Cómo elegir alimentos saludables: cinco superalimentos fáciles de encontrar e incluir en la dieta

Cada vez que hacemos el surtido buscamos alimentos nutritivos; sin embargo, las tiendas están llenas de productos que no lo son. En este sentido, los expertos resaltan la importancia de incluir superalimentos como arándanos, ajo, huevo, kéfir y salmón. A continuación, las propiedades de cada uno de estos alimentos saludables.

1. Arándanos. El doctor Carlos Andrés Zapata recomienda esta fruta con altos niveles de polifenoles que protegen contra el estrés oxidativo y antocianinas para la función cerebral; esto significa que protege contra el envejecimiento y la aparición de enfermedades neurogenerativas como el alzhéimer y la demencia. También ayudan a mantener y bajar de peso, reducir la presión arterial y prevenir la diabetes, por su bajo contenido de azúcar.
2. Salmón. Es rico en omega 3 y omega 6, grasas sanas que estimulan la producción de colágeno y evitan la progresión de enfermedades como el alzhéimer. Es una de las proteínas más completas, ayuda a mantener la sensación de saciedad y es rico en potasio, selenio y varias vitaminas del complejo B.
3. Ajo. Bruno Román Real, médico mexicano con más de 30 millones de seguidores en sus redes sociales, recomienda el consumo diario de ajo gracias a sus bondades como mejorar la salud cardiovascular y modular los niveles de LDL, conocido como el 'colesterol malo'. También asegura que fortalece el sistema inmunitario.
4. Kéfir. El doctor Mauricio González asegura que los alimentos fermentados contienen probióticos que compiten en nuestro intestino con las bacterias patógenas, lo que las modula y reduce la carga inflamatoria. Adicionalmente, contienen vitaminas del complejo B y K2.
5. Huevo. Este alimento es una excelente fuente de proteína y mejora la salud cardiovascular debido a sus grasas saludables. Tiene vitaminas del complejo B y es rico en colina, fundamental para la formación de membranas celulares, la síntesis de neurotransmisores y la extracción de grasa del hígado.

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Sofía Gomez, El Tiempo/GDA