El Kremlin retoma prácticas estalinistas y borra toda huella de los disidentes culturales en el exilio

Desde Moscú, la censura de régimen de Putin toma fuerza. Funcionarios encargados de proteger las buenas costumbres retiran la imagen de los nuevos enemigos del mundo de la cultura y la televisión.

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Vista del Kremlin, en Moscú
Vista del Kremlin, sede del gobierno de Rusia, en Moscú.
Foto: AFP

Redacción El País
La censura rusa no se conforma con el exilio de aquellos artistas que no comulgan con la política militarista del Kremlin. Como ocurriera con la manipulación fotográfica estalinista, ahora las autoridades intentan borrar toda huella de los disidentes culturales del imaginario colectivo nacional.

En el marco de este nuevo macartismo ruso, los funcionarios encargados de proteger las buenas costumbres han comenzado a retirar la imagen de esos nuevos enemigos del pueblo del mundo de la cultura y la televisión.

En plena guerra las autoridades crearon el Grupo de Investigación de Actividades Antirrusas en la Esfera de la Cultura o GRAD, como se conocen en las lanzaderas de misiles que se utilizan, por ejemplo, en el campo de batalla en Ucrania.

Si “aplastar como chinches” en el mundo de la cultura con escarnio público y diferentes medidas de purificación no era suficiente, ahora la han tomado con los exiliados.

Vladimir Putin
El presidente ruso, Vladimir Putin, llega a presidir una reunión del Consejo de Seguridad en el Kremlin.
Foto: AFP

Para ello, utilizan técnicas tradicionales como el corte puro y duro de las imágenes de las películas donde aparecen, y otras más modernas como el difuminado.

De esa forma, estos disidentes son “matados dos veces” -cuando se exilian y cuando desaparece su imagen-, como hacía Stalin con los purgados que desaparecían de las fotografías oficiales tras ser fusilados.

No se ha librado de la persecución la mayor leyenda de la canción soviética y rusa, Alla Pugachova, exiliada en Israel desde el comienzo de la guerra y contra la que la televisión ha lanzado una campaña de desprestigio.

“Existe la popularidad, la fama, el éxito y hay un fenómeno único, el amor de la gente. Desgraciadamente, esa persona no lo valoró, lo despreció”, aseguró María Zajárpova, portavoz de Exteriores.

Soldados rusos en Moscú. Foto: AFP.
Soldados rusos se encuentran en la Plaza Roja en el centro de Moscú
Foto: AFP

La imagen de Pugachova, que tiene ya 75 años, fue difuminada a finales de marzo por el canal Casa del Cine al emitir la película Ledokol (Rompehielos).

Lo curioso es que la diva no actuó en la cinta, que únicamente muestra su foto cuando uno de los protagonistas revisa un calendario de 1985 con el retrato de Pugachova.

En respuesta, la cantante ha publicado dos nuevas canciones en las que critica la guerra. “Maldigo esa lucha, mamá, que nos separó”, canta Pugachova en la canción Mamá, que ha recibido ya 319.000 visitas en menos de 24 horas desde que la subió en YouTube. EFE

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