INVESTIGAN

El contenedor estaba apunto de ser cargado en el puerto de Montevideo. El buque esperaba preparado para emprender un viaje de casi 8.000 kilómetros por el Atlántico Sur y llegar a su supuesto destino final: la ciudad de Cotonou en Benin (África).

Pero cerca del mediodía de ayer, personal de la Dirección Nacional de Aduanas, con apoyo de la División de Investigaciones y Narcotráfico de la Prefectura Nacional Naval (Divin), evitó que el contenedor subiera al buque.

En ese momento se realizó un análisis de riesgo sobre la documentación y luego se utilizó el scanner.

Fuentes del caso dijeron a El País que el análisis de riesgo fue trabajo de Inteligencia por parte de dos departamentos de Aduanas y el Divin.

Fue luego de este procedimiento que se detectó la mayor incautación de cocaína en el puerto de Montevideo. Dentro del contenedor había unas 200 bolsas de arroz de origen paraguayo y en varias de ellas ladrillos de cocaína.

En total fueron 101 los ladrillos que se incautaron; pesaron más de tres toneladas. Según informó la Dirección Nacional de Aduanas a través de un comunicado, el valor en el mercado es “estimado en más de US$ 740.000.000”.

“Cómo resultado del fortalecimiento de los controles de contenedores en actuaciones conjuntas y previo la utilización de scanner, la Dirección Nacional de Aduanas y la Prefectura Nacional Naval procedieron a la apertura de un contenedor con arroz de origen paraguayo en tránsito con destino a Cotonou (Benin)”, indicó Aduanas en el texto. Por otra parte indicó que estaba previsto que el buque hiciera una escala en Tenerife (España). A raíz de esta escala en Europa y del origen del contenedor encendieron las alarmas de inteligencia aduanera y de Prefectura.

En el lugar se presentó la fiscal Stella Llorente y dispuso continuar con las pericias, efectuar el conteo final de la incautación y empezar con las investigaciones pertinentes. Además el contenedor quedó custodiado por personal de Prefectura.

El avión jet bimotor era seguido por policías de Europol desde hacía meses. En julio pasado hizo escala en Niza, al sur de Francia. Luego siguió el viaje y aterrizó en el aeropuerto francés de Mulhouse-Basilea, al este de Francia en una terminal pequeña pero estratégica debido a la cercanía de la frontera con Suiza y Alemania. El jet transportaba 603 kilos de cocaína y había partido desde el aeropuerto de Carrasco.

Apenas unos días más tarde, el 2 de agosto, se notificó desde el puerto de Hamburgo la incautación de uncontenedor con cuatro toneladas y media de cocaína que viajaba desde Uruguay con destino a Amberes.

Hasta el momento el único acusado por este hecho es el empresario Martín Mutio (32). El delito que se le tipificó fue el de asistencia al narcotráfico por el envío de un cargamento de 4.500 kilos de cocaína. Un día después se decomisaron casi 1.000 kilos de cocaína en una casa ubicada en Parque del Plata, Canelones. La Justicia imputó a un hombre de 50 años que se encargaba de custodiar la droga.

Pero el último caso de incautación de droga en el puerto de Montevideo se dio en septiembre de 2018. La fiscal Mónica Ferrero imputó a siete personas por el cargamento de más de 400 kilos de cocaína.

La droga estaba escondida en fardos de lana sucia y tenía Europa como destino. En el mercado europeo su valor era de US$ 24 millones.