Su nombre empezó a sonar en el Partido Nacional como una figura que algunos proyectan como potencial líder sectorial. Hoy está en contra de que el Partido Nacional haga una oposición como la del FA en el período pasado. Y sostiene que la gente “no vio en el bolsillo lo que esperaba” del gobierno de Luis Lacalle Pou, y que si vuelve a gobernar debería incorporar una visión “más wilsonista” y con “más justicia social”.
-¿Cómo quedó el Partido Nacional tras la derrota electoral? ¿Qué diagnóstico tiene? Porque la autocrítica todavía no llegó.
-No, no llegó… Creo que tenemos que darnos cuenta de que tiene que convivir un partido que es oposición y gobierno a la vez. Y no sé si el partido está en esa sintonía. Somos gobierno en 96 municipios y en 14 intendencias y oposición a un gobierno nacional. Pero, no siempre las agendas terminan coincidiendo, y capaz que está bien que no coincidan. Ahora con el Presupuesto es un momento donde deberían coincidir. Porque ahora es el momento en que tenés que pelear por lo que peleaste cuando querías ser presidente o gobierno. La pelea es la misma.
-¿Y la autocrítica cuándo va a llegar?
-Creo que antes de fin de año está prevista una hoja de ruta. Por lo menos el directorio está trabajando en eso. Ahora, cada vez menos es autocrítica pensando en ese proceso en donde la idea es flagelarnos y encontrar el culpable. Se están apaciguando las aguas, me parece, y lo que importa, por lo menos para mí, es que primero se escuche a todo el mundo, y luego sepamos qué es lo que tenemos que hacer para mejorar si queremos ganar.
-Y de lo que faltó hacer en el gobierno, ¿dónde cree que estuvo la clave? ¿Faltó proteger mejor los salarios?
-Capaz que la gente no vio en el bolsillo algunas cosas, sí, puede ser… No es un tema de comunicación, como algunos creen y dicen: “Todo lo que hicimos no lo logramos comunicar”. Fue un gobierno embretado por lo que pasó con la pandemia y un montón de cosas, pero capaz la gente no vio en el bolsillo lo que pensaba o lo que esperaba del gobierno. Todos queremos ganar más, todos queremos que la seguridad mejore.
-¿Qué rol va a tener De Centro en este período? ¿Es un sector independiente del Partido Nacional?
-Es un sector independiente. Creo que hoy expresa una cosa distinta de lo que expresa el resto. Una sensibilidad quizá más wilsonista, con vocación más descentralizadora, con una agenda con problemas que quizá no están tan enfocados en los temas de oposición, de ver qué está haciendo mal el gobierno, sino más propositiva, enfocada en lo que le importa a la gente, como la vivienda, la salud, el laburo, la seguridad. Esa es nuestra agenda.
-¿Cómo hay que descifrar el Congreso de Intendentes? Se lo pregunto porque hay algunas miradas que vienen del FA y del propio gobierno que apuntan a que allí se logra una sintonía especial o un mejor entendimiento, algo que hace pensar a más de uno en la posibilidad de que la bancada nacionalista en algún momento pueda partirse, ya que en el Partido Nacional hay, como usted lo decía recién, agendas diferentes.
-Bueno, el Congreso es la esencia de la política. Tenemos problemas, pero los 19 integrantes administramos los mismos problemas. ¿Y cómo no te vas a poner de acuerdo si enfrentamos lo mismo? Yo encuentro soluciones que llevan adelante intendentes que no son de mi partido. En Canelones, por ejemplo, con el tema de la recolección de residuos domiciliarios. Le dije al intendente (Francisco Legnani) que le iba a mandar gente para ver cómo lo está haciendo. También pasa en otros lados, como en Rocha, que está trabajando con las adicciones u otros en el tema productivo. Son problemas comunes donde los partidos no juegan tanto. Acabamos de venir del Senado, donde presentamos una propuesta para la ley de ingresos a las intendencias. Se trata de una propuesta consensuada con todos los partidos. Y ahí también nos pusimos de acuerdo.
-A propósito de ese proyecto, ¿le parece que mantiene el espíritu de lo que en su momento propuso Adrián Peña?
-A ver, el espíritu es aportar transparencia, buscar mecanismos que sean de competitividad… eso se respeta, eso es la esencia del proyecto. Después se consideran cosas que buscan que no se conspire contra el ejercicio de gobierno.
-Vuelvo a lo anterior: ¿ve, entonces, que hay mejores niveles de acuerdo entre el Congreso de Intendentes y el gobierno, que el que se alcanza en el Parlamento entre oficialismo y oposición?
-Sí, creo que sí.
-¿Y esto puede traducirse en votos en el Parlamento?
-No, no, nunca estuvo arriba de la mesa ese tema. Nunca fue un cambio de figuritas, nunca lo planteó así el gobierno ni nosotros.
-¿Pero ese clima puede llevar a que haya más contemplación en las negociaciones que se hagan ahora con el oficialismo por el Presupuesto?
-Lo que nosotros acordamos con el gobierno está plasmado. Y suponemos que los compañeros del Parlamento van a acompañar lo que los intendentes acordamos, va de suyo. El Partido Nacional tiene una postura que es no dejar al país sin Presupuesto. Después, los intendentes arribamos a un acuerdo que entiendo que nuestra bancada va a defender y lo mismo la bancada del FA.
-El senador Sergio Botana ha dicho en los últimos días que él entiende que Lacalle Pou tuvo mejor respuesta para los intendentes en las negociaciones que se hicieron en el período pasado por las transferencias.
-¿Mejor respuesta en qué sentido?
-Que dio más dinero.
-No sé qué suma eso… No hay que olvidarse de una cosa: durante el gobierno de Lacalle Pou los que negociaban eran los intendentes que estaban, no los que habían sido electos. Ya estaba liquidado el tema.
-Sobre el Presupuesto en general, ¿qué valoración hace? Se oponen al tope para las compras directas, ¿no?
-Sí, fue algo que no se conversó en la negociación. De hecho el Poder Ejecutivo pasado lo mandó también y se cambió en el Parlamento y entendemos que eso no es un buen mensaje. Es un tope para la compra directa, que hoy son de hasta 900 y pico mil pesos, y se lo baja a 375. Lo otro que llama la atención es que hay cero peso para la Udelar en el interior.
-¿Orsi no tiene una mirada más atenta hacia el interior que la que tuvo Lacalle Pou?
-No sé. Lo que tiene Orsi es que viene de este oficio. Entonces hay muchas cosas que las entiende. Igual te digo, hoy es presidente y tiene el corsé que tiene cualquier presidente. Gobernar es administrar prioridades. Pero para mí no suma nada hacer la comparación de cuál es mejor o peor.
-¿Cómo ha visto al gobierno en estos primeros meses?
-Estuvo medio turbulento, ¿no? Sobre todo con las renuncias. Y después un poco tiroteado también por la oposición.
-No comparte el tono crítico de la bancada del Partido Nacional. ¿Qué es lo que piensa sobre eso? ¿Es excesivo?
-Creo que está bien ejercer con ahínco el rol de la oposición. Ser oposición es legislar y controlar. Está bien que sea un buen contralor del gobierno, me parece bárbaro eso. Pero a veces se exacerban los ánimos. De hecho, hace pocas semanas vimos un episodio en una instancia (N.d.r: refiere al insulto que le propinó el senador blanco Sebastián Da Silva al frenteamplista Nicolás Viera el pasado 14 de agosto) que es por excelencia de contralor, como es una interpelación. Y terminó sin que se hablara de la interpelación, sino de otra cosa. Por eso decía que la agenda tiene que ser la que la gente está esperando que tengamos. Lo que pasa es que a veces el duelo de marquesinas por integrar un titular o por generar algún comentario picante termina prevaleciendo por sobre las cosas que realmente importan.
-Pero llega un momento que el hecho de estar en la oposición lleva a los partidos a buscar un perfil de crítica. ¿O no lo cree así?
-Sí, pero siendo mejor. Nosotros nos quejábamos del Frente Amplio cuando éramos gobierno. Que se oponían a todo, que a la semana de la pandemia hicieron el caceroleo, y luego militaron contra la LUC. ¿Y nosotros vamos a hacer lo mismo? ¿Qué Frente Amplio hubiera querido el Partido Nacional en la oposición? Claro, algunos sacan la calculadora y dicen: “Si hacemos esto, tenemos chance de ganar”. Y está bien, pero te desnaturalizás. No se puede ganar a cualquier costo o siendo lo que no sos. No estoy en un partido para eso.
-¿Va a ser candidato a presidente de 2029?
- No. No está en mi hoja de ruta. El partido además ya tiene candidato.
-Que es…
-Y será Luis Lacalle Pou.
-¿Pero el Partido Nacional no precisa dos patas?
-Precisa. Pero no necesariamente se tiene que expresar en un candidato. Lo que sí digo que me parece una buena hoja de ruta para adelante a nivel partidario que no se vuelva a la hegemonía de sectores. No generar concentraciones de poder en un sector que tenga vocación de ser grande, y ser grande a expensas de los más chicos. Eso nos costó en el gobierno. También te digo: si mañana Lacalle Pou es presidente, te diría que no me parece que tenga que ser el mismo gobierno. Debería incorporar otras cosas.
-¿Como cuáles?
-Otras visiones.
-¿Una más wilsonista?
-Más wilsonista, con más justicia social, de otro perfil y otra sensibilidad. Si se observa el último gabinete, no encontramos gente que no fuera de su sector.
Hidrógeno verde: Orsi debería “empujarlo”
¿Qué prioridades tiene para la gestión en Paysandú?
-En general, para el departamento, laburo, empleo, trabajo. De la mano, por ejemplo, entre otras cosas, de la oportunidad del proyecto de hidrógeno verde. El gobierno debería empujarlo. Lo veo en sintonía. Y en gestión departamental, mantener la caminería y la modernización. Quiero llevar a otro escalón el relacionamiento de la intendencia con los ciudadanos. Y cambiar el modelo de recolección de residuos.
-¿Cómo están las cuentas públicas en la Intendencia?
-Están bien, están en equilibrio, se trabaja bien.
-Por qué cree que está tan extendido el problema del déficit en tantas intendencias.
-Este tema tuvo prensa porque en toda nueva administración hay muchos que sacan los trapitos al sol. Cada uno quiere dejar bien claro cuál es el punto de arranque de cada uno, amén de que hay problemas reales. Pero, yo no veo a ningún intendente quejándose los cinco años de los problemas de las intendencias. Y si hay que hacer ajustes, se tendrán que hacer, que es lo que están haciendo los compañeros.
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