La Clave
La noticia de que en este año se ha roto el récord de anotados para estudiar psicología, tiene un costado bueno y otro malo. Lo bueno es que la gente pueda estudiar algo importante en tiempos de crisis de salud mental. Lo malo, que no parece ser la profesión que vaya a cimentar un despegue económico del país. Claramente, es necesario fomentar el estudio de profesiones más alineadas con las necesidades económicas del país, y de la nueva economía global.
Los dirigentes blancos recordaron esta semana a quien tal vez sea el último caudillo del Uruguay: Wilson Ferreira. Es muy importante para el Partido Nacional mantener viva la llama de sus liderazgos, y es incluso llamativo cómo muchos jóvenes que no llegaron a conocerlo, reivindican hoy a Wilson como su referente. Pero también es muy importante preocuparse por evolucionar en algunos conceptos, y recuperar la conexión con gente a la que ciertas banderas les resultan ajenas.
La campaña municipal ha vuelto a poner sobre la mesa el tema de la famosa mampara que usan los taxis en Montevideo. El candidato Martín Lema ha propuesto eliminarla, ya que ha generado cantidad de accidentes graves, y no parecen haber significado ningún cambio en materia de seguridad. El sindicato ya ha dicho que “la mampara es intocable”. ¿Por qué? ¿Qué hay detrás de tanta pasión por un elemento que está claro es peligroso y no evita los robos violentos?
La intención de algunos legisladores del Frente Amplio de hacer un homenaje en el Parlamento al histórico líder de los Tupamaros, Raúl Sendic, es un disparate. No solo porque significa elogiar a una persona que tomó las armas contra una democracia sólida y establecida, y que se atribuyó el derecho de matar a quien pensara diferente. Sino que era alguien que nunca pidió perdón, y que despreciaba las instituciones democráticas como el Parlamento. ¿A quién se le ocurre?
El fiscal Perciballe solicitó condenas de hasta 15 años, para gente acusada de abusos en tiempos de la dictadura militar. Se trata de causas que datan de hace más de 40 años. Por lo cual tanto los elementos probatorios son muy difíciles, y los acusados que siguen con vida, difícilmente vayan a estar en condiciones de responder racionalmente por sus delitos. Una muestra de que estas causas se han vuelto una maquinaria perversa, que solo beneficia a quienes viven de fogonearla.
La presentación de la ministra de Vivienda, Cecilia Cairo, no dejó a nadie indiferente. En discurso rupturista y algo barriobajero, aseguró que venía a cambiar el eje de la relación entre la cartera y los pobres. Y afirmó que su misión sería “gastar”, y que después se veía cómo se hacía. Los días parecen haber hecho mella en el entusiasmo de la jerarca. Ahora reconoció que es difícil que pueda llegar a las metas planteadas en su inauguración. La realidad tiene esas cosas...
La situación de las miles de personas que viven en las calles en la capital del país ha llegado a un punto insostenible. Ha sido el comentario de la mayoría de turistas que visitaron Montevideo este verano, como permiten comprobar los cientos de videos y comentarios online de estos meses. A tal punto, que la murga que ganó el concurso del teatro de Verano, abordó el tema. Con la ventaja de que el manto sagrado progresista de ese evento, los salva de ser acusados de “fachos”.
Han sido varios los comentarios negativos aquí publicados tras los discursos iniciales de algunos ministros. Por lo tanto, hay que destacar cuando lo dicho suena positivo. Es el caso de la nueva ministra de Transporte, Lucía Etcheverry, quien dijo que el desarrollo de la infraestructura en Uruguay exige niveles de inversión cada vez mayores, por lo cual no habrá “prejuicio en la participación de los privados” para encarar inversiones de mayor porte. Muy compartible.
El anuncio de que el nuevo gobierno piensa revisar la existencia de las AFAP y la edad de retiro, confirma todos los temores planteados por la Coalición Republicana en campaña. El nuevo gobierno no solo cederá así a las exigencias de los grupitos más radicales en lo ideológico. Sino que piensa desconocer lo resuelto por el pueblo en las urnas. No será la primera vez que el Frente Amplio actúa así. Y desnuda un talante antidemocrático, que escondió bien hasta las elecciones.
La operativa del nuevo gobierno para legitimar su vínculo con el régimen venezolano sigue viento en popa. El nuevo canciller Lubetkin dijo ayer que “Uruguay no puede ser la Corte Electoral de Venezuela”. Algo ridículo, ya que no hace falta. Están la OEA, el centro Carter, y otros organismos muy respetados, que ratifican que allí hubo fraude. La realidad es que Uruguay ha tercerizado su política exterior a Brasil, y aquí sólo queda, al parecer, justificar lo injustificable.
Valeria Ripoll dijo algo que todo el mundo que haya pasado por la Udelar sabe: allí no es fácil emitir opiniones que no estén alineadas con el Frente Amplio. Por algo, la mayoría de los buenos docentes no frentistas han migrado a universidades privadas. El rector interino, Álvaro Mombrú, le respondió con algo de altanería. El mismo Mombrú que cuando la crisis del agua azuzaba el cuco de que podía ser mala para la salud, cuando no lo era. ¿Simple casualidad?
El discurso de asunción de Yamandú Orsi habilita varias lecturas. Uno de los puntos más llamativos fue la omisión de dos figuras claves del Frente Amplio, Líber Seregni y Danilo Astori. Desde el nuevo gobierno se ha quitado trascendencia al tema, y se dijo que no se quería que el discurso nombrara solo a figuras del FA. Muy bien. Pero es llamativo que los dos omitidos sean justamente los que más se opusieron al MPP y a que el FA se dejara llevar por las pulsiones más extremistas.