BALANCE 2022

Debuts, despedidas y momentos memorables: todo lo que dejaron los shows internacionales de 2022

Del éxito de Tini en el Centenario a los shows de Jack White y André Rieu y el adiós de Perales y Serrat, un repaso a las visitas que llegaron a Uruguay.

Tini en el Estadio Centenario. Foto: Darwin Borrelli

Como si el hambre después de la inacción hubiera sido voraz, insaciable, infinito. Como si el covid fuese una mancha que hay que borrar a la fuerza, que hay que cubrir de objetos y recuerdos y cosas y más cosas hasta que no se vea nada. Como si el cuerpo pidiera más, más, más. Así fue el año musical uruguayo: en 2022, cuando se volvieron a abrir las puertas y ventanas cerradas por la pandemia, los artistas internacionales entraron por todos lados.

Hubo regresos, estrenos, despedidas. Visitas que son un clásico, bandas de moda, festivales grandes, sorpresas y noches memorables, de las que cada uno guardará su propio pedazo. Acá, un repaso a lo fundamental de 2022.

Los adioses

Dos leyendas de la canción española se despidieron de los escenarios en Montevideo. En abril, José Luis Perales llegó al Antel Arena con el último recital de su carrera. Cantó sus clásicos y, al igual que el público, aguantó las lágrimas al final de cada tema. Cerró con “Me iré calladamente”, solo con su guitarra, y resumió así el espíritu agridulce de aquella velada. En noviembre, Joan Manuel Serrat trajo su gira El vicio de cantar (1965-2022) al Estadio Centenario, y desplegó un repertorio cautivador y emotivo. La despedida definitiva fue este último viernes en Barcelona, su ciudad.

Las bienvenidas

A pesar de las despedidas, este también fue un año de grandes debuts en escenarios locales. Después de tres reprogramaciones en dos años, André Rieu agotó dos Antel Arena. Fenómenos juveniles como Louis Tomlison —que ya había venido con One Direction pero ahora se estrenó como solista— y Aitana trajeron sus éxitos; y los Guns N’ Roses, por primera vez con el núcleo duro de su formación original (Axl Rose, Slash, Duff McKagan), brindaron un impecable show de tres horas en el Centenario. El público también fue parte de la electrizante experiencia de ver a Jack White en el Teatro de Verano, y los nostálgicos revivieron los ochenta con Bonnie Tyler en el Auditorio del Sodre.

Una fiebre rosa

La vuelta de Tini Stoessel a Uruguay fue un mojón. En la misma temporada en la que hizo seis shows en el Hipódromo de Palermo y otros dos en el Campo Argentino de Polo (acumuló así más de 165 mil espectadores), logró agotar entradas en el Estadio Centenario. El proceso es conocido: se puso en venta una tribuna, se agregaron otras dos y como la demanda seguía, se sumó todo el campo. Al show fueron, al final, más de 46.000 personas según cifras de la productora AM. El que dio el 7 de octubre en Parque Batlle, en una noche calurosa y teñida de espontáneos uniformes rosas, fue el recital internacional más convocante de la temporada uruguaya 2022. Es mucho.

Beats y perreos

La imparable tendencia que llevó a la música urbana a la cima de los rankings de Spotify y otras plataformas tuvo, también, su correlato en la experiencia en vivo. Además de Tini, este año vino a Uruguay el trapero argentino YSY A, que dio dos shows sold out en Sala del Museo y otro en el Antel Arena; vino María Becerra que también vendió todas las localidades; estuvieron Tiago PZK, Dillom por partida doble, Cazzu, Ca7riel y Paco Amoroso, Wos, Chita, Trueno y hasta J Balvin, Luis Fonsi y Sebastián Yatra. El año se cierra, además, como el de la primera gran presentación local del fenómeno Bizarrap, en el festival America Rockstars que también recibió a Emilia, Bhavi y Nicki Nicole. La pospandemia es a puro baile.

Lo inolvidable

Fito Páez entre lágrimas mientras homenajea a Pablo Milanés en una de sus tres noches en el Antel Arena, por los 30 años de El amor después del amor, y el abrazo con Rada a modo de consuelo. Siempre en la misma sala, la irrupción de Juanse en el show de Andrés Calamaro para el estallido de rock y nostalgia de “Para siempre”. La euforia colectiva en el recital de Lali, que le ganó a la fiebre a fuerza de energía arrolladora. Ricardo Mollo sentado en el piso y entregado a su guitarra imposible, elocuente. Raphael y Nathy Peluso, en noches distintas, cada uno con su contagiosa versión de “Vivir así es morir de amor”. Damon Albarn, por fuera del repertorio, con la imagen del Palacio Salvo y la canción “The Tower of Montevideo” en plena actuación de Gorillaz. Yatra, con la camiseta de Nacional firmada por Luis Suárez y en la garganta, una versión de un tema de Rombai. Ricardo Montaner y sus mil clásicos románticos cantados al unísono, con el cuerpo, con todo: esas y tantas, tantísimas, postales de un año concurrido, que volvió a probar que la música, cuando es compartida, puede ser la cura para todo.

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