Leonardo Guzmán

Leonardo Guzmán

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“Ese supuesto país de las dos mitades” se alimenta por la explotación política que se hace de algunas divisiones.
Para medio país gobernarán los propios y para el otro medio país gobernarán los otros.
Caminando entre drogados y basura, todo esto es una retahíla de confusiones y criminalidad.
En nuestra democracia, las Cámaras no tienen solo la función de legislar y controlar al Poder Ejecutivo.
El alma liberal tiene que reconocer las coincidencias con el interlocutor, sea amigo o adversario.
A fuerza de importar modas de escenarios opuestos al nuestro, hemos anestesiado la sensibilidad ante lo absurdo.
Hay capítulos enteros de la vida nacional que son deficitarios y sin embargo no se miden en planillas Excel.
No necesitamos creer que un cargo es requisito para dialogar con la autoridad.
La repetición de las infamias ha ido produciendo acostumbramiento. Hoy somos un país distraído y sin reflejos.
En la atmósfera sensualista donde el dato tiene más peso que la reflexión, fue fácil desterrar al pensar profundo.