En Uruguay "necesariamente se tiene que haber colado" dinero del lavado en campañas electorales, dijo asesor

Redacción El País
En Uruguay “estás en un país en donde digo (que) se lava (dinero) y se lava bastante. Los controles para el financiamiento de los partidos políticos están en el papel y no operan realmente. No sabemos quién pone (dinero) y quién no pone. ¿Vos te animás a decir que ahí no se coló nada? No, no solo que no me animo, sino que digo que ahí necesariamente se tiene que haber colado algo (del lavado en campañas electorales). Le guste o no le guste al que sea”, sentenció el asesor de la Secretaría Nacional para la Lucha contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo (Senaclaft), Ricardo Gil Iribarne.

"Si esto es tan permisivo, tiene tantos poros, pasó comprobado en toda la región, en todo el mundo, pero nosotros tenemos sangre charrúa, somos maravillosos, ¿no nos va a pasar?”, ironizó Gil Iribarne entrevistado en Punto de Encuentro de radio Universal en referencia a la posibilidad de que haya dinero proveniente del lavado financiando campañas electorales en Uruguay.

“Lo que digo es, ‘no me creas, pero mejorá los controles para quedarte tranquilo'”, añadió.

Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.

Gil Iribarne señaló que “la Corte Electoral es excelente controlando elecciones, y ahí están los partidos, pero qué pasa” a un partido “le importa que se cumpla todo para controlar” al otro y al otro “le importa que se cumpla todo para controlarme a mi”.

“Hay oposición de intereses que hace que el sistema opere bien, pero en el financiamiento (de los partidos políticos) es al revés: ‘a mi no me importa controlarte a vos, si vos no me controlás a mi’”, planteó.

El asesor de Senaclaft se preguntó si “alguien puede estar tranquilo” sobre “la plata que entra ahí” a las campañas de los partidos políticos en Uruguay, “y olvidate del lavado, pensá en la connivencia, las necesidades de un empresario de estar bien con el partido que gobierna”.

“Eso explica que una cadena de supermercados le aporte a todos los partidos. No es afinidad ideológica”, añadió.

“Una de las obligaciones que siento en todo lo que he hecho es el sinceramiento. No nos hagamos verso. A la gente hay que decirle la verdad y prefiero eso y que mañana me pegue todo el sistema político (y que me digan) ‘a ver, demostrame que hay alguien tocado’”, concluyó.