Después de cinco años, Thomas Silva volvió a correr en su Maldonado natal, nada menos que con la selección uruguaya por los Campeonatos Panamericanos de Ciclismo, que se están disputando en Punta del Este desde el miércoles al próximo domingo, 17 años después (2008) de que Uruguay fuera sede por primera y única vez hasta ahora.

Ayer compitió en la Contrarreloj Individual Elite, donde quedó en la cuarta posición entre 22 corredores, a solamente 2" (dos segundos) del tercero y la medalla de bronce. Puso 49:02,10 en 39,3 kilómetros contra el cronómetro, en los que marcó 49,0 de velocidad promedio. Y 2" más atrás, el otro representante de la Celeste —Eric Fagúndez— fue quinto (49:04,28).

Pero conociendo sus virtudes como ciclista, su objetivo principal es la prueba de ruta del domingo, donde por el mismo circuito en la rambla de Punta del Este correrán 210 kilómetros durante 16 vueltas al mismo, y él apunta a lo máximo. Porque llega "en muy buena forma" y "con ambición".

El corredor de 23 años y actual campeón nacional de ruta, que compite a nivel profesional desde 2024 por el Caja Rural-Seguros RGA de España, pasó de competir frente a los mejores ciclistas del universo World Tour sin escalas a Uruguay, donde es una de las principales cartas celestes para luchar por dejar alguna medalla en casa.

El uruguayo viene de ser top 10 (octavo) en una prestigiosa clásica de media montaña disputada en Bélgica: la Flecha Brabanzona, que ganó el doble campeón olímpico (ruta y contrarreloj) Remco Evenepoel. Antes había corrido la Vuelta a Itzulia y la París-Niza, dos históricas carreras por etapas del calendario UCI World Tour. Es decir, las que concentran a los mejores del mundo.

Su buen desempeño en lo que va de la temporada valieron varios puntos UCI, gracias a lo que logró colarse entre los 100 mejores ciclistas del mundo en la actualidad. Un hito que un uruguayo jamás había conseguido antes. Gracias al cuarto puesto en los Panamericanos de Contrarreloj sumó 30 puntos UCI, hoy está en el puesto 97.

Foto: Caja Rural

—Muy cerca del bronce y no sos especialista: ¿satisfecho con la contrarreloj?

—Casi 50 minutos de esfuerzo y quedar a solo 2”, da un poco de cosa. Era una crono 100% para contrarrelojistas. Es cierto que no me considero un contrarrelojero, pero cuando estoy en buena forma me puedo defender, y es una lástima haber quedado tan cerca de las medallas.

—¿Lo encontraste muy llano el circuito?

—No tenía mucho misterio, es un circuito fácil de solamente poder tolerar el esfuerzo durante mucho tiempo y listo. En lo personal, mientras más técnico, más quebrado, me siento un poco mejor. Pero nos teníamos que adaptar al circuito que era y salir a defendernos.

—Es el mismo circuito de la prueba de ruta: ¿hubieras preferido uno más duro?

—La verdad que sí, me hubiera gustado un circuito un poco más duro, la carrera por naturaleza me iba a favorecer porque se suele hacer más fácil marcar diferencias. Pero el circuito es el que es y el domingo saldremos a darlo todo e intentar que se haga una carrera dura para todos.

—¿Cómo imaginás la carrera del domingo?

—Lo más preocupante van a ser los primeros cortes, que se junte mucha gente importante. Creo que se va a hacer dura por los kilómetros —210 km— y de cara a las últimas tres o cuatro vueltas —16 al circuito de 13,1 km— se pueden hacer cortes que puedan llegar a meta.

—¿El viento es la clave?

—Estaba pronosticado de oeste, que para mí sería lo ideal. Pero faltan unos días y se va actualizando, ahora está sur-oeste y esperemos que no se tuerza más porque podría pegar solo a favor y en contra, y no ayudaría a que se haga una carrera tan dura. Esperemos que haya viento cruzado así podemos defendernos mejor, porque en nuestra selección se manejan todos muy bien con el viento y puede ser un punto a favor.

—¿Uruguay va a buscar ser protagonista de la carrera?

—Depende cómo se dé, si tenemos gente en la fuga o no. Pero si no tenemos está claro que de una manera u otra la vamos a buscar.

Foto: Ricardo Figueredo

—Volviste a competir en Maldonado, tu casa: ¿es un plus correr de local?

—Siempre siento el apoyo de mi gente, pero correr en casa y tenerlos a todos presentes te pone la piel de gallina. Falta mi mujer que se quedó en España, pero siempre está conmigo. Lo estoy disfrutando mucho, pero hay que saber manejarlo. En la crono capaz sí te ayuda a exprimirte un poco más por el aliento, pero en una carrera como la del domingo te puede generar ansias y gastar en momentos que no haya que gastar. Pero esperemos que no nos pase y que sea un plus.

—¿Con qué forma llegaste y qué tenés por delante en la temporada europea?

—Estoy en muy buena forma y estamos intentando aprovecharlo en el calendario europeo. Y sabiendo eso vine a estos Panamericanos con ambición. Cuando vuelva a España tengo tres clásicas de un día seguidas los días 8, 9 y 10 de mayo. Y más allá el equipo recibió la invitación para la Vuelta a España, así que el objetivo será estar en el ‘8’ del equipo y ojalá poder correrla.