VIOLENCIA EN EL DEPORTE

Un año se cumplió ayer del crimen a sangre fría contra un hincha de Nacional. El domingo 15 de diciembre de 2019, Gabi Esteban Costa (27) se colocó detrás de un árbol ubicado en la calle Albo y apuntó su revólver hacia los hinchas tricolores que se dirigían por la Avenida 8 de Octubre hacia el Centro.

Los parciales de Nacional pretendían festejar la obtención del Campeonato Uruguayo tras jugar el partido clásico, cuando se escucharon por lo menos seis detonaciones. El sicario y su pareja, una joven de 21 años, huyeron del lugar en dirección al Parque Batlle.

A unos 30 metros, el joven Lucas Langhain, que llevaba su moto al costado, cayó al piso. Su novia, Yamila, intentó levantarlo. No pudo. Langhain murió poco después en la Médica Uruguaya.

Otro joven sintió que algo le quemó un brazo y poco después descubrió que se trataba de una bala. Los otros disparos no lastimaron a nadie. Pudo haber sido una masacre.

Con el pasar de los días, investigadores de la Dirección de Inteligencia Policial se enteraron que quien había dado la orden de contratar al sicario había sido el exbarrabrava de Peñarol, Erwin “Coco” Parentini, recluido en el Penal de Libertad por un crimen.

La intención de Parentini era que el asesino ultimara a un jefe de la barra de Nacional y no que tirara al grueso de la hinchada.

Tras una serie de interrogatorios y audiencias, el fiscal de Homicidios Juan Gómez solicitará hoy a la Justicia la condena de Parentini por un delito de homicidio muy especialmente agravado.

También serán enjuiciados en esta jornada el sicario y su pareja. Ambos podrían enfrentar una condena por coautoría de un delito de homicidio muy especialmente agravado.

Consultado por El País el abogado de Parentini, Sebastián Puppo, respondió que existen “grandes posibilidades” de que, en la audiencia de hoy, la Justicia dicte sentencia sobre la muerte de Langhain.

Un audio de Parentini enviado desde la cárcel a una persona planteaba que había que encontrar a “un ñeri” para que le diera una lección a la hinchada tricolor. Ese audio fue obtenido por los investigadores de Inteligencia.

Al caer la noche y luego de finalizado el clásico donde Nacional salió campeón, el sicario decidió “cumplir” con el encargo y resultó ultimado Langhain. Como pago, el matador recibió un monto de dinero que no trascendió y tres “tizas” de pasta base.

Semanas más tarde, al ser indagado por el fiscal Gómez, Parentini reconoció haber dado la orden para que se buscara un sicario que ultimara a un jefe de la hinchada de Nacional, pero sostuvo que la idea no era que este tirara al azar.

El 21 de diciembre de 2019, el juez Huberto Álvarez hizo lugar al pedido el fiscal Gómez e inició el proceso penal contra el matador y su acompañante, cómplice de un homicidio muy especialmente agravado.

A Parentini también se le inició un proceso penal por el mismo delito, ya que admitió haber contratado al sicario.

Parentini cumple una pena por ordenar en 2015 la muerte de Renny Auditore, uno de los líderes de la barra brava de Peñarol.

El enfrentamiento entre Parentini y Auditore se debió a ajustes de cuentas en la interna de la barra aurinegra.