Sabor amargo: en qué falló Peñarol como visitante en la Copa Libertadores y qué esperar de la ida a Bolivia

El día después del increíble e insólito empate en Asunción ante Olimpia de Paraguay por Copa Libertadores fue con entrenamiento matutino en un Peñarol que hoy volverá a trabajar por la tarde ultimando detalles para el juego de este domingo frente a Cerro (18:15 horas por VTV Plus y Disney+) en el Estadio Campeón del Siglo por la fecha 13 del Torneo Apertura.

Pero sin lugar a dudas que el sabor amargo aún persiste en el paladar de todo el plantel y cuerpo técnico tras ese encuentro en el Defensores del Chaco, donde el mirasol dejó pasar una inmejorable chance de sumar tres puntos como visitante en un grupo que, con la victoria de San Antonio Bulo Bulo ante Vélez Sarsfield, quedó bastante abierto de cara a las tres últimas jornadas.

Y si bien la versión del aurinegro en Asunción fue mejor —sobre todo en el segundo tiempo— que las anteriores, tuvo un grave problema que pagó caro: la falta de eficacia en la ofensiva.

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El equipo de Diego Aguirre falló tres chances claras. La primera fue a los 2’ en los pies de Jaime Báez, la segunda a los 51’ con un penal que Lucas Verza le atajó a Leo Fernández y la tercera una insólita contra de cuatro jugadores de Peñarol ante uno de Olimpia que Báez terminó malogrando a los 62’.

Eso marca a las claras que si hay que resaltar un aspecto positivo de lo hecho por el aurinegro es el de la generación de juego ofensivo, algo que le venía costando en el inicio de la temporada 2025.

Ahora quedó claro que para cerrar el círculo debe mostrar más efectividad si es que pretende lograr uno de los dos lugares en octavos de final de la Copa Libertadores.

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Si bien fueron partidos diferentes, tanto ante Vélez Sarsfield en el Estadio José Amalfitani como contra Olimpia de Paraguay en el Defensores del Chaco, hay algo en común: Peñarol tuvo todo para ganarlo y desaprovechó la oportunidad.

De Liniers se fue con las manos vacías luego de perder 2-1 de atrás, mientras que de Asunción regresó con un punto —empate sin goles— que puede llegar a ser importante si cumple en el Campeón del Siglo y suma los seis puntos que le quedan como local.

Y quizás ese encuentro en Buenos Aires quedó atrás luego del disputado en Paraguay en cuanto a la forma ya que luego de tomar la ventaja en Liniers, el aurinegro se replegó demasiado, se dedicó a defender, lo hizo mal, le cedió la pelota a Vélez y el Fortín no perdonó las fallas del carbonero a la hora de cuidar su arco.

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Distinto fue lo ocurrido en el Defensores del Chaco, donde Peñarol —frente a una floja versión de Olimpia— propuso más, generó más, llegó y fue superior, pero no concretó ni una de sus chances y ese lujo, a este nivel de Copa Libertadores, no se lo puede dar ningún equipo, más teniendo en cuenta que en el mismo momento en el que el aurinegro no podía vulnerar al Decano Paraguayo, San Antonio Bulo Bulo le estaba ganando a Vélez para entreverar el Grupo H de lo lindo.

Es que tras la tercera jornada, Vélez y San Antonio lideran con 6 puntos, Peñarol está tercero con 4 y cierra Olimpia con 1.

Y ahora, luego de dos visitas en las que desaprovechó sendas oportunidades de sumar de a tres, el aurinegro tendrá acaso la salida más complicada: la altura de Bolivia.

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El próximo martes 6 de mayo, el equipo de Diego Aguirre irá a Cochabamba para enfrentar a Bulo Bulo y el técnico mirasol fue claro el miércoles en conferencia de prensa: “Es muy difícil la Copa. En el grupo nuestro se da como sorpresa que San Antonio Bulo Bulo haya ganado otra vez lo que habla de un mérito importante y vamos a tener que ir ahí en 15 días y se transforma en un partido crucial donde tenemos que intentar traer algo”.

En esa jornada, la cuarta de la fase de grupos, Olimpia visitará a Vélez. Luego, ya en las últimas dos, el carbonero será local en el Estadio Campeón del Siglo —de momento a puertas cerradas a la espera del fallo del TAS en el que se intenta reducir la sanción de Conmebol— recibiendo al Decano paraguayo y al Fortín en dos juegos que serán decisivos para saber el futuro de un Peñarol que falló en sus dos salidas y tiene un futuro no tan fácil.