Los 10 lanzamientos de música uruguaya que hay que escuchar hoy: canciones y discos de setiembre 2025

Empezó el último tramo del año y, antes de que llegue la época de balances, esta es una buena oportunidad para ponerse al día con la música uruguaya de 2025. Solo en setiembre se publicaron varios discos, EPs, canciones y registros en vivo que confirman el gran momento de la escena local.

Esta lista presenta 10 razones, pero la cosecha sigue: en los últimos días se publicaron destacadas novedades, como los Maia Castro canta a Zitarrosa y Amalia de la Vega y Abrir, de Guadalupe Calzada; las canciones "Debí hacerle caso", de Agustina Giovio, "Quiero averiguar", de Lucía Lucía; y "Siento que no te encontré", de Valuto.

Hugo Fattoruso y Fernando Cabrera presentan esta noche en el Auditorio del Sodre el vinilo que documenta su histórico encuentro del año pasado en el Solís. El segundo adelanto, “Al mismo tiempo”, reimagina aquella canción de 1987 que formaba parte de Mateo y Cabrera. Ahora hay un cambio de roles: Fattoruso toma la voz principal, mientras Cabrera asume los coros que antes hacía Mateo. El teclado, con aire de clavicordio, se entrelaza con la guitarra siempre precisa de Cabrera y realza algo que a veces queda de lado: la delicadeza vocal de Fattoruso. Cuando las voces dialogan y se reafirma la raíz candombera, el tema se convierte en una pieza luminosa que reafirma la potencia de esta alianza artística.

La suavidad y la sorpresa también pueden ir de la mano. En “rayada”, su primera canción, que le presenta al mundo su proyecto solista, la cantante uruguaya Nüry explora sus ansiedades amorosas en una pieza impredecible y a la vez hipnótica. El tema amaga con tener un claro perfil neo-soul; sin embargo, cuando llega ese juguetón “che, pará, dame un minuto para mí”, todos los esquemas se desarman y la realidad se deforma. Los instrumentos cambian la jugada en cada vuelta, y la voz, suave, pero con mucho cuerpo, dibuja ideas sobre bases que nunca paran de moverse, con un sonido de hi-hat que martilla y un bajo que invita a perderse. Es un gran augurio.

El primer disco en vivo de Julieta Rada llega en plena consagración: Candombe obtuvo una nominación al Latin Grammy y cuatro a los Graffiti, incluido álbum del año. Este registro de su show de marzo en el Solís consolida su presente dorado y está disponible también en YouTube. El álbum muestra un retrato fiel de su identidad artística: su voz dulce y expresiva, una banda de primer nivel, un repertorio impecable e invitados como Nahuel Pennisi, Abril Olivera, Tabaré Cardozo, Balta y, por supuesto, su padre Ruben Rada. Son noventa minutos de groove candombero con grandes momentos como la versión funky de “Birincuynamba”. La cúspide llega cuando Ruben y sus tres hijos quedan solos en escena para una versión íntima y conmovedora de “Sudáfrica, canción antigua”.

Era imposible imaginar que el nuevo viraje musical de Alfonsina iba a ser acústico. Sin embargo, la cancionista que cautivó con el sonido retro de “No es mi primera vez”, se aventuró a lo más experimental y hoy es voz y guitarra en la banda de rock Filo, volvió a lo esencial, a la guitarra y la voz como fuente, quizás como única alternativa para decir lo que estaba necesitando. En “Perder algo de tiempo (Pausa y Fogeo)”, una vibrante colaboración bilingüe con Paulinho Moska, la dupla juega en una construcción rítmica que nos recuerda de que se alimenta el fuego interno. Suena al límite que une a la tierra con el agua y abre con entusiasmo las puertas a lo que vendrá.

Tacuarembó ha vuelto a parir una nueva camada de artistas originales, con voces personalísimas, que están dejando huella en la escena local. De ahí viene Tallo (Joaquín Menchaca), que acaba de lanzar lo que definió como su mayor obra de arte: Criollo, un disco que explica por todos lados de qué se trata este concepto de la post milonga. Con guitarra, poesía y voz, Tallo —que también está a cargo de la moderna producción— construye canciones finísimas, que a la vez conforman un ambiente. Milonguea como si fuera una necesidad básica y eso baña sus temas de algo importante, y a la vez indescriptible. Cruzarse con este disco al mediodía de un domingo gris puede ser amor a primera escucha.

Mientras trabaja en su nuevo disco,Jorge Drexler sorprendió con el estreno de “El fin y el medio”, primera canción que firma junto a su hijo pablopablo y portadora de urgencia. Sobre una guitarra envolvente, que funciona como un arrullo y se estrella contra una percusión paranoide, Drexler canta sobre la guerra —una palabra que no aparece nunca en la canción— y, en medio del horror en Gaza, pone el foco en los niños. Es un ejercicio fiel a su forma, entre la poesía y el ensayo, pero esta vez, más que nunca, es una proclama. Se la puede escuchar seguida de “Últimas luces”, de Clara Pregliasco con Franny Glass, otro lanzamiento elocuente de la música uruguaya.

En “Complicada”, su nueva canción, Bárbara Jorcin reafirma el costado más libre, confrontativo y sarcástico de Corazón de metal, el álbum que le valió ocho nominaciones a los Graffiti. Con energía cercana al R&B y un pulso que invita al baile, recuerda su versión de “Alaridos” junto a Balta. La también integrante de Eté & Los Problems se apoya en un colchón de coros que aporta dulzura a una letra que navega entre autocrítica, ironía y deseo de cambio. El tema funciona como contundente declaración de principios, con versos como: “Soy una mujer complicada, / No me gusta que me discutan nada, / Y si en algo soy excelente / Es para pelear y mostrar los dientes”. El cierre, con la irrupción de los vientos, se convierte en un desahogo bailable y festivo que subraya la versatilidad de su propuesta.

Buceo Invisible está de regreso. A siete años de su último disco, el colectivo que tiene a Diego Presa y Guillermo Wood en sus filas lanzó La mañana del incendio, un viaje por paisajes sonoros donde la calma tensa se encuentra con la explosión rockera de temas como “La casa del ángel” y “Camino de ida”. Climas que refuerzan las letras poéticas y desarrollos instrumentales donde da gusto entregarse convierten el disco en un universo sonoro para explorar, con la sensación de un incendio que destruye y al mismo tiempo invita a un nuevo comienzo. El cierre con “Bradbury” es majestuoso. La mañana del incendio se presenta el 20 de noviembre en Sala del Museo y se publicará en vinilo.

El tercer y último adelanto del nuevo disco de Niña Lobo es un rock ideado para escucharse a todo volumen en un viaje por la ruta, como refleja su videoclip. “Flores celestes” brilla por luminosidad y calidez, con uno de los estribillos más memorables del grupo: “Hay pocas cosas de las que estoy segura, / Y vos seguro sos una”. Es un canto a la amistad, potenciado por efectivos solos de teclados y guitarra. El tema, junto a “Las canciones que cantamos”, refleja el prometedor nuevo rostro musical de una de las bandas más frescas de la escena.

No es fácil proponer algo nuevo. No cualquiera puede trabajar toda una vida en la música, encarar un proyecto solista después de los 50 y entregar uno de los álbumes uruguayos más refrescantes de 2025. Juan Campodónico lo consigue con Todo esto tampoco soy yo, un disco debut que desprende belleza y exige tiempo: está lleno de cosas que esperan ser descubiertas. Cruza la canción popular, la electrónica, el candombe y la milonga para proponer un sonido moderno del que son parte Eli Almic, el mexicano Jósean Log, Jorge Drexler en un tema excepcional, Sebastián Teysera, Zeballos y Camila Rodríguez, así como la poesía de Ida Vitale, el legado familiar y la influencia de Jaime Roos.