud del sector empresarial por el futuro cercano de la economía. Es que pasadas las grandes obras de las plantas de celulosa, y el shock de inversión vial que lanzó el gobierno pasado, no se ve qué tipo de emprendimiento permitirá mantener el ritmo de trabajo en la construcción. Y el nuevo gobierno no parece dar señales claras.
Los medios nacionales pasaron meses hablando del caso Besozzi, y las denuncias de corrupción espantosas que planteó la fiscal. El pueblo de Soriano, que conoce bien al dirigente político, respondió otorgándole una victoria apabullante. Pero el tema ahora es que la nueva fiscal habría violado la ley al impedir que el intendente electo ejerciera su derecho al voto. Esto no puede quedar así. La propia Fiscalía debería explicar el tema y cómo piensa seguir las actuaciones.
El resultado electoral del pasado domingo en Montevideo deja en claro que la ciudadanía no está conforme con la gestión actual. Hubo un 50% más de votos en blanco que en la elección pasada, el doble de votos anulados, y más de 10 mil personas directamente ni fueron a votar. Una señal clara de que la gestión del Frente Amplio no gusta, y que se vota por una afinidad ideológica que no tiene razón de ser. La Coalición debe mantener el rumbo y ofrecer una alternativa que ilusione.
Cada vez que salen los datos de pobreza se reproduce un debate bizarro entre economistas de un lado y otro del espectro político. Esta vez eso se ha agravado por un cambio de metodología del INE. Pero hay un dato ineludible, que algunos quieren esconder. Según los datos divulgados esta semana, y con la metodología de toda la vida, la pobreza bajó dos puntos en el último año de Lacalle Pou como presidente. Eso mientras algunos hablaban que íbamos camino a Haití.