Cómo los expertos médicos detectan y diagnostican el Síndrome de Asperger

Se trata de un trastorno del espectro autista que afecta la forma en que las personas interactúan con los demás. A continuación le explicaremos algunas de las características de este síndrome.

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El síndrome de Asperger tiene múltiples manifestaciones.
Foto: Scanpix.

El Tiempo - GDA
El síndrome de Asperger es un trastorno de neurodesarrollo. Una persona con este síndrome funciona de una forma diferente a la habitual, especialmente cuándo se comunican e interactúan con otros personas. Esta comparte algunas características con el autismo, sin embargo, el paciente tiene un lenguaje fluido y una capacidad intelectual media e incluso superior a la del resto de la población. Se manifiesta desde edades tempranas y se evidencia principalmente por la dificultad en las relaciones sociales.

¿Quién diagnostica el síndrome de Asperger?

El síndrome de Asperger puede ser diagnosticado por dos tipos de profesionales: psicólogos/as y psiquiatras. Luego de que la persona sea diagnosticada, se pueden llevar a cabo intervenciones que le permitan autoconocerse, fomentar la introspección emocional y adquirir habilidades que les permitan desenvolverse en el día a día, además, de facilitar herramientas a las familias y al entorno para que la relación sea mejor.

¿Cuáles son sus características?

Como se mencionó anteriormente, los pacientes mantienen sus competencias intelectuales y de lenguaje, y no existen diferencias físicas entre quienes padecen Asperger y quienes no. A menudo muestran habilidades especiales en áreas concretas, ya que presentan intereses restringidos, en ese sentido es habitual encontrar personas con este perfil en profesiones con matemáticas o ingeniería.

Aunque el Asperger se manifiesta de diversas formas, hay unas características comunes:

—Dificultad para expresar y canalizar emociones e interpretar las de los demás.

—Dificultad para la interacción social y carencia de habilidades sociales. Pese a que muestren motivación hacia estas.

—Uso de conductas repetitivas y estereotipadas.

—Restricción de intereses limitados a ámbitos muy específicos.

—Exagerada dependencia de rutinas y hábitos cotidianos.

—En algunos casos se presenta dificultad motora.

—Alta intolerancia al cambio o la frustración.

En los adolescentes con este síndrome respecto a las emociones, según la teoría de los médicos Ghauziuddin, Ghauziuddin y Greden, parecen estar particularmente en riesgo de sufrir problemas de conducta y emocionales, especialmente cuando se trata de emociones de ansiedad y depresión. La principal fuente de tensión en la vida de una persona con Asperger es el contacto social, y una tensión incrementada que lleva, generalmente, a trastornos de ansiedad y depresión.

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