¿Todo te cae mal? Tres alimentos para mejorar la microbiota intestinal y prevenir enfermedades digestivas

A la hora de buscar alimentos que potencien la salud digestiva y regeneren la microbiota, los probióticos son fundamentales; una forma de consumirlos es con alimentos fermentados.

Yogur
Yogur.
Foto: Freepik.

Los probióticos fortalecen el sistema inmunológico, mejoran la digestión, repueblan la microbiota intestinal y, además, podrían tener un efecto positivo en la salud mental. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) los define como “microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades adecuadas, tienen una influencia positiva en la salud del individuo”.

De hecho, se ha comenzado a explorar cómo es que los alimentos fermentados impactan en la salud mental. “Existe un eje intestino-cerebro que vincula la dieta directamente con el cerebro y su comportamiento en función de la salud de la microbiota”, dijo la doctora Nicole Avena, profesora asistente de neurociencia en la Facultad de Medicina Mount Sinai.

Granos de kéfir
Granos de kéfir.
Foto: Freepik.

¿Dónde encontrarlos? Principalmente, en alimentos fermentados como:

  1. Chucrut. Se obtiene a partir de la fermentación láctica natural de hojas finamente picadas de diversas variedades de repollo blanco y duro (Brassica oleracea). “Es un alimento probiótico porque en el proceso de fermentación sucede la colonización, es decir, se desarrollan microorganismos vivos que luego uno incorpora a su propia microbiota”, explicó Yael Hasbani, asesora en Dietética y Nutrición Natural.
  2. Yogur. Posee proteínas, calcio, vitaminas del grupo B y grasas saludables, además de minerales como fósforo, potasio y magnesio, señaló la nutricionista Milagros Sympson.
  3. Kéfir. Se obtiene a través de la fermentación de la leche por medio de un cultivo de bacterias y levaduras, conocido como “granos de kéfir”. El estudio Efecto de la administración de probióticos sobre la microbiota intestinal, conocimientos actuales y aplicaciones potenciales detalla que el consumo regular de kéfir contribuye a un aumento en la diversidad bacteriana intestinal, lo que se asocia con una mejor salud digestiva y un menor riesgo de infecciones gastrointestinales. Otra investigación publicada en la revista Frontiers in Microbiology, revela que los probióticos del kéfir son capaces de modular la respuesta inmune y mejorar la función de las células T, fundamentales para la defensa del cuerpo frente a agentes dañinos.

La Nación/GDA

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