
Hebert Gatto
Más de este autor
El proceder del sistema político fue más que lamentable. Fue incapaz de acordar un nombre para Fiscal de Corte.
La relevancia de la función de un Fiscal radica en que es el brazo denunciante del estado.
La oposición se cierra a cualquier cambio y sueña con un modelo que fracasó en el mundo.
“Para el Pit-Cnt y el PCU, el comunismo es una necesidad histórica de la que emergerá una nueva humanidad”.
“Mantener mesura, denunciar lo que infrinja la ley, pero cuidar el tono de las acusaciones”.
Batlle fue procesado, en un disparate injustificable, por denunciar que se se venía un Golpe.
El acto de impostura de quien se arroga un título que no tiene, erosiona la confianza ciudadana.
Fue un espía cabal que cobraba mensualmente por sus aportes, recibía regalos y luchó por seguir en el puesto.
SEGUIR hebert gatto Introduzca el texto aquí Para los voceros del Frente Amplio no existen dudas, los Ministros de Relaciones Exteriores y del Interior así como sus Subsecretarios, a la vista de las repercusiones del caso Marset, deben dejar de mentir al Parlamento, hacerlo debilita a la democracia. Para otro despistado, de tono duro y mirada siciliana, debe renunciar el Presidente, el mismo ha demostrado no estar a la altura del cargo. Es asombroso ver como la irresponsabilidad con que ciertos personajes de la izquierda juzgan a los actores, a las instituciones involucradas y a la estabilidad del sistema político basados en sus majaderías. Cuando la situación exige calma, prudencia y profundidad en el juicio, ellos apuestan a la politiquería menor, con ello no hacen más que comprometer a la democracia, una construcción débil que necesita confianza y estabilidad. De ahí al escándalo político, a someter a la ciudadanía a una indebida tensión, y amenazar todos los días con el Apocalipsis, sólo resta un breve espacio. A semejante estrategia la denominan oposición.
SEGUIR hebert gatto Introduzca el texto aquí Nuestro continente está tan debilitado, tan vencido en sus cimientos que uno teme se hunda en las profundidades llevándose a sus constituciones, sus partidos, sus líderes y a todo un sistema político incapaz de dar respuesta a sus acuciantes problemas. Pero también a una ciudadanía inocente de sus desgracias. Quizás con la esperanza que un caudaloso baño de mar y una fuerte inyección de sal atlántica, pueda generar el milagro de un nuevo comienzo, un despertar sin pesadillas que lave la corrupción, el apetito de poder, la irresponsabilidad centenaria de una clase política día a día más incompetente.