VERANO 2020

Cada temporada, Punta del Estees elegido por miles de turistas del jet set nacional e internacional para disfrutar las vacaciones de verano. Eso da lugar a que gran parte de la moda y las marcas de lujo desembarquen en el balneario para marcar cada vez con más fuerza las tendencias.

La avenida Gorlero, los restaurants de la Barra, José Ignacio y las playas se convierten en una pasarela en la que se ve lo último de la moda. Esta es playera, liviana y descontracturada, aunque también hay espacio para la sofisticación en las salidas nocturnas.

Sobre la arena y durante los eventos de corte diurno hay una textura que reina desde hace algunas temporadas y es el lino.

Las túnicas largas de este material son un must del verano muy versátil. Si se está en la playa, se las lleva sobre el traje de baño; fuera de allí, se combinan con pantalones, leggings , shorts o faldas.

El color que domina es el crudo, pero esta temporada ha comenzado a verse lino teñido en mostaza, por ejemplo, que según los vendedores es una opción muy buscada.

Mariela, una vendedora ambulante instalada en la playa del Faro de José Ignacio, dijo a El País que el lino es lo que más buscan los turistas. Si bien hay monos y vestidos, la túnica es la estrella. En su puesto playero, una prenda ronda los $2.800.

Por fuera del lino, las túnicas vaporosas, en general de origen hindú, pueden conseguirse en la playa de Punta del Este a partir de los $500 y es una de las prendas que combinan lo clásico con las tendencias.

En José Ignacio, Mariela también vende sombreros que rondan los $800, aunque por la avenida Gorlero este tipo de accesorio puede adquirirse por $250, mientras que en locales de la Barra son ofrecidos a unos US$15. Los sombreros son el accesorio estrella de la temporada al combinar consciencia de cuidado del sol con la moda.

Según los vendedores ambulantes de la playa Bikini, el modelo más buscado es el cowboy de paja, aunque al observar las playas se ve que las capelinas y los fedora también marcan presencia.

Los lentes de sol que marcan la tendencia de este verano son aquellos de forma redonda pero con puente, dejando de lado los modelos más geométricos o gatunos que se veían algunas temporadas.

En materia de trajes de baño las mallas enteras han ido ganando terreno en todas las edades. Modelos estampados, lisos, con cortes o un solo hombro abundan en las playas esteñas.

Los bikinis con rayas gruesas, colores en tonos como verde hoja, mostaza o dorados también abundan en el Este, además de los clásicos modelos en blanco y negro que nunca fallan.

En el caso de los hombres, los shorts han acortado su largo. Desde hace algunas temporadas se ve como más hombres se animan a usar el modelo similar a los que se usan en el rugby y se abandona la bermuda surfista que fue muy importante durante los últimos años. Algunos más osados ya se animan a la sunga, una prenda más común en los turistas brasileños.

En el caso de los hombres, los gorros con visera son más comunes que los sombreros y esos pueden conseguirse por $250 en la avenida Gorlero o el Punta Shopping.

Los pareos redondos o cuadrados de corte hindú también abundan sobre la arena, favorecidos por la cantidad de vendedores ambulantes que los ofrecen en sus recorridos. Los diseños de origen indio con elefantes y elementos similares son muy frecuentes.

 Cuando algo está de moda, en un sentido general, hace que haya cierta uniformidad en la forma de vestirse. Una rápida ronda por la Barra de Maldonado en la noche basta para ver a grupos de chicas jóvenes vestidas completamente de negro con tops que dejan ver el ombligo, shorts cortos y sandalias altas.

Las prendas metalizadas, con lúrex o simplemente con telas en colores como dorado y plata, especialmente, han ganado terreno apareciendo en faldas, shorts, abrigos y leggings.

Por otro lado, las botas cowboy, que desde el verano pasado venían haciendo un tímido regreso, son otro de los musts de la temporada de verano 2020 tanto para looks nocturnos como diurnos.

Por otro lado, una tendencia que regresa es la de los microshorts. La asesora de imagen Debbie Goldfarb, indicó a El País que la tendencia viene instalándose a nivel global desde hace un tiempo pero que recién ahora comienza a verse con fuerza en la moda local.