Leonardo Guzmán

Leonardo Guzmán

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No es que nos esté fallando el menú comicial de los últimos meses, nos falla el modo de vivir nuestra democracia.
Las consecuencias de esas guerras no se circunscriben a las regiones bombardeadas.
Asombrémonos: en el herrerismo hay lugar para el viajero Sartori y no para Gloria Rodríguez, firme trabajadora.
Los noticieros de cada jornada nos ensangrientan el alma con crímenes atroces.
Nuestra democracia se construyó desde individualidades fuertes, sin asesores de imagen.
Si hemos criado una masa ineducada que no expresa lo elemental, la solución no es resignarse.
La necedad de los insultos y la dignidad con que los soportó el Presidente le sumaron valor humano.
Actitudes como la del Dr. Washington Abdala nos enaltecen hacia afuera. Deben revivirnos hacia adentro.
En la vida práctica, se sigue rindiendo reverencia -y culto- al poder unipersonal del Presidente.
No hemos ganado nada con tabular las infamias en prolijas planillas Excel.