AURINEGROS

Los números de la versión 2022 de Peñarol son malos. Los resultados no se le están dando y el juego no aparece. Mientras tanto, los partidos pasan y el mirasol ya le empezó a decir adiós a la lucha por el Torneo Apertura tras el empate sin goles con Cerrito el sábado en el Estadio Centenario.

Pero hay un dato que marca a las claras lo que le cuesta generar peligro al equipo de Mauricio Larriera: los pocos goles a favor que tiene.

En lo que va de la temporada 2022, el mirasol lleva jugados 14 partidos entre Supercopa Uruguaya, Torneo Apertura y Copa Libertadores y la producción ofensiva es escasa y hasta preocupante ya que solamente anotó 10 goles.

Como por si eso fuera poco, recibió ocho y si bien no es una cifra alarmante, evidencia problemas defensivos que siguen sin poder resolverse en el aurinegro.

El equipo de Larriera le hizo un gol a Plaza Colonia en el alargue de la Supercopa, lleva tres convertidos en dos encuentros de la Libertadores y en el Apertura los números son muy flojos ya que suma seis en nueve presencias. Es muy poco.

Pero también es poco lo que Peñarol ofrece desde el juego y más allá de que el equipo había logrado dos victorias al hilo tras derrotar a Liverpool y a Olimpia de Paraguay, el sábado volvió a tropezar hipotecando gran parte de su escasa chance en el Torneo Apertura 2022.

Lo cierto es que Larriera sigue teniendo mucho trabajo de cara al fin de semana y también pensando en lo que se le vendrá por Libertadores ya que el mirasol deber ir dos veces a Paraguay y necesita sumar algún punto si pretende avanzar a octavos de final pero también tendrá la obligación de mejorar sus números y sobre todo, su rendimiento.