Redacción El País
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, indicó que su primer encuentro con Vladimir Putin desde el inicio de la invasión rusa podría tener lugar en las próximas semanas, pero una vez que las potencias occidentales acuerden las garantías de seguridad para su país. “Queremos entender cómo queda la arquitectura de las garantías de seguridad, dentro de siete a diez días”, dijo Zelenski en una rueda con varios medios en la madrugada del jueves.
Una vez que esas garantías se precisen, prosiguió, “deberíamos tener una reunión bilateral (con Putin) en una semana o dos”, como desea el presidente estadounidense Donald Trump, que podría unirse al encuentro en formato trilateral.
En cuanto al lugar del encuentro, Zelenski mencionó como opciones Suiza y Austria, dos países con una tradición de neutralidad, y Turquía, miembro de la OTAN y sede de las últimas conversaciones directas entre delegaciones de Rusia y Ucrania, que no lograron acordar un alto el fuego.
Suiza hizo saber esta semana que garantizará inmunidad a Putin, objeto de una orden de arresto de la Corte Penal Internacional (CPI) por la presunta deportación de niños ucranianos a territorio ruso.
Zelenski descartó por otro lado que China, aliada de Putin, pueda ser un garante de la seguridad de Ucrania, invadida por Rusia en febrero de 2022.
“China no nos ayudó a parar esta guerra desde el principio”, y “ha ayudado a Rusia, abriendo su mercado de drones”, comentó. “No necesitamos garantes que no ayudan a Ucrania”, agregó.
Trump se reunió con Putin el viernes pasado en Alaska, y luego con Zelenski, en la Casa Blanca, el lunes. En el despacho oval estuvieron también los líderes de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Finlandia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
Pese a la intensa actividad diplomática, el acuerdo sobre unas garantías de seguridad no es nada fácil.
Europeos y norteamericanos plantearon diferentes posibilidades, entre ellas la de ofrecerle a Ucrania unas garantías similares a las del artículo 5 del tratado constitutivo de la OTAN, que prevén una defensa conjunta en caso de ataque.
También se ha planteado el despliegue de un contingente militar en suelo ucraniano, y un apoyo en materia de formación, aérea y naval.
Ucrania insiste en dichas garantías porque teme que, aun encontrándose una salida al conflicto actual, Rusia la invada de nuevo más adelante.
A su vez, Rusia se opone a que Ucrania ingresa a la OTAN, y ha advertido que sus propias exigencias de seguridad deberán ser tenidas en cuenta.
El canciller ruso Serguéi Lavrov reiteró este jueves que para su país sería “absolutamente inaceptable” plantear el despliegue de un contingente europeo en Ucrania.
Desde Estados Unidos, el vicepresidente JD Vance dijo que Europa deberá asumir “la mayor parte de la carga” de la seguridad de Ucrania. “Es su continente. Es su seguridad, y el presidente (Donald Trump) ha sido muy claro: tendrán que dar un paso al frente”, dijo.
El canciller ruso Lavrov rechazó además ayer el planteo de Zelenski para celebrar cuanto antes una cumbre con Putin en suelo europeo.
“Está claro que esa actividad respecto al asunto de la organización de una cumbre con el líder ruso tiene como objetivo demostrar una actitud constructiva hacia el proceso de arreglo pero, en la realidad, (busca) reemplazar simplemente el trabajo serio, arduo y difícil para consensuar los principios de una solución sólida para la crisis”, dijo Lavrov en rueda de prensa conjunta con su colega indio, Subrahmanyam Jaishankar.
El jefe de la diplomacia rusa comparó esa postura con los “efectos” y “trucos” que Zelenski empleaba cuando trabajaba como cómico en la televisión rusa y ucraniana antes de convertirse en 2019 en presidente.
“Ustedes recuerdan que aseguró durante largo tiempo que nunca mantendría conversaciones con Putin. Aún ahora no ha derogado su decreto de hace tres años, que prohíbe expresamente negociaciones con Putin”, subrayó.
El canciller ruso insistió en que en Ucrania existe un “régimen neonazi”. AFP, EFE