En el rodaje de "Bake Off Famosos": cómo se vive un día con 16 famosos en la filmación del programa de Canal 4

El sol apenas asomaba en las afueras de Montevideo y la carpa de Bake Off Famosos empezaba a llenarse de vida. El primer día de grabación del reality, el lunes 4 de agosto, no da respiro: drones sobrevolando el predio, cámaras encendidas desde temprano, un gran despliegue de producción y un cronograma ajustado que apenas deja espacio para improvisaciones. Hasta el almuerzo está cronometrado, con hora de inicio y de final.

Así, con esa rutina milimetrada, Canal 4 apuesta a una nueva edición de su clásico pastelero. Esta vez con una variante: son 16 celebridades uruguayas las dispuestas a ensuciarse las manos —y el pelo, la ropa, los delantales— con harina, chocolate, dulce de leche y chantilly.

Para los participantes —entre los que hay modelos, cantantes, deportistas, comunicadores, influencers y exparticipantes de otros programas de cocina como Masterchef y Fuego Sagrado—, la jornada comenzó temprano con una reunión al aire libre, en el predio donde se armó la imponente carpa de Bake Off.

Cerca se instaló una segunda carpa, donde los jurados (solo dos, Hugo Soca y Leticia Copiz) toman sus decisiones, y una tercera para Cathy Denis, exparticipante que oficiará como host digital.

Ahora, mientras los famosos empiezan a conocerse y los integrantes de la producción (y del canal) comienzan a tomarle el pulso a la primera de varias jornadas de grabaciones que terminarán después del anochecer, El País charla con algunos de los involucrados en esta edición.

Están todos sentados en ronda y aprovechan el poco sol de inicios de agosto mientras un grupo enviado por los creadores del formato supervisa las instalaciones y da el visto bueno a la producción local. Todavía no entran a la carpa. Algunos se acercan para intentar ver algo más, pero la producción les corta el paso. Es el primer encuentro del grupo completo y las bromas y chicanas no tardan en aparecer: Anto Lima, con gesto de diva, pide una sombrilla para protegerse del sol y provoca la risa general cuando una joven de producción aparece para cumplir con el insólito pedido.

Los responsables del canal les explican la dinámica e incluso cómo funcionarán las redes sociales del programa. Antes, los famosos recibieron una suerte de “clase de cocina” para familiarizarlos con los aparatos, los hornos, las batidoras y demás utensilios. Como siempre, cada semana deberán afrontar dos desafíos: el “técnico”, que se graba por las mañanas y en el que tendrán que replicar una preparación siguiendo una lista de ingredientes y procedimientos; y el “creativo”, que se hace por la tarde y en el que deberán presentar un postre que cuente una historia. El trasfondo puede ser real o ficticio, emotivo o gracioso.

Foto: Darwin Borrelli.

En medio de las explicaciones, Evitta Luna suelta que “si entra la risa, entra la longaniza”, y el comentario rompe la escucha atenta de todos, provocando varias carcajadas. Es una primera señal de que, más allá de la competencia, el humor va a ser un ingrediente infaltable en esta nueva temporada. Todo eso, el público lo empezará a descubrir desde este miércoles a las 21.00, cuando comience la temporada de Bake Off Famosos en Canal 4.

No todos llegan a Bake Off en las mismas condiciones. La bailarina y conductora Laura Martínez no tiene licuadora en su casa y tuvo que pedir una prestada para poder practicar. “Además me llevo bien con lo salado, pero con lo dulce, cero”, reconoce la ex Masterchef. Ese comentario se repite en boca de varios.

El exfutbolista Richard “Canguro” Porta, quien también pasó por el reality de Canal 10 y hoy es DT, vive el reto como un partido: “Me encantan los desafíos. Todo lo llevo al fútbol, incluso esto. En la carpa vamos a usar estrategias, como en la vida”.

Federico Paz, en tanto, combina el entusiasmo con un poco de miedo. “Estoy con un susto bárbaro”, dice, tras ausentarse de las mañanas de Canal 4 —es parte de Vamo’ arriba— para dedicarse de lleno al reality. “Tuve que practicar porque es mucho más difícil de lo que creía. Me gusta cocinar, pero salado: pastas, carnes al horno. Dulce, nada, salvo chocotorta y salchichón de chocolate. Y encima la gente dice que voy a andar bien, que soy favorito… ¡Y no es así! Eso me indigna”.

Pese a los nervios, Paz reconoce que la experiencia le divierte: “Salís de la rutina, te desafía y eso me motiva. Ya vendrá lo estresante, pero por ahora está bueno”.

Foto: Darwin Borrelli.

Horacio Rubino, entre carnaval, teatro y radio, suma ahora un nuevo escenario. “Como probador de dulces soy buenísimo, pero hacerlos es otra cosa. Igual, me sorprendí con lo que logré en casa. La decoración cuesta, pero mostré una foto de lo que hice y me dijeron que estaba como para vender. Así que me tengo fe”.

La modelo Anto Lima y ex Fuego Sagrado no esconde su costado competitivo: “Soy team salado. Cómo será la cosa que siempre me olvido de los postres en los restaurantes. Pero ahora que me metí en la pastelería, no quiero que me echen. Voy a hacer todo lo posible para seguir”.

La carpa principal, donde se definirán los destinos de los participantes, ya está lista, pero faltan algunas horas y varias tomas en exteriores para conocerla por dentro. Ahora solo la habitan los jurados de esta edición: el chef Hugo Soca y la pastelera Leticia Copiz, que se suma.

“Son famosos, pero amateurs”, comenta Soca, el único del jurado pasado que regresa. “El uruguayo no está acostumbrado a lo dulce, porque requiere precisión. En lo salado metés todo en la olla y algo sale, pero en pastelería podés fracasar fácil”, agrega el chef y también conductor de De la tierra al plato.

Copiz coincide en la precisión que requieren los platillos y en el poco conocimiento que traen los participantes. “Lo lindo es que uno los conoce por lo que hacen en la tele, y ahora los va a ver en otra faceta. No vienen a abrir una pastelería, vienen a divertirse y a competir. Eso le da un sabor distinto”.

Prometen ser justos, pero firmes. “No tenemos un rol marcado de ‘el bueno’ y ‘el malo’”, asegura Soca. “Vamos a corregir cuando haya que hacerlo y elogiar cuando lo merezcan”.

Foto: Darwin Borrelli.

Junto con Soca, la que repite es Jimena Sabaris, otra vez a cargo de la conducción. “Bake Off es el proyecto que más me gusta. Además, con famosos me divierte más, porque ya tienen cancha frente a la cámara y se abren más fácilmente”, dice a El País. “Estoy feliz, aunque extraño a mi hijo, que tiene menos de dos años. Por suerte tengo una red de apoyo”.

Sabaris adelanta que no todos los participantes se toman el reality de la misma manera. “Algunos vienen a divertirse, pero otros vienen a cocinar en serio. Porque es una competencia, alguien se tiene que ir primero, y nadie quiere ser esa persona. Mi consejo: que sigan estudiando, que no subestimen. Acá se juzga lo que se presenta, no la simpatía ni las redes sociales”. Desde sus casas, el público ya lo empezará a descubrir.