COVID-19 EN URUGUAY

La firmeza del presidente Luis Lacalle Pou y del secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, marcó el tono de la reunión con los representantes del Sindicato Médico del Uruguay (SMU). Tensa. Pero luego de las exposiciones de uno y otro lado, ambas partes acordaron colaborar, porque la gravedad de la situación lo amerita.

Lacalle recibió ayer en Torre Ejecutiva de Presidencia de la República al SMU para conocer los argumentos de la gremial médica que solicita al gobierno que decrete la cuarentena general hasta el 12 de abril por la propagación del coronavirus.

Durante más de una hora y media el presidente y la cúpula del SMU intercambiaron elementos sobre las medidas a adoptar para mitigar la propagación del coronavirus. Allí Lacalle les pidió “baja la pelota” al piso para “dejar trabajar” al gobierno que ayer anunció nueva medidas de prevención. También dejó bien en claro su malestar por la forma en la que el sindicato se manifestó públicamente la semana pasada al pedir la medida.

Es que el Poder Ejecutivo creó un comité en el que integró al SMU junto a otros gremios de la salud para justamente intercambiar información en ese ámbito. El jueves pasado, antes de la primera reunión de ese nuevo órgano, el gobierno instó al SMU a argumentar las razones por las que solicitó decretar la cuarentena general. La respuesta llegó al otro día, minutos antes de ingresar a dicha sesión.

De acuerdo a fuentes que participaron del encuentro de ayer, uno de los momentos más álgidos de la reunión fue cuando la secretaria general del SMU, Zaida Arteta, trasladó la inquietud por la falta de tests diagnósticos y por la respuesta de personas que aún con las exhortaciones del Ejecutivo salen a la calle. La fuente incluso comentó que Arteta le dijo al mandatario que “si seguimos así, en un par de días vamos a estar como en Italia o España”. Ambos países son hoy los más golpeados por la pandemia en el mundo.

Lacalle dejó bien en claro ayer en conferencia de prensa que desde su lugar como presidente no hace política y que gobernar es una “responsabilidad superior”.

Pero este no fue el único intercambio fuerte entre el presidente Lacalle y los representantes de los médicos. Lacalle también transmitió su preocupación por el “costo” que tendría decretar la cuarentena no solo en el plano económico, sino también en el social. Del encuentro participó también el ministro de Salud Pública Daniel Salinas, quien ofició de interlocutor este fin de semana y estuvo al frente de las conversaciones entre el presidente y el gremio. En representación del SMU estuvo su presidente, Gustavo Grecco, el vicepresidente, Gonzalo Ferreira, la secretaria médica Zaida Arteta y los vocales Federico Preve y Rodrigo Perna.

El SMU recomienda al gobierno decretar la cuarentena general, un pedido que en las últimas horas recibió el apoyo de más de 20 sociedades médicas, incluso -con matices- de la Federación Médica del Interior (FEMI). Mientras tanto, en el Colegio Médico del Uruguay la posición es alinearse a las recomendaciones que realiza el Poder Ejecutivo.

Más temprano, el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, fue recibido por Delgado. Si bien en el encuentro hubo intercambio de posturas, el representante del partido de oposición acordó apoyar la “línea sanitaria” que está llevando adelante el gobierno.

Pero estas no fueron las únicas reuniones de ayer en Torre Ejecutiva. También estuvo el senador y líder de Cabildo Abierto Guido Manini Ríos, quien se reunió con el presidente Lacalle. A la salida del encuentro, el general retirado coincidió con Lacalle en que “no están las condiciones, ni es conveniente a nuestro entender”, decretar por el momento la cuarentena general, medida que ha tomado Argentina y otros países para frenar el avance del coronavirus.

Manini explicó que fue él mismo quien solicitó la reunión al presidente pero remarcó que lo hace “periódicamente” para “intercambiar ideas, ver la marcha de los acontecimientos”. El jueves pasado Manini pidió al Poder Ejecutivo -cuyo propio partido integra- “postergar la suba de las tarifas públicas hasta que la situación se normalice”, como una forma de compensar a los ciudadanos.