Daiana Casella es una atleta de primer nivel: nada desde los 2 años y practica gimnasia artística desde los 5. Hoy, a sus 30 años, tiene más de 160 medallas entre las dos disciplinas. Ella es un ejemplo de perseverancia y ambición, no solo por sus logros, sino porque nació con una copia adicional del cromosoma 21; en otras palabras, con síndrome de Down.

“Me gusta hacer piscina y gimnasia artística, viajar y tener muchos amigos y amigas”, sostuvo Daiana.

La rutina de entrenamiento de esta floridense varía de acuerdo al calendario de competiciones. Actualmente entrena de mañana en la Piscina Municipal de Florida, con la mira puesta en los Juegos Paradeportivos Nacionales, y de tarde en el gimnasio Activa y la escuela de la Secretaría Nacional del Deporte de Durazno, preparándose para el Encuentro Internacional de Gimnasia Artística de Carlos Paz, Argentina.

Cecilia Serena, su mamá, contó que al principio “el propósito de practicar deporte era ayudar a revertir la hipotonicidad y las dificultades motrices características de las personas con síndrome de Down, pero luego se transformó en un espacio de socialización, disfrute y desarrollo personal, y ahora es su gran pasión”.

Foto: Cortesía Serrana Hernández.

Cada día, Daiana da todo de sí misma para mejorar su rendimiento deportivo. “Sigo practicando hasta que me sale todo bien y precioso”, comentó.

Esta misma constancia la ha ayudado a superar otros desafíos en su camino como atleta. “Uno de los aspectos más complejos fue poco a poco generar en ella la autonomía necesaria para, por ejemplo, trasladarse sola de un departamento al otro”, señaló Cecilia, y agregó que a los ocho años ya viajaba por su cuenta de Florida a Durazno para practicar gimnasia artística.

A su vez, destacó la labor de los docentes, “que en muchos casos llegan a ser parte de la familia”. Han sido varios los profesores que acompañaron a Daiana en su camino; dos de ellos han estado con la atleta desde sus primeros pasos: Gustavo Pérez —en natación— y Lucía Andrade —en gimnasia artística—.

Daiana ha representado a Uruguay en el ámbito de la gimnasia artística en Puerto Rico, Grecia, Estados Unidos, Dubai y Alemania. Además, este año tuvo su primera experiencia internacional en natación en el Campeonato Internacional de las Américas para Atletas con Síndrome de Down TRI21 —que se realizó en Buenos Aires del 21 al 25 de marzo— y se trajo a casa la medalla de plata en la prueba de 4 x 50 metros.

“Es una de las pocas personas con discapacidad intelectual que realiza los cuatro estilos: crol, pecho, espalda y mariposa”, aseguró Cecilia.

Para esta competencia, desde la Secretaría Nacional del Deporte designaron a la profesora de Educación Física Serrana Hernández para que acompañara a la delegación uruguaya de natación, formada por Daiana y dos jóvenes más, uno de San José y otro de Maldonado. Junto a ellos viajó un equipo de fútbol sala, otro de básquet y un deportista para competir en atletismo, todos con síndrome de Down.

También participaron delegaciones de Brasil, México, Estados Unidos, Bulgaria, Rusia, Portugal y Argentina.

“El deporte ayuda a las personas con discapacidad a restaurar su conexión con el mundo que los rodea, empoderarse y lograr su autonomía”, afirmó Hernández.

Además de integrar la Secretaría Nacional del Deporte, ella trabaja en el Centro de Rehabilitación Física de Maldonado (CEREMA) y en la Intendencia de Maldonado, siempre abocada al deporte para personas en situación de discapacidad.

“Es importante que conozcan sus capacidades. No enfocarse en las discapacidades, sino en las fortalezas y habilidades, para que luego puedan vivir en sociedad”, remarcó la profesora.

Por su parte, Cecilia subrayó que el deporte no solo mejora su calidad de vida, sino que, al acceder a competiciones, “aumenta su autoestima y autonomía, y amplía sus espacios de participación”.

A sus 18 años, Daiana entró a la Formación Básica Profesional de Deporte y Recreación de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). Además, realizó cursos particulares de gimnasia artística, jueza de gimnasia artística y habilidades y herramientas digitales para el ámbito laboral, indicó Cecilia.

“Su formación y experiencia entrenando le permitió trabajar durante cinco años como ayudante en la Escuela Municipal de Gimnasia Artística de la ciudad de Sarandí Grande”, destacó.

Para Daiana, su futuro está en el deporte: “Mi sueño es hacer gimnasia, ganar medallas y conocer gente nueva, y me gustaría tener una escuela de gimnasia artística en Florida”, finalizó.

Serrana Hernández está vinculada al deporte y la discapacidad desde que era una niña. Ya en 5° y 6° de primaria, bajo la tutoría de otros profesores, transmitía su pasión por la actividad física —en particular, el atletismo— a chicos y chicas de la Escuela Especial Nº 108 de Minas, que atiende personas en situación de discapacidad motriz, sensorial e intelectual.

“Jugábamos a la mancha, hacíamos carreras, siempre por medio de juegos”, recordó.

Más adelante, realizó su formación en el Instituto Superior de Educación Física (ISEF) y cursó una especialización de actividad física adaptada y discapacidad en el Instituto Universitario Asociación Cristiana de Jóvenes; además participó en otros seminarios y congresos para ahondar en su formación.

“Para las personas en situación de discapacidad, es un derecho participar en actividades educativas, laborales, recreativas y deportivas, y eso implica que profesionales del área salud podamos darles dichas oportunidades”, afirmó.

Y añadió: “Desde el Estado y las organizaciones hay un trabajo importante de planificación y coordinación que es muy motivador y está muy asociado a la inclusión”.

Los días 6 y 7 de octubre se realizará la tercera edición de Juegos Paradeportivos Nacionales con sede en Montevideo. Se competirá en atletismo, natación y boccia, y también habrá presentaciones de esgrima adaptada, goalball, parakarate, bádminton adaptado, fútbol para ciegos y básquet 3x3. Según Hernández, “participarán alrededor de 600 deportistas de todas las edades, desde los nueve años”.