Apoyo masivo de odontólogos a excoordinadora de Salud Bucal que salió del cargo tras denunciar acoso y recortes

La crisis que atraviesa el Programa de Salud Bucal Escolar de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), tras la publicación este fin de semana en El País de las graves denuncias de acoso laboral y recortes de recursos que llevó adelante su ahora excoordinadora Laura Miller, tuvo un nuevo episodio en las últimas horas: mediante un contundente comunicado dirigido al Directorio de la institución, el colectivo de odontólogos que trabaja en el programa —que lleva el nombre de María Auxiliadora Delgado en honor a su fundadora— se expresó en forma masiva a favor de la exfuncionaria.

La misiva, firmada por 69 de los 72 profesionales que actualmente integran el plan, es una clara declaración de apoyo a la excoordinadora, cuya salida se dio en el marco de fuertes tensiones y denuncias contra la actual Dirección de Salud Bucal del organismo —de la que depende el programa—, lo que la llevó a poner su cargo a disposición.

El texto, al que tuvo acceso El País, destaca el trabajo “sostenido y comprometido” de Miller “desde el inicio del programa hasta el año 2025”.

Los firmantes resaltan que Miller fue la pieza clave que garantizó la operatividad del plan fundado por María Auxiliadora Delgado durante el primer gobierno de quien fuera su esposo por 52 años, el expresidente Tabaré Vázquez, siendo su labor “determinante para consolidar el funcionamiento operativo y humano del programa”.

En un contexto de cuestionamientos a la gestión interna, los profesionales destacaron las cualidades de la excoordinadora en el desempeño de su cargo. Distinguieron su “capacidad organizativa, liderazgo, responsabilidad institucional” y una “profunda vocación de servicio público”.

Sostuvieron, además, que Miller posee una “amplia experiencia en logística, planificación operativa, manejo de insumos, coordinación de pedidos y procesos de licitación, desempeñándose con profesionalismo, transparencia y claridad”.

Además, los odontólogos, que se desempeñan en escuelas de todo el país atendiendo a los niños que lo requieran, la definieron como una “gran articuladora entre las partes, favoreciendo la comunicación, la cooperación y el buen clima laboral” entre los diversos actores institucionales.

Pero sobre todo, el comunicado hace énfasis en el sostén humano que significaba Miller dentro del programa. El colectivo subraya su “calidad humana” y el “apoyo constante al equipo de odontología e higienistas”, destacando su capacidad para “sostener un entorno de trabajo respetuoso, motivador y orientado a los objetivos sanitarios del Programa”.

De esta manera, la casi totalidad del equipo de profesionales del Plan de Salud Bucal Escolar cierra filas en torno a su exjerarca, expresando públicamente su reconocimiento y reafirmando su "integridad, capacidad y compromiso como servidora pública" a lo largo de sus años de gestión.

La reacción mayoritaria del equipo se produce luego de que El País publicara la denuncia realizada por Miller ante la Unidad de Acoso Laboral de ASSE, dirigida contra el doctor Agustín Dean, a cargo de la Dirección de Salud Bucal. Miller, pilar del programa durante 20 años del proyecto, acusó “acoso moral”, “hostigamiento reiterado y sistemático”, desautorización constante de sus decisiones y ser víctima de “comentarios agraviantes y amenazas”.

En la denuncia, además, Miller sostuvo que Dean llegó a decirle: "¿Quién te va a defender si son personas que están muertas?", en referencia a los impulsores originales del programa, Vázquez y María Auxiliadora.

La excoordinadora también señaló que su falta de un título profesional fue utilizada recurrentemente por el director para desacreditar su experiencia acumulada en gestión, la que ahora es puesta en valor por los propios odontólogos.

Miller advirtió, además, que los problemas empezaron cuando ella comenzó a denunciar el redireccionamiento de los recursos que estaban destinados a la atención de niños de escuelas públicas, contraviniendo la ley que obliga a mantener ese foco. Esta situación, sumada al “maltrato y desconsideración” hacia miembros del equipo, fue lo que la motivó a poner su cargo a disposición, y su salida fue aceptada por las actuales autoridades.

La inestabilidad en el programa fue confirmada también por la coordinadora del Plan de Ortopedia, Lucía Bolasco, quien igualmente puso su cargo a disposición ante el Directorio. Bolasco denunció no encontrar “incentivos ni respaldo efectivo a la niñez” y constató una “carencia de recursos y de un compromiso real” por parte de la nueva dirección.

Bolasco sumó detalles sobre el hostigamiento, relatando que Dean se refirió a ella diciendo que tenía “los pies en el cajón y la mano tocando el arpa”, un comentario que consideró “profundamente ofensivo”.

Pero el punto más crítico fue la directriz de no tomar más pacientes niños y no iniciar tratamientos de ortopedia funcional hasta 2026, lo que implica una “desprotección de la infancia” al utilizar el mismo presupuesto para atender a otras poblaciones.

Bolasco —a quien no se le aceptó salir del cargo, pese a haber puesto este a disposición al igual que Miller— dejó constancia de que estas directrices afectan un programa en el que siempre existe lista de espera.

El senador nacionalista Martín Lema, según supo El País, elevó un pedido de informes a ASSE y al Ministerio de Salud Pública (MSP) por la presunta reducción de recursos en programas clave de salud bucal y ortopedia funcional. La denuncia se basa en quejas que sostuvo ha recibido por parte de funcionarios que advierten que el plan está en riesgo.

Este fin de semana, en declaraciones a El País, Lema sostuvo que se estaría llevando adelante un “recorte inadmisible”, el cual calificó como una “contradicción más” de un gobierno que prometió priorizar la primera infancia “y estaría tomando medidas que afectan directamente la salud de miles de niños”.