Las críticas por los tiempos de espera para acceder a diversas consultas médicas se acumulan por parte de usuarios del sistema público y privado de salud. Frente a esta situación, que no es nueva, la actual gestión del Ministerio de Salud Pública (MSP) reiteró que trabaja en una estrategia “integral” para “reducir” estos tiempos y “mejorar el acceso a la asistencia”.
Tras un pedido de acceso a la información pública realizado por El País sobre el tema, el MSP dio a conocer los datos que tiene de tiempos de espera de varias especialidades e instituciones correspondientes al año 2024. En el documento, la cartera reconoce que existen “debilidades” en el sistema de información vigente y “problemas” con los datos que brindan los prestadores de salud.
Se solicitó, además, datos de espera del primer semestre de 2025 pero se respondió que no estaban disponibles.
En torno a la situación de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el MSP dijo no tener ninguna información sobre los tiempos de espera de Medicina General ni de especialidades, tras marcar falencias en la recolección de datos del prestador que atiende a casi 1,5 millones de uruguayos.
En lo referente a las instituciones privadas, la mayoría de las 41 mutualistas cumplen con los plazos de espera, no obstante la cartera explicó que la información con la que cuentan es muchas veces parcial -no se cuenta, por ejemplo, con datos del área quirúrgica- y dio cuenta de diversos problemas en cuanto a cómo esta se procesa.
Datos. Antes de presentar los tiempos de espera solicitados, el Área de Economía de la Salud del MSP hizo “puntualizaciones” sobre el funcionamiento del Sistema de Información de Agenda de Consulta Externa, donde recaban la información.
Se aclaró que el sistema releva el tiempo de espera para el “primer especialista disponible”. Esto se define como la diferencia, en días, entre la fecha de solicitud de la consulta y la fecha de la cita médica otorgada.
“Se exceptúan aquellas solicitudes en que exista alguna circunstancia especial por la cual no haya coincidencia entre la fecha de la cita otorgada al usuario y el primer hueco disponible en la agenda de la especialidad médica solicitada: aplazamiento voluntario, aplazamiento por solicitud de médico de elección y cita a fecha fija por criterio médico”, aclaró el ministerio.
De esta manera, las instituciones de salud consideran “los tiempos individuales de cada una de las citas solicitadas para el primer especialista disponible de cada especialidad y realizan luego un promedio simple mensual”, agregó el MSP.
Pero además, el sistema recoge datos solo de algunas especialidades: Medicina General, Pediatría, Cirugía General, Ginecotocología, Oftalmología, Traumatología, Psiquiatría, Cardiología y Oncología.
Tras describir el registro, y antes de mostrar los datos, el MSP plantea en el documento que identificaron “debilidades y necesidades” con este sistema. Por un lado, que hay una “heterogeneidad en la información enviada por las instituciones”, por lo que “existen problemas de definición, registro y calidad de la misma”.
“Otros factores que influyen son la falta de capacitación específica de los recursos humanos que trabajan en las áreas vinculadas, así como el hecho de que la información no es auditada”, se agrega.
El MSP también marcó que la metodología del cálculo de tiempos de espera presenta “limitaciones” para considerar la “dispersión geográfica de la oferta de los servicios”.
“Esta situación no está definida actualmente y coexisten diferentes formas de interpretación en los prestadores, lo que lleva a diferencias en los porcentajes de solicitudes de citas consideradas para calcular los tiempos de espera para el primer especialista y por ende, en los resultados de dichos tiempos. Esto es especialmente sensible en ASSE, por la gran extensión y dispersión de ese prestador”, explicó el MSP.
ASSE
Respecto a ASSE, durante varios semestres el prestador no envío información cuantitativa, sino cualitativa en cuanto al cumplimiento de la norma. Y “si bien desde el 2012 tenía implementado un Sistema de Gestión de Consultas (SGC), el cual había seguido las especificaciones metodológicas definidas por el MSP, (...) existían ciertas dificultades para poder trabajar con los datos obtenidos e introducirlos en el análisis y comparación con el resto de las instituciones”, señaló el MSP en su respuesta a El País.
Los problemas eran esencialmente dos: “Por un lado, la falta de representatividad del total de la red asistencial de ASSE, y por otro, que los tiempos de espera informados por el prestador en la mayoría de los casos surgen de considerar la oferta disponible a nivel local y de agendas de distinta periodicidad según Unidad Asistencial (UA), criterio diferente al utilizado en la mayor parte del sector privado, lo cual podría llevar a que los tiempos de espera fueran superiores”, explicó el MSP.
El Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), instaurado en el primer gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010), incluyó una regulación de los tiempos de espera, que se concretó a través del decreto 359/007. La titular de la Junta Nacional de Salud (Junasa), Gabriela Pradere, dijo hace un mes que buscan modificar el decreto. Hasta ahora, los prestadores deben brindar a los usuarios una cita para consulta externa en medicina general, pediatría y ginecobstetricia en un “plazo máximo” de 24 horas. Las consultas para cirugía general se deben brindar en un “plazo máximo” de dos días, y las citas para especialidades médicas y quirúrgicas “en ningún caso podrán ser coordinadas en un plazo mayor a 30 días”. Los procedimientos quirúrgicos no urgentes se deben coordinar en un “plazo inferior” a 180 días, desde su indicación.
Mutualistas
En cuanto a los datos que la cartera recibe de instituciones privadas, la respuesta a El País señala que los tiempos de espera “son enviados en forma tabulada, con procesamiento previo por parte de la institución y elaboración de medidas de resumen, no contándose con registros individuales en formato de base de datos, lo que permitiría un mejor tratamiento y verificación de los mismos, así como un procesamiento y análisis ajustados a diferentes objetivos que puedan ser planteados”.
El MSP indicó que a partir de los aspectos “problemáticos” identificados, se generó la “necesidad de revisión y ajustes” del Sistema de Información de Agenda de Consulta Externa, que “se está comenzado a llevar a cabo”.
El objetivo de la cartera que dirige Cristina Lustemberg es lograr una “medición más homogénea y específica de los tiempos de espera, redefinir el análisis de los mismos, incluir otras variables como por ejemplo la medición de otros tiempos de espera (médico de referencia /elección), la referencia y contrarreferencia, la resolutividad médica, la capacidad de oferta de las instituciones y la demanda insatisfecha”, entre otros puntos, según se indicó.
El MSP se plantea, además, “explorar la inclusión de otras dimensiones” para medir el acceso a los servicios de atención médica, como el “análisis de la territorialidad de la oferta de los recursos humanos”.
El senador nacionalista Javier García realizó en marzo un pedido de informes al Ministerio de Salud Pública (MSP) sobre cómo se buscará una “mejora sustantiva” de los tiempos de espera y en qué plazos.
La estrategia proyectada por la cartera se basa en “tres pilares”: “mejorar la normativa”, “gestión, coordinación y complementariedad eficiente”, y un “sistema de información para la medición adecuada, el monitoreo y la evaluación”, respondió el MSP, en julio, de acuerdo al informe al que accedió El País.
Salud Pública anunció la realización de “modificaciones a la normativa vigente agregando plazos máximos para los procedimientos quirúrgicos oncológicos y otras cirugías priorizadas por sintomatologia limitante”, así como también se buscará incorporar a la normativa “plazos máximos diferenciales para procedimientos diagnósticos y terapéuticos”.
También se prevé elaborar “criterios estandarizados para la priorización de la agenda y la lista de espera, vinculados a la vulnerabilidad socioasistencial, la patología y evolución clínica (agudeza, progresión, riesgo) y la capacidad funcional del paciente”.
“Se construirá un sistema de información eficiente de medición de los tiempos de espera”, agregó el MSP en su respuesta a García. Esto incluye la creación de Unidades de Gestión de Agenda Clínica (UGAC), que seguirán de cerca las “demoras”.
Diferencias por especialidades
El MSP respondió al pedido con dos planillas con datos de la espera en 41 instituciones (sin datos de ASSE e incluyendo a los seguros privados), de nueve especialidades, distinguido por semestres del año pasado. “Los datos del primer semestre de 2025 aún no están cerrados”, indicó el ministerio.
En todos los casos, se observan tiempos de espera muy variados. Con más demoras en el interior, pero también se registran en Montevideo y en seguros privados. Esperar una consulta médica oscila entre menos de un día hasta más de un mes, según la especialidad y prestador.
En el primer semestre de 2024, entre las consultas a Medicina General, cinco mutualistas, del interior, registraron más del plazo reglamentado de un día de espera (Decreto 359/007), con un máximo de 10 días en un caso.
En Pediatría, ocho mutualistas, también del interior, se ubicaron con una espera mayor al día, llegando a un máximo de 16 días. En Ginecología, 19 instituciones, de Montevideo e Interior, registraron una espera superior al día, llegando a un máximo de 19 días.
En Cirugía General, 11 instituciones, de Montevideo e interior, se ubicaron por encima del plazo de dos días que indica la normativa, con un máximo de 15 días. En Cardiología, una institución, del interior, superó el mes de espera que pone como tope la normativa.
En Oftalmología, tres instituciones, de Montevideo e interior, superaron el mes de espera para una consulta, con un máximo de 38 días para obtener una consulta. En Psiquiatría, dos instituciones, del interior, superaron el mes de espera que pone como tope la normativa, con un máximo de 36 días.
En Traumatología y Oncología, las instituciones no reportaron esperas superiores al mes, que es el tope que pone el decreto 359/007. En las nueve especialidades medidas, si bien no se supera el tope en la mayoría, el plazo para acceder es muy oscilante entre cada institución.
En el segundo semestre de 2024, entre las consultas a Medicina General, también cinco mutualistas, del interior, registraron una espera superior al día, con un máximo de 13 días. En Pediatría, cinco mutualistas, también del interior, tuvieron una espera mayor al día, llegando a un máximo de 17 días.
En Ginecología, 13 instituciones, de Montevideo e Interior, registraron una espera superior al día, llegando a un máximo de 19 días. En Cirugía General, 12 instituciones, de Montevideo e interior, se ubicaron por encima del plazo de dos días que indica la normativa, con un máximo de 18 días.
En Oftalmología, dos instituciones, del interior, superaron el mes de espera para consulta, llegando a 36 días. En Psiquiatría, dos instituciones, de Montevideo e interior, superaron el mes de espera que pone como tope la normativa, con un pico de 32 días.
En Traumatología, una institución, del interior, la espera superó al mes (31 días). En Oncología, también se reportó que una mutualista, del interior, registró una espera de 36 días para acceder a una consulta. En Cardiología, no se reportaron esperas superiores al mes.
-
Subsecretario de Salud no sabía que tenía el micrófono abierto, se le escapó una broma y pidió disculpas
Gobierno extiende intervención de Casmu por hasta un año más y descarta riesgo asistencial en el último año
Uruguay tuvo en 2024 la menor cifra de muertes por SIDA del quinquenio, pero incumplió con la meta de Onusida
MSP registró el pico más alto de infecciones respiratorias graves en menores de 15 años desde 2023