“La posibilidad de presentar la exposición de Petrona Viera, la creación sin fin en distintos países de América es la oportunidad de revalorizar a una gran artista uruguaya, pero a la vez reivindicar el trabajo de una persona que por su condición de sorda tuvo mayores dificultades en su vida. Por esa razón, en cada destino la muestra no solamente despierta interés en el público vinculado al arte, sino también en organizaciones que promueven el desarrollo de personas con discapacidad. Es una exposición que muestra el arte uruguayo, pero también nuestros valores”, destacó la Directora Nacional de Cultura, Mariana Wainstein, a Domingo sobre la muestra que hasta el 17 de setiembre se exhibe en el Museo de Arte de las Américas en Washington DC, Estados Unidos.

El recorrido incluyó la Galería Nacional de República Dominicana y el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, y próximamente estará en México, en Ciudad de México y posiblemente también en Guanajuato.

Con la curaduría de María Eugenia Grau, es la primera vez que una exposición monográfica de Viera sale al exterior y será la itinerancia más extensa organizada por la Dirección Nacional de Cultura de una muestra de artes visuales.

“La difusión en el exterior es esencial para el arte uruguayo porque le abre nuevas oportunidades y genera una economía de escala necesaria en un país con una población, en términos relativos, reducida; pero también es importante para otros sectores. El Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, durante la exposición de Petrona Viera y a partir de las imágenes de sus paisajes, lanzó una campaña en redes sociales invitando a su público a visitar Uruguay para ver los escenarios reales retratados en las obras. Un camino bastante directo para promover el turismo receptivo”, contó Facundo De Almeida, coordinador del Departamento de Internacionalización de la Cultura.

La exposición fue vista por más de 200 mil personas en los tres destinos ya visitados. En Chile, la vio la ex presidenta de ese país, Michelle Bachelet.

La muestra forma parte de las acciones de promoción de la cultura uruguaya en el exterior que lleva adelante la Dirección Nacional de Cultura con el Departamento de Internacionalización de la Cultura. En esta ocasión participó el Museo Nacional de Artes Visuales, de donde son las obras, y el Instituto Nacional de Artes Visuales.

La artista

Una exponente del planismo

Hija de Carmen Garino y Feliciano Viera, Petrona nació el 24 de marzo de 1895 y a los dos años una meningitis la dejó sorda. Con una maestra francesa especializada aprendió a leer los labios y a hacerse entender por lengua de señas.

Cuando tenía unos veinte años comenzó a recibir clases privadas de pintura en su casa con el maestro catalán Vicente Puig. Desde 1922 Guillermo Laborde fue su maestro y consejero, con enseñanzas que la afiliaron a la corriente planista. Esta corriente estética fue introducida por Cúneo y atravesó a casi todos los jóvenes pintores en la década del veinte, aunque en el caso de Petrona se extendió aproximadamente diez años más.

En 1926 realizó su primera exposición individual en Galería Maveroff. También fue discípula de Guillermo Rodríguez, con quien comenzó a producir grabados, acuarelas y cerámica.

La crítica coloca las obras de su período planista entre los puntos más altos de su producción, que se caracteriza por grandes pinceladas de color sin modular, luminosidad y cromatismo.

Sus motivos son variados y seriados: retratos familiares, juegos infantiles, paisajes y una serie de desnudos, óleos en su mayoría.

A partir de 1943, Viera incursionó por diversas técnicas: óleo, acuarela, grabados sobre madera y metal, con el apoyo de su profesor Guillermo Rodríguez. Esta etapa se prolongó hasta su muerte, el 4 de octubre de 1960.

La actual gira por el exterior de sus obras se suma a la de autores como Joaquín Torres García, cuya obra está presente en la Galería Nacional de Washington D.C.; Pedro Figari, o entre los contemporáneos, Pablo Atchugarry, que ya cuentan con una trayectoria y reconocimiento internacional.