Gobierno explora otras vacunas contra el COVID-19 por fuera del Covax; inclusive la china

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Vacuna coronavirus. Foto: Reuters

CARRERA CONTRA EL CORONAVIRUS

Las autoridades mantuvieron estos días encuentros con cuatro representantes de laboratorios o Estados proveedores. La decisión será científica y no política.

La carrera por conseguir las vacunas contra el coronavirus parece entrar en su recta final. Uruguay, que ya se aseguró su primera tanda de dosis, sigue de cerca los resultados obtenidos por aquellos países que ya comenzaron la vacunación y no descarta nada, incluso salir a negociar directamente con las farmacéuticas multinacionales.

En el gobierno son conscientes del peso económico que esto puede llegar a implicar, pero aseguran que “no habrá restricciones”. “La vacuna va a ser la prioridad y va a haber financiación, ya sea dentro o fuera del Fondo Coronavirus”, indicaron a El País en Presidencia.

En ese sentido, afirmaron que sin importar cuánto cueste “se irá a la que los científicos validen, la que pruebe ser eficaz”. “No va a ser una decisión política sino científica”, recalcaron.

En las últimas semanas, y tras un pedido expreso del presidente Luis Lacalle Pou, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, se reunió con al menos cuatro laboratorios o representantes de Estados proveedores de distintas vacunas bajo estudio. Algunos de ellos fueron contactos que llegaron directamente a la Torre Ejecutiva, y que el propio secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, derivó al ministro.

El MSP recibió ofertas de la farmacéutica estadounidense Pfizer y de la rusa Sputnik V, del Centro Gamaleya, que presentaron los avances de sus vacunas con el objetivo de que puedan ser adquiridas por el gobierno uruguayo. Además, hace un mes, Salinas, confirmó a El País que en alguna oportunidad se intentó negociar directamente con un laboratorio. “Fue algo que exploramos en un momento, porque se ofreció a Uruguay la vacuna AstraZeneca”, declaró. El jerarca se refería a la vacuna que preparan el laboratorio AstraZeneca y la Universidad de Oxford, la cual hoy integra el Covax, el fondo de OPS del que participa Uruguay.

Uno de los últimos encuentros fue con representantes de una de las vacunas que se desarrollan en China. Sin embargo, en el gobierno ven con cierta inquietud que estas no esté siendo usada a gran escala en su país de origen.

En todos los casos, las autoridades no son ajenas al hecho de que nuestros vecinos han dado pasos grandes en relación a este tema. Argentina ya ha anunciado que accederá a 10 millones de dosis en enero y febrero de 2021 tras alcanzar un acuerdo con la rusa Sputnik V, que aún no cuenta con validación internacional. Mientras tanto, en Brasil, el estado de San Pablo inmunizará a 9 millones de personas con las dosis de la china Sinovac, aunque no tiene aún la autorización de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria Local.

Vacuna contra coronavirus. Foto: Reuters.
Vacuna contra coronavirus. Foto: Reuters.

En Presidencia no quieren apresurarse. Si bien reconocen que están buscando otros mecanismos por fuera del Covax, aseguran que el objetivo con esto no es necesariamente adelantarse a abril (la fecha prevista para iniciar la vacunación), sino disponer de la vacuna que se considere científicamente validada y estar en un orden de prelación de ese fármaco, sea quien sea su productor.

Para las autoridades es clave que la vacuna que se elija cuente con el aval de alguna de las agencias estatales y/u organismos internacionales confiables, como la OMS, la FDA estadounidense o la Agencia Europea del Medicamento.

Por eso insisten: la discusión sobre este tema es científica e involucra no solo la eficacia que se logre probar, sino también las condiciones logísticas asociadas. Todo eso es parte del análisis que realiza desde hace algunas semanas un equipo en el MSP, con participación del director de OPP, Isaac Alfie. Ellos han centralizado tanto las consultas comerciales como las científicas. “Son negociaciones complejas, no es nada fácil porque los países que financiaron la investigación se quedan con las primeras producciones”, dijo uno de los miembros.

A su vez, este grupo es asesorado por expertos en vacunas que evalúan lo que sucede en otros países como Reino Unido, que comenzó a vacunar con Pfizer. Esta semana tomaron nota de las reacciones alérgicas que se vieron de esta vacuna en el personal de la salud.

En Presidencia explican que a partir de la definición a la que lleguen los técnicos se buscará consenso político para avanzar.

El desafío de la logística.

El aspecto logístico es importante en la definición dado que algunas de las vacunas requieren condiciones muy especiales, como la norteamericana Pfizer, que precisa ser almacenada a - 70°C.

El gobierno no descarta ninguna de las vacunas, tampoco la de Pfizer. Los expertos que asesoran al MSP sostienen que las dosis de la farmacéutica norteamericana pueden servir en Uruguay dado que no hay que recorrer largas distancias para su distribución. Incluso no descartan que las dosis puedan ser transportadas en contenedores con hielo seco. De todas formas, en la salud hay quienes desestiman esta opción por la exigencia logística que implica.

Algunas vacunas necesitan mantenerse a muy bajas temperaturas, como la de Pfizer que requiere al menos 70 grados bajo cero. Foto: AFP
Algunas vacunas necesitan mantenerse a muy bajas temperaturas, como la de Pfizer que requiere al menos 70 grados bajo cero. Foto: AFP

Lo único seguro hoy es que Uruguay tiene reservadas un millón y medio de dosis para unas 750.000 personas. Las vacunas que integran el mecanismo Covax y se encuentran en fase tres hoy son: Inovio (Estados Unidos), Moderna (Estados Unidos), CureVac (Alemania), Instituto Pasteur-Merck-Thermis (Francia, Estados Unidos y Austria), AstraZeneca de la Universidad de Oxford (Reino Unido), Universidad de Hong Kong (China), Novavax (Estados Unidos), Clover Biopharmaceuticals (China) y la Universidad de Queensland (Australia).

El plan para la inmunización

Adultos mayores de 65 años, personal de la salud (sobre todo el afectado a hospitales y residenciales) y maestros y docentes. Estos serán los primeros grupos en recibir las vacunas contra el coronavirus, por considerarse población de riesgo o sensible. Las autoridades sanitarias estiman que al evitar que estas personas infecten, no solo se eludirían nuevos contagios, sino que también se asegurará la atención de los servicios esenciales como la salud y educación. El plan del MSP es que la primera etapa de vacunación comience a mediados del primer semestre de 2021 y que ocurra de forma “escalonada”. Consideran que también se debe inmunizar a policías y bomberos para luego continuar con otras personas. Aún no está claro si se inmunizará a toda la población.

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