EN ASUNCIÓN

Lo de ayer fue apenas un adelanto de lo que será hoy laCumbre del Mercosur. Pero la reunión de cancilleres fue suficiente para hacerse una idea del tono de los discursos de los presidentes de los países miembros: Uruguay reafirmará la necesidad de modernizar el bloque, Argentina-ante la posibilidad de que Uruguay firme un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China- pedirá no apartarse de los acuerdos fundacionales y reclamará una mayor integración, Paraguay opinará lo mismo -aunque al mismo tiempo dijo que estaría dispuesto a revisar los tratados- y Brasil apoyará la flexibilización.

Cuatro países forman el Mercosur, pero hoy serán solo tres los presidentes que se reunirán en Asunción del Paraguay: el locatario Mario Abdo Benítez, Alberto Fernández y Luis Lacalle Pou. Jair Bolsonaro, que dio idas y vueltas sobre su participación en la primera cumbre presencial desde el estallido de la pandemia, finalmente no estará. Paulo Guedes (ministro de Economía brasileño) ocupará su lugar, y Bolsonaro enviará un mensaje grabado.

El uruguayo será el último en hablar, lo que implica una ventaja para el gobierno en momentos en que reina cierto clima de tensión en el bloque por el posible TLC con China que la administración de Lacalle Pou ya empezó a negociar. Pero este no es el único conflicto entre los cuatro países.

La decisión unilateral de Brasil de rebajar en mayo el Arancel Externo Común (AEC) en un 10% había generado cierto ruido interno, que fue subsanado ayer con el acuerdo entre ministros de Economía y cancilleres de llevar adelante esa reducción para todo el bloque. También hubo diferencias en las últimas horas en cuanto a si se permitía o no que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, hablara hoy por videoconferencia durante la cumbre. El gobierno de Ucrania hizo el pedido formal a Paraguay, este lo consultó con Uruguay, que se pronunció a favor, pero luego otro de los países miembros -Argentina o Brasil- se opusieron. Fueron tres contra uno, pero como las resoluciones se deben tomar por consenso a Zelenski no se lo va a escuchar.

La primera reunión celebrada ayer, en el marco de la previa de la Cumbre del Mercosur, fue entre ministros de Economía. Y allí, además de llegar a un acuerdo en cuanto al AEC, todos se pronunciaron a favor de firmar un TLC con Singapur (ver aparte). Sobre China, advirtieron varios de los participantes, no se habló. En la primera reunión de cancilleres, que fue durante la mañana y se transmitió online, de forma velada -y a veces no- el posible pacto que Uruguay podría firmar con el gigante asiático sí estuvo sobre la mesa.

El que más criticó las aspiraciones de Uruguay fue el canciller argentino, Santiago Cafiero. El funcionario del gobierno de Fernández dijo que “algunos utilizan el término modernizar” y que para él esto “no implica disgregar el bloque” ni “la toma de decisiones unilaterales”, sino “la responsabilidad de transformar y profundizar el proceso de integración”. Minutos más tarde, el canciller uruguayo Francisco Bustillo, hablaría de “modernizar” a la hora de reclamar la flexibilización en el grupo.

Cafiero pidió, además, “un estudio serio” que muestre “la ventaja de llevar adelante caminos en solitario sobre la regla de oro del consenso de la que se basa el bloque”.

Previo a la participación del canciller argentino, el ministro de Relaciones Exteriores del Paraguay, Julio Cesar Arriola Ramírez, también se refirió a la unidad del bloque y dijo que “es importante resaltar que las diferencias coyunturales no pueden desviar los objetivos comunes”. Ya culminado el encuentro, el viceministro de Relaciones Exteriores afirmó que su país “reivindica los textos fundacionales” del Mercosur, aunque al mismo tiempo dijo que está “dispuesto a conversar” sobre “la modificación” de estos.

Una de las estrategias del gobierno uruguayo -que tiene que ver con algo que también quiere China-, ha sido advertir que el Mercosur podría sumarse a este TLC, es decir que no sea solo Uruguay quien lo firme sino también los otros tres miembros plenos. Cano se refirió a esto y dijo que Paraguay está dispuesto a discutirlo, pero advirtió que “no se aceptarían condicionamientos” por parte del gigante asiático, en momentos en que su país negocia un acuerdo con Taiwán.

En tanto, el canciller Carlos França señaló que Brasil está “dispuesto a discutir con los socios, en las instancias apropiadas del bloque, formatos y mecanismos flexibles que atiendan las especificidades” de cada uno de los países. Para el gobierno uruguayo este apoyo explícito de Brasil ha sido fundamental para seguir avanzando en las negociaciones con China sin que se complique su permanencia en el Mercosur.

“No aceptaremos que se ponga en duda nuestra voluntad de integrarnos”, dijo Bustillo, en un texto que leyó y que pareció haber escrito sabiendo lo que plantearía Cafiero, pues con él respondió sus críticas.

El uruguayo sostuvo que el Mercosur debía embarcarse en un trabajo “modernizador y realista”, al tiempo que señaló que desde el Tratado de Asunción, que está cumpliendo 31 años, “no se ha logrado cumplir con los objetivos fundamentales del bloque”. Y explicó: “El principal eje en materia comercial, la unión aduanera para el relacionamiento externo, se pospuso una y otra vez”

“A la fecha -siguió Bustillo- el Mercosur solo se asemeja a una zona de libre comercio imperfecta (…) Y Uruguay, como una economía de tamaño relativo, no puede darse el lujo de asumir el costo de tener un arancel externo común elevado a nivel mundial, salvo que se obtengan beneficios reales”.

Ya sobre el final de su discurso, el canciller ratificó que Uruguay tiene “potestad de negociar con bloques y países extrazona”, y dijo que lo hará por ejemplo en el “proceso de absoluta seriedad” que se está dando con China. Más tarde, en rueda de prensa, Bustillo lanzó -en referencia a la reunión de hoy entre los presidentes-: “No creo que se pique”.