INVESTIGACIÓN JUDICIAL

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"Cuando tenía 14 años salía en Parodistas Clowns, y el director y coreógrafo me pasaba intimidando y tenía actitudes raras conmigo. Era demasiado cariñoso y daba miedo. Por ejemplo, me agarraba de sorpresa y me daba besos en toda la cara o cuando me iba a decir algo me agarraba la mano y me tocaba el pelo”. Eso relató una adolescente en la cuenta de Instagram “Varones Carnaval” en agosto de 2020.

Otra chica publicó: “Yo también tengo experiencias malas con X (el carnavalero hoy acusado). Cuando tenía 13/14 años yo salía en Clowns y todo el tiempo (el director) me llamaba a mi casa, hecho que era muy incómodo. Al año siguiente, yo me fui de viaje y él me escribía preguntándome por qué no subía fotos en maya (sic). Yo tenía 15 años. Es una persona sumamente insistente, cargoso y asqueroso”.

Un tercer testimonio en “Varones Carnaval” revela que el director de Clowns procuraba un relacionamiento con algunas de las integrantes del conjunto que eran menores de edad. “Hace unos años salí en el Carnaval de las Promesas donde el director se chapaba (besaba en la boca) componentes” o “levantaba alguna compañera del conjunto”, relató esta persona en la cuenta de Instagram.

Esas denuncias fueron anexadas a un expediente que se inició en 2018 tras una denuncia de una madre y su hija en la Fiscalía de Delitos Sexuales de 5° Turno, cuya titular es la fiscal Darviña Viera. Tras una investigación, la fiscal solicitó a la Justicia el inicio de la investigación contra el carnavalero por delitos de abusos sexuales.

En una audiencia que se realizará hoy, Viera podrá solicitar el inicio del juicio penal contra el carnavalero o la ampliación de las medidas cautelares que pesan en su contra: no acercamiento de las víctimas, prohibición de trabajar con menores de edad y fijar domicilio.

Viera y las fiscales adjuntas, Fulvia Favretto y Giuliana Realini, también investigan los casos de explotación sexual de adolescentes en la denominada “Operación Océano”.

Los abogados del director carnavalero, Martín Etcheverry y Daniel Burgos, esperan que la Fiscalía inicie hoy el juicio contra su cliente para probar su inocencia ante la Justicia. “Tenemos pruebas suficientes de que nuestro patrocinado no incurrió en una conducta delictiva. Queremos limpiar su nombre”, dijo Etcheverry a El País.

En 2018, la madre y una de las adolescentes que alegan acoso de parte del entonces director de Clowns, denunciaron en la Asociación de Directores de Carnaval de las Promesas (Adicapro) que el carnavalero había solicitado fotos íntimas a la menor. La Asociación citó al acusado y este reconoció que había sido un error haber pedido a la adolescente fotos en bikinis. Posteriormente, tras realizarse varios pasos dispuestos en sus estatutos, Adicapro expulsó al director de Clowns.

El carnavalero no solo trabajaba con menores en el Carnaval de las Promesas, sino también en escuelas de baile y era empleado municipal, por lo cual se inició un sumario.

Días más tarde, el abogado de dicha asociación, Eduardo Outerelo, acompañó a la madre y a la adolescente a presentar una denuncia contra el director ante la fiscal Viera, lo cual dio origen al expediente penal y su posterior procesamiento en 2019.

La denuncia incluyó a tres testigos de los hechos y cinco capturas de pantalla, donde el carnavalero le pedía a la adolescente fotos en traje de baño.

Esa no fue la única denuncia recibida por Adicapro sobre acosos sexuales a menores. Entre fines de 2019 y julio de 2020, comenzaron a llegar a la asociación acusaciones de madres y componentes contra varios directores y un técnico de un conjunto.

Una vez realizado el procedimiento establecido en su estatuto, la asociación presentó una segunda denuncia penal por un posible abuso sexual, más mensajes de texto con connotaciones de índole sexual a menores.

Ese expediente hoy está a estudio de la fiscal de Delitos Sexuales de 4° Turno, Silvia Lovesio.

Un tercer hecho fue denunciado por Adicapro contra otro director de un conjunto del Carnaval de las Promesas. La asociación presentó a la fiscal Lovesio capturas de pantalla que no tenían connotaciones sexuales, pero sí era evidente el asedio realizado por el director a la adolescente.