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Juan Paullier

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En la Tierra Santa más feroz que ha conocido la historia, la energía es desbordante, pero también es una pelota que se te atraganta entre la garganta y el pecho.
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Uno de los problemas del liderazgo sin ideas ni carisma es que se asemeja a un barco sin timón. Puede flotar con placidez hasta chocar con la primera tormenta.
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