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Precandidatos blancos recurren a distintas estrategias para captar a votantes del Frente Amplio

Laura Raffo procura no extenderse con críticas a la coalición de izquierda; Álvaro Delgado confronta a la dirigencia opositora y pasa un mensaje de “unión de los uruguayos”.

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Acto de la Comision Nacional de Jovenes del Partido Nacional
Los precandidatos Delgado y Raffo buscan ganar las elecciones internas, el primero es el favorito.
Foto: Estefania Leal

Quienes aspiran a ganar la interna en el Partido Nacional -lo mismo ocurre en el Frente Amplio- saben que toda estrategia que desplieguen en esta primera etapa electoral debe tener en cuenta que luego seguirán otras que pueden quedar condicionadas con lo que se haga en este primer tramo de la campaña.

Y además tienen claro que lo más probable -lo que proyectan analistas y encuestadoras desde hace meses- es que se llegue al mes de noviembre con un escenario de paridad entre bloques -con un leve favoritismo a favor de uno de los dos, que hoy por hoy es el Frente Amplio (FA)- y que gane quien gane lo hará por un estrecho margen, tal como ocurrió en el balotaje de 2019 y en el referéndum contra 135 artículos de la LUC en marzo de 2022.

Así, además de buscar la mejor manera de diferenciarse, sin entrar en polémicas internas que no tengan retorno -esa es una fuerte preocupación entre los nacionalistas por estos días-, los precandidatos blancos también van mostrando diferencias a la hora de marcar postura con respecto a la coalición de izquierda. Lo hacen sabiendo que, justamente, cuando hay una diferencia que bien puede volver a ser de 30 mil votantes en las elecciones, no se puede tratar al frenteamplista como un enemigo.

Sin embargo, en un momento en que los blancos ya tienen su mapa mayormente conformado -con Álvaro Delgado como claro favorito, ya que las consultoras han mostrado que mantiene una distancia de varios puntos con Laura Raffo- surgen estrategias distintas.

La economista, por ejemplo, que ha sido muy dura en las críticas al FA durante la campaña por las elecciones departamentales 2020, la que encabezó en nombre de la coalición multicolor -y luego como referente de la oposición montevideana hasta mediados de este año-, ha decidido ahora que en sus discursos como precandidata a presidenta las alusiones a la coalición de izquierda sean más bien escasas.

“En sus recorridas y conversaciones con los vecinos se ha dado cuenta de que a la gente no le importan las peleas entre políticos”, indicaron a El País allegados a Raffo, que agregaron que ella: “No se dedica a hablar del FA”.

En su primer discurso del año, este 2 de enero desde Paysandú, de hecho, la economista hizo directa mención a la necesidad de trabajar “no contra el adversario (...) ni contra los que piensan distinto”, y que en cambio “hay que pensar por y a favor de: a favor de los uruguayos, por los uruguayos, por la educación, por el empleo”, puso de ejemplo la precandidata, que basa sus exposiciones y entrevistas en la idea de que ella representa “una segunda ola de transformaciones”.

La estrategia que sigue Delgado apuesta también a integrar al frenteamplista discursivamente, pero marcando una diferencia cuando se refiere a la dirigencia de la oposición. Desde hace tiempo ha definido que para él del otro lado está el “peor Frente Amplio” -sin “cortafuegos” que eviten su radicalización, con un espacio moderado que entiende cada vez más reducido- y en los últimos discursos ha resumido la actuación de este partido con una enumeración de actitudes políticas, como hizo este martes también en Paysandú. Allí, luego de afirmar que aspira a ser “el presidente de todos los uruguayos para unir a los uruguayos”, habló de la necesidad de “terminar con esa manija de tratar de emparejar para abajo, dividir en buenos y malos, y (propiciar) la brecha y (el) uno contra otros”.

En otro discurso reciente, semanas atrás, durante la convención nacionalista, destacó la realización de varias obras de este gobierno para luego decir que “si el FA no hubiera gastado la plata en capitalizar Ancap en más de US$ 800 millones, si no hubiera gastado la plata en una regasificadora de US$ 200 millones que nunca se hizo, (y) si no hubiera gastado la plata en un Antel Arena, seguramente se hubieran priorizado obras como (la planta de) Arazatí, para darle agua potable en forma segura y permanente a la zona metropolitana de Montevideo”.

Esa línea es compartida por otro de los precandidatos blancos que tiene el partido, Jorge Gandini, y por dirigentes cercanos que acompañan al exjerarca de gobierno, como los ministros Martín Lema (Mides) y Javier García (Defensa), que suelen cargar duro contra la oposición.

En paralelo, asimismo, Delgado se ha preocupado por establecer que tratará que todo cruce con los dirigentes y precandidatos del FA sea respetando los “códigos” de convivencia y ha definido como uno de los ejes de su campaña el concepto de “continuidad” como un valor “dinámico”, de evolución “hacia adelante”, defendiendo los valores de “la certeza y la tranquilidad”. Y fue explícito el 2 de enero en cuanto al objetivo final que está buscando: declaró que, pensando en “octubre y noviembre”, desde ya tiene presentes a “todos los votantes, incluso a muchos que votaron al FA en la elección pasada y que hoy ven, después de cinco años, cómo este gobierno actuó ante cada una de las cinco crisis (covid, sequía, falta de agua, Ucrania y diferencia cambiaria con Argentina) y cómo a pesar de ese proceso el Uruguay está creciendo, avanzando”.

Además

El dilema de la “moderación” y polarización en las internas

El dilema de si ya adelantar el posicionamiento que se tendrá en la siguiente fase, cuando todavía hay que pasar por la instancia de las internas, suele ser una preocupación en los precandidatos con chances de acceder a la competencia de octubre. Ahora, si es conveniente seguir uno u otro camino -polarizar el discurso y moderarlo después o ya matizar el mensaje en busca de “las mayorías”- es algo que depende de a quién se consulte.

Por ejemplo, para el politólogo Eduardo Bottinelli (de la consultora Factum) lo mejor es cumplir las etapas, ya que “lo que no ha funcionado, al menos hasta ahora, es que quien busca un discurso moderado ampliando el abanico le vaya bien en la interna”. Señaló que, por lo general, se tiende a buscar la confrontación, para enviar así “mensajes hacia la interna, buscar que otro candidato más moderado se radicalice para hacerle perder su esencia y buscar elegir contrincante hacia octubre/noviembre”.

Mariana Pomiés, de la consultora Cifra, en tanto, entiende que los precandidatos blancos pueden hoy sacar más rédito mostrándose “propositivos”, para captar así “votantes que pueden haber perdido respecto a la elección pasada y que ahora estén disconformes y evaluando otras posibilidades”. Sobre los mensajes contra el Frente Amplio, la politóloga agregó que “hablar del otro cuando ni siquiera está en la gestión es algo difícil en Uruguay”.

 Jorge Gandini
Entrevista a Jorge Gandini.
Foto: Francisco Flores

Gandini: “Es con el FA con el que hay que discutir”

Jorge Gandini no tiene dudas de que “al que hay que ganarle es al Frente Amplio”, y que es ese partido con el que los precandidatos blancos como él tienen que “discutir, diferenciarse y enfrentar”. “Si gana el FA la próxima elección -argumentó- sería un retroceso enorme para el país y eso es algo que hay que poner de relieve desde el primer día”. Por eso, agregó, se opuso enseguida a la recolección de firmas, para anular la reforma previsional. “Es contra el FA y contra la dirigencia más radical del PIT-CNT”, concluyó.

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