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Tomas Teijeiro

Tomás Teijeiro

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El actor político elegible se siente con la mayor libertad de acción retórica e histriónica a la hora de atraer.
Llama la atención que este país no espabile sobre las enormes posibilidades y gran riqueza que ofrece nuestro mar.
Hace casi 5 años el país optó por un modelo integrador, de diálogo, no de lucha de clases ni conflictos.
El gobierno populista de Sánchez ha hecho lo imposible por meterse en estas elecciones autonómicas tratando – a caballo de falsedades – de debilitar al PP.
Asistimos a la consolidación de un mundo ficticio -no natural- con inflación de derechos, y con total carencia de obligaciones.
Si hay algo que verdaderamente distingue a los conglomerados que se disputan el poder es su punto de vista con relación al papel que juega en la vida social el Estado.
El individuo por sobre todas las cosas, y siempre, siempre, la libertad. Tenemos que ser conscientes de lo que está en juego.
Nuestro país, felizmente, es distinto. Es un nefasto dislate ese concepto de la patria grande que algunos han defendido y al que nos han pretendido sumar.
Está bien marcar lo propio. El perfil de cada uno. Pero mejor está defender con firmeza lo de todos.
El modelo de convivencia de la sociedad española esta siendo exigido al límite por unos pocos.