AFP, EFE
El mundo vio ayer, Viernes Santo, alejarse la posibilidad de paz en Ucrania. Rusia dio por terminada la tregua de 30 días a los bombardeos contra infraestructuras energéticas ucranianas, en tanto Estados Unidos dijo que podría abandonar las negociaciones para poner fin a la guerra.
El anuncio del Kremlin aleja la perspectiva de un cese inminente de los combates, más de tres años después de que Rusia invadiera Ucrania.
En marzo, la Casa Blanca anunció sendos acuerdos con Rusia y Ucrania para que dejaran de atacar las infraestructuras energéticas del bando contrario. Pero un mes después, Rusia lo ha dado por finalizado.
“Efectivamente, el mes (de moratoria) expiró”, declaró el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov. “Por el momento, no ha habido otras instrucciones del comandante en jefe supremo, el presidente Putin”, precisó.

Los detalles del acuerdo nunca estuvieron del todo claros: ni cuándo empezó a aplicarse ni por cuánto tiempo se prolongaría ni en qué condiciones.
Los rusos lo anunciaron el 18 de marzo después de que Trump y Putin hablasen por teléfono, pero los ucranianos se refirieron a él días después, tras unas conversaciones con los estadounidenses.
Además, desde entonces, Rusia y Ucrania se habían acusado casi a diario de violarlo.
Antes de que se anunciara esa tregua energética, Trump había propuesto un alto al fuego incondicional y completo, algo que Ucrania aceptó pero que Rusia rechazó.
Ayer viernes, el secretario de Estado, Marco Rubio, dio cuenta de la impaciencia de Washington tras una reunión organizada el jueves entre responsables estadounidenses, europeos y ucranianos en París. “Tenemos que determinar en los próximos días si (una tregua) es factible”, declaró. Rubio amenazó con “pasar a otra cosa” si Estados Unidos determina que la paz “no es posible”.

“Estados Unidos tiene otras prioridades”, afirmó Rubio antes de abandonar Francia, y agregó que Washington no quería que el asunto ucraniano dure “semanas y meses”.
Tras estas primeras conversaciones colectivas, que se saldaron sin grandes avances, estadounidenses, europeos y ucranianos tienen previsto volver a reunirse la semana próxima en Londres.
Pero desde hace dos meses, Trump se ha acercado de forma radical e inesperada a Rusia, utilizando repetidamente la retórica del Kremlin, en particular sobre los orígenes de la guerra, lo que ha hecho que Ucrania tema perder el apoyo militar estadounidense.
Por su parte, los europeos quedaron, hasta ahora, apartados de las negociaciones impulsadas por Washington.
Con el presidente francés Emmanuel Macron a la cabeza, algunos países europeos trabajan en la creación de un contingente de paz en Ucrania cuando se alcance un eventual alto el fuego. Una opción que crea división entre los aliados de Ucrania y es vista con preocupación por Rusia.

Hartazgo de Trump
En tanto, el presidente de Estados Unidos amenazó ayer viernes con retirarse de las negociaciones para acabar con la guerra en Ucrania si no ve progresos, una señal del hartazgo que se instala en Washington casi 100 días después del regreso del republicano a la Casa Blanca.
“Sí, muy pronto”, dijo Trump a periodistas en el despacho oval de la Casa Blanca cuando le preguntaron si confirmaba que daría un paso al costado en las negociaciones si no veía avances.
“No hay un número específico de días, pero rápidamente, queremos que se haga”, añadió el presidente republicano.
Trump se negó a culpar a Putin, quien ordenó la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022, ni a su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski. Pero insistió en que ambas partes tienen que avanzar hacia un acuerdo de paz.
“Ahora bien, si por alguna razón una de las dos partes lo pone muy difícil, sencillamente vamos a decir: ‘Son tontos. Son unos tontos. Son personas horribles’, y vamos sencillamente a pasar de largo”, dijo Trump. “Pero espero que no tengamos que hacer eso”.
Pero así como te digo una cosa te digo la otra. La frase del expresidente José Mujica también se puede aplicar en este caso.
Es que pese a su amenaza de retirarse de las negociaciones, Trump dijo ayer viernes que observa “entusiasmo” por la paz tanto por parte de Rusia como de Ucrania y que confía en “conseguir” que las negociaciones sigan avanzando hacia un arreglo.

“Toda mi vida ha sido una gran negociación y sé cuándo la gente nos engaña y cuándo no. Tengo que ver un entusiasmo por ponerle fin (a la guerra). Creo que veo ese entusiasmo. Creo que lo veo en las dos partes”, afirmó el mandatario en el salón oval de la Casa Blanca.
Las declaraciones de Trump fueron después de que Rubio y el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, viajaran a París para mantener contactos diplomáticos sobre la guerra con Francia y con delegaciones Ucrania, Reino Unido y Alemania.
Según informó el portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, Rubio expresó al secretario general de la OTAN, Mark Rutte, esas “esperanzas” de Trump de que “la propuesta sea aceptada”, pero reiteró que Estados Unidos dará un paso atrás si no hay progreso “pronto”.
Poema
La Justicia rusa condenó ayer viernes por “desacreditar al Ejército ruso” a dos años y ocho meses de cárcel a Daria Kózireva, una joven de 19 años que pegó una hoja de papel con un poema del poeta ucraniano Tarás Shevchenko sobre una estatua en San Petersburgo. Según el portal independiente ruso Mediazona, la Fiscalía pedía una pena de seis años de cárcel.
Adhesión a la Unión Europea en punto muerto
El proceso de adhesión de Ucrania a la Unión Europea, lanzado después de la invasión rusa, se encuentra virtualmente en un punto muerto. La adhesión a la UE requiere el voto unánime de los países del bloque, un detalle por el que adquiere relevancia el bloqueo del primer ministro de Hungría, Viktor Orban.
El dirigente húngaro siempre se ha opuesto a la idea de una adhesión de Ucrania al bloque y ahora sostiene la necesidad de aguardar el resultado de los contactos entre Estados Unidos y Rusia para poner fin a la guerra.

En una cumbre en 2023, luego de bloquear la concesión a Ucrania del estatus de país aspirante a la adhesión, Orban se retiró momentáneamente de la sala y el asunto quedó resuelto en minutos por los otros mandatarios. Días antes, la UE había decidido estratégicamente liberar recursos que le correspondían a Hungría y que habían sido retenidos por cuestionamientos al Estado de Derecho en ese país.
Las conversaciones entre la UE y Ucrania por la adhesión del país comenzaron formalmente en junio de 2024.
Orban, quien cultiva su proximidad con el presidente ruso, Vladimir Putin, sostiene que la adhesión de Ucrania “arruinaría” al bloque europeo. “Ucrania no puede ganar esta guerra. Y la adhesión a la UE no puede convertirse en un instrumento de guerra”, apuntó hace una semana.
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