Un informe de la División de Investigación, Evaluación y Estadística (DIEE) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), al que accedió El País, arrojó un marcado descenso de la población escolar para las próximas décadas, en el marco de una sostenida caída de los nacimientos iniciada en 2016.
“La población en edad escolar en los próximos 50 años” es el título del documento que midió la evolución esperada para el período 2024-2070 de la población en edades de acudir a la educación obligatoria. Para ello, tomó como fuente las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística (INE), actualizadas a 2025.
El objetivo fue realizar una “primera aproximación” a la matrícula de los próximos años, algo valorado como uno de los indicadores “clave” para la planificación educativa. “Conocer su valor y evolución resulta imprescindible para gestionar y distribuir los recursos fundamentales del sistema”, marcó el informe, que separó los datos por niveles educativos y períodos de tiempo.
En el documento se analizó la evolución de la población en las edades correspondientes a cada nivel: de 3 a 5 años para Educación Inicial; de 6 a 11 años para Primaria; de 12 a 14 años para Educación Media Básica; y de 15 a 17 años para Educación Media Superior.
Las cifras
Contemplando la población en las edades teóricas obligatorias de asistir a la educación de ANEP (3 a 17 años, sin tener en cuenta casos de repetición), se proyectó un descenso de 316.157 personas, pasando de 673.458 a 357.301 entre 2024 y 2070. Se trata de una caída del 46,9%.
Para el conjunto de la población en edad escolar, entre 2024 y 2040 se proyectó una caída de más de 195.000 personas (29%); entre 2041 y 2046 se espera un breve período de relativa estabilidad y, desde 2047, otra etapa de caída (26%). El mayor descenso ocurrirá en Primaria (50%), seguido por Educación Media Básica (48,6%), Educación Media Superior (46,2%) y Educación Inicial (38%).
El documento prevé que en Educación Inicial la población en las edades teóricas pase de 110.959 en 2024 a 68.802 en 2070, un 38% menos. Tomando en cuenta la proyección a 2030, se espera un “importante descenso” a 89.234 personas, vinculado directamente con la caída prevista de nacimientos. Luego se prevé una suba desde 2031 a 2038 por un “rebote de la tasa global de fecundidad”, y un nuevo descenso entre 2039 y 2070.
Para Primaria se proyectó una caída de la población en las edades teóricas del 50%, pasando de 278.829 a 139.279 entre 2024 y 2070. Entre 2024 y 2035 habría una reducción del 34,9%, luego un repunte del 9,1% entre 2036 y 2043, y otra caída (30,1%) entre 2044 y 2070.
En Educación Media Básica se proyectó una reducción de 68.908 personas entre 2024 y 2070, una caída global del 48,6%. Se previó un leve crecimiento (1,9%) hasta 2027, luego una fase de caída “muy pronunciada” (38%) entre 2038 y 2039, una suba del 11,8% de 2040 a 2047 y una caída del 27,4% hasta 2070.
En Educación Media Superior también se estimó un descenso del 46,2% entre 2024 y 2070. Hasta 2030 no se proyectan cambios importantes en la población. Luego se espera una caída del 38% hasta 2042 que, tras una suba moderada (11,8%), volvería a caer desde 2051 a 2070 (23,7%).
Que la población uruguaya va en caída, no es una novedad. La tendencia que los informes académicos y los datos del último censo de 2023 -que arrojó una cifra de 3.499.451 habitantes- anticipaban, puede trasladarse hasta al menos 2070, según las proyecciones del INE. Así, se espera que para ese año la cifra de población de Uruguay sea de 3.043.670; es decir, un total similar al del año 1985.
Según el análisis del INE, Uruguay registró su pico máximo de habitantes en el año 2020, con 3,5 millones de personas. En 2021 la población comenzó a decrecer por dos factores: el descenso del número de nacimientos -con una caída pronunciada a partir de 2016- y el aumento de muertes a causa del covid-19. Desde entonces, el descenso se ha sostenido y, según lo estimado, la situación no cambiará en los próximos años, con una caída moderada a mediano plazo y más acentuada a largo plazo.
“Una oportunidad y desafío”
Frente a las proyecciones de una caída en la matrícula de cara a los próximos años, el experto en educación Pablo Menese Camargo dijo a El País que esto implica una “oportunidad porque la inversión per cápita crece como efecto de menos matricula”, y un “desafío de ir ordenando un sistema que tiene diferencias en matriculas en todo el territorio, con escuelas casi sin estudiantes, y cada vez menos horas docentes para estos menos estudiantes”.
El consejero electo por los docentes Julián Mazzoni señaló a El País que la reducción es “un problema grave para el país y una oportunidad para ANEP”. Esto último en referencia a que habilitaría un “mejor rendimiento” del presupuesto, para dar una atención “más concentrada”, mejorando la “relación” docentes por alumnos, con “nuevos apoyos profesionales”, que permitiría mejorar el aprovechamiento de la infraestructura hoy deteriorada.
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