LISTA

Este es el mundo de las series, nosotros solo vivimos en él. El formato se volvió un lenguaje universal que excede orígenes y culturas. Podrá ser un grupo de ladrones de bancos españoles, un juego mortal coreano, un crimen en los fiordos noruegos o la historia de un ídolo del fútbol pero siempre termina en evento global.

La acumulación de plataformas de streaming (en Uruguay hay disponible, fácil, más de media de docena) es un razón del persistente auge. Ayudan la experiencia doméstica y la comodidad de un formato corto para tiempos de atención tan abreviada. Por lo que sea, algo ha convertido a las series, miniseries y hasta telenovelas en fenómenos globales del que hay que ser parte para no quedar afuera de las charlas cotidianas.

Esta no es una lista de las mejores porque no hay nada más subjetivo que las series. Hay una para cada uno y es difícil replicar la experiencia sin caer en tecnicismos, aportes cinematográficos, explicaciones sociales que poco aportan a eso de distraerse un poco. El orden es, se avisa, caprichoso.

Fue, más allá de consideraciones personales, lo más importante que se estrenó en el rubro serie en 2021. Al igual que Parásitos, la película de Bong Joon-ho que arrasó en los últimos Oscar prepandémicos, este drama liviano de ciencia ficción está hablando de las disparidades económicas de Corea del Sur que llevan, en este caso, a que haya 456 participantes de un juego mortal convertido en atracción televisiva. De algo de eso hablaba Los juegos del hambre, pero acá el despliegue es más colorido y abarca nueve episodios. Ese comentario social y algunos facilismos le reportaron una base de seguidores global que Netflix evaluó en 148 millones de hogares convirtiéndola en la serie más vista en la historia. Ya hay confirmada una segunda temporada; parecía inevitable.

La segunda serie de Kate Winsletpara HBO (la otra había sido Mildred Pierce de Todd Haynes en 2011) le dio a la cadena un poco de aire en la competencia del rubro con Netflix. Son siete episodios escritos por Brad Ingelsby y dirigidos por Craig Zobel, sobre una mujer policía (Winslet) en un ambiente económico, social y moralmente empobrecido de pueblo chico. Debe investigar la desaparición de unas muchachas y es una negligente serial. Es un drama fuerte que, a pesar de algunas resoluciones facilonas y líneas narrativas subutilizadas, sabe mantener la tensión de policial sin perder el ojo en el drama personal.

Generó cierto revuelo que alimentó la expectativa por esta versión de Amazon de la vida de Diego Armando Maradona. El escándalo es que sería una versión morbosa y algo amarillista de una vida que, si la vamos a contar en una serie, hay que contarla con morbo y amarillismo. Es, en todo caso, una exaltación aún en sus contradicciones de un ídolo popular y para contarla hay exageraciones y ficcionalizaciones. La cantidad de estrellas que figuran y los alardes de producción, la convierten en un producto muy pensado. Incluso como para saber cómo hacer enojar a unos cuantos.

No podremos ver, porque está en Apple TV, Ted Lasso, la sitcom con Jason Sudeikis que ya ganó siete premios Emmy, pero por lo menos tuvimos Hacks, la sitcom más premiada en los últimos Emmy. Es la historia del vínculo entre una joven comediante (Hannah Einbinder) que termina al servicio de Deborah Vance (Jean Smart), una estrella del humor que es leyenda viviente en Las Vegas y todo lo intolerablemente caprichosa que puede ser alguien así. Es una típica comedia de malos entendidos que, más o menos se terminan resolviendo en el vínculo entre estas dos mujeres tan distintas. El final, un verdadero cliffhanger, nos tiene a todos esperando la anunciada segunda temporada.

Es una serie rara aunque sea sobre las cosas más simples de la vida: es Wilson con su cámara doméstica y su micrófono de segunda mano, saliendo a recorrer Nueva York y dejándose llevar por lo que aparezca. Puede, por ejemplo, terminar en un congreso sobre “el efecto Mandela”, una extraña conspiración que asegura que hay un mundo paralelo en el que, por ejemplo, las marcas se escriben distintas entre otras inconsistencias dignas de Matrix. Wilson escucha y muestra con respeto y cariño a los personajes, por su ciudad y por la vida de los demás y lo hace una experiencia casi zen. 

Es como Dinastía para tiempos así de capitalistas. La serie, creada por Jesse Armstrong, se centra en la familia Roy, los dueños de un conglomerado de medios que se disputan la herencia del patriarca Logan Roy, interpretado con fiereza por Brian Cox. Este año se estrenó la tercera temporada y es Shakespeare en conglomerados globales y con mucho más dinero y mucho más poder que un empobrecido reino en Escocia. Ha sido consagratoria para sus actores de reparto, principalmente para Jeremy Strong que hace de Kendall, uno de los nenes que están detrás de ese trompo.

Hablando de fenómenos globales, uno de los más grandes llegó a su final. En este tiempo, la banda de los mamelucos rojos y las caretas de Dalí, ha vivido aventuras diversas que expandieron la idea más allá de aquel robo a la Casa de la Moneda española. La casa de papel generó estrellas (Úrsula Corberó; Jaime Lorente), modas, parodias y preocupación popular por el destino de gente que responde a nombres de capitales de países como en un tutti frutti. Había ido perdiendo algo de su fuerza pero sus seguidores le hicieron el aguante.

La entrada al mercado de Disney+ potenció y le dio nuevas vidas a muchos de sus productos estrella. Así, con Wandavision, Falcon and the Winter Soldier, Loki y Hawkeye extendieron el universo cinematográfico de Marvel al formato serie con las mismas estrellas y un despliegue de producción, digamos, cinematográfico. Por la originalidad del formato (es una sitcom) Wandavision debe ser saludada como una concesión divertida al serio mundo Marvel, mientras Loki (con Tom Hiddleston) y las otras dos le dieron vida a personajes que venían pidiendo pista propia. 

Los Beatles son tendencia. Este documental en tres episodios sigue la última sesión de grabación de la banda, centrándose en el proyecto creativo y en la conciencia de que se estaba viviendo un momento histórico de la cultura occidental. Peter Jackson, que tuvo acceso a 55 horas de filmaciones inéditas, se concentra en eso y en las tensiones de una banda que había recorrido el largo camino de una revolución victoriosa y estaba transitando la despedida. Se ha dicho, con razón, que 468 minutos es mucho, pero debe haber sido difícil controlarse ante tanto para elegir.

Creada por Molly Smith Metzler e interpretada por Margaret Qualley (la hippie que lleva a Brad Pitt al rancho en Había una vez...en Hollywood) este es un drama social sobre la lucha de una madre que acaba de salir de una relación abusiva, por proveer a su única hija en ambiente hostil. Consigue trabajo de limpiadora, mientras lidia con una madre problemática (intepretada por Andie MacDowell, la madre de Qualley en la vida real) y posterga sus sueños de ser una escritora. La historia revela un mundo de asistencia social, conflicto familiar que la aleja de cualquier ejemplo edulcorado, que suele ser una tendencia del género. Tiene tres nominaciones a los Globos de Oro, incluyendo mejor miniserie.