¿Qué pasa con Leo Fernández? Datos que intentan explicar su presente en Peñarol y los números que sorprenden

"No tenía que cambiar de camiseta”, lamentó un hincha de Peñarol en la salida del Campeón del Siglo, como si pasar de la “8” a la “10” hubiera influido en sus características. Más allá de que es un detalle banal, sí es un hecho que el rendimiento de Leo Fernández en el inicio del 2025 no es el mismo del que tuvo en 2024, pero ¿realmente no es el mismo?

A más de uno le llamó la atención la posición ocupada por el futbolista durante buena parte del partido ante Racing y como lo afirmó el propio Diego Aguirre al término del encuentro: “Cantidad de veces ha retrocedido y ha estado muy bien. También fue para poder poner a Terans y que haya circuitos, pero como no salió nada, los cambios no pudieron cambiar”. A su vez, un análisis del mapa de calor de 2024 y del inicio del 2025 indica que se movió por sectores similares, casi siempre más volcado a la derecha y predominando un área cercana a la mitad de cancha, tanto hacia adelante, como hacia atrás.

En materia de números hay varios de ellos que también son similares a aquellos con los que terminó un 2024 en el que fue la figura indiscutida de Peñarol y del fútbol uruguayo, al punto que Peñarol terminó pagando US$ 6.3 millones, y por eso sorprenden.

Foto: Ignacio Sánchez.

Por ejemplo las estadísticas de sus pases apuntan a que en 2024 cerró con un promedio de 80% de precisión por partido y hasta el momento en 2025 suma un 78%. También acertó un 68% de sus pases largos -una de sus principales característica a través de su buena pegada- y actualmente cuenta con un 67%, en base a los datos que ofrece Sofascore.

En 2025 lleva mejores números en regates conseguidos (79% vs. 76%) y duelos ganados (52% vs. 45%). A eso hay que sumarle que tiene el mismo promedio de pases claves que es de 2.3 por partido, por lo que más de dos veces por encuentro da pases que terminan en remates de compañeros ya sean goles o no.

Y si bien bajó el promedio, en 2025 remata 2.8 veces por partido y en 2024 lo hizo 3.2 ocasiones.

Gráfica: Sofascore.

De todas maneras es un hecho que sus participaciones de gol son la principal diferencia y lo que puede explicar cierto nerviosismo en el futbolista, al que hay que sumarle el importante monto que pagó el club por su ficha.

En los primeros cinco partidos del torneo local de 2024, Fernández ya se había despachado con cinco goles y una asistencia, mientras que en la misma cantidad de juegos de 2025 la historia es muy distinta porque no marcó tantos y solo dio dos habilitaciones que terminaron en gol (vs. Progreso y River).

Hay un hecho que también es evidente y es el momento que atraviesa el club, porque más allá de lo que pueda hacer él, también depende de la efectividad de sus compañeros y las apuestas de Aguirre en el ataque no terminaron de engranar de la misma forma que lo hicieron en el arranque de la última temporada.

Foto: Ignacio Sánchez.

Y no hay que perder de vista que una de las principales virtudes del futbolista está en su remate de pelota quieta y si algo entendieron los clubes es que evitar las faltas cerca del área es una forma de contenerlo y realmente se notó que es algo que se trabaja porque la cantidad de oportunidades con las que contó disminuyó de considerable manera.

Los factores pueden ser muchos y seguramente el propio jugador estará trabajando en poder cambiar esta realidad que hoy lo tiene lejos del rendimiento que mostró y justo en el momento en el que Peñarol más lo necesita. Lo positivo es que tiene margen de mejora y varios partidos por delante para cambiarlo.