Hace menos de una semana, la selección de Francia perdió la final del Mundial de Qatar 2022 frente a Argentina en un partido que tuvo las emociones en lo más alto y se terminó definiendo por penales. Con la medalla de plata, la delegación gala volvió a París y los jugadores continuaron con sus vidas, pero en los días siguientes, medios franceses acusaron a uno de los futbolistas de haber filtrado información y de generar un ambiente tóxico en el vestuario durante el torneo.

El jugador del que se habla es el lateral derecho Benjamín Pavard. Al parecer, según asegura la prensa francesa, el jugador tuvo una fuerte discusión con el entrenador galo, Didier Deschamps, tras el debut del equipo frente a Australia, donde comenzaron perdiendo, pero terminaron dando vuelta el partido con un resultado final de 4-1 para los europeos.

Friedemann Vogel/EFE

La discusión entre el jugador del Bayern Múnich y el técnico galo se dio durante el partido y giró en torno a cuestiones tácticas. Pavard comenzó el encuentro como titular, pero después fue sustituído por el lateral del Bracelona, Jules Koundé. Luego del hecho, según afirmó el periodista Romain Molina, Pavard cambió su actitud y se dedicó a generar un ambiente tóxico y peleas en el plantel, lanzando duras críticas contra sus compañeros y filtrando información a los medios.

El periodista, en uno de sus videos de Youtube donde habla del tema, da un ejemplo del comportamiento que tenía el jugador con sus compañeros y contó que, durante uno de los partidos que él fue suplente y en su lugar estuvo Jules Koundé, quien jugó con una cadena en su cuello, Pavard le dijo a Guy Stephan, ayudande de Deschamps: "lo vas a sacar a ´Lil Koundé´ o no? Cree que es Pop Smoke con su maldita cadena".

Este hecho no cayó nada bien en el cuerpo técnico francés y Pavard no volvió a tener minutos en el Mundial. Difícilmente siga jugando en la selección de Francia si se decide que Deschamps, quien sacó campeón al equipo en 2018, permanezca en el cargo de entrenador

De todas formas, este no fue el único problema dentro de la delegación gala. La interna de la selección ya había tenido ciertos roces con el delantero Karim Benzema, quien no pudo iniciar el Mundial por una lesión, pero luego, cuando aseguró estar recuperado, Deschamps decidió no contar con él.