AURINEGROS
El equipo de Mauricio Larriera está obligado a empezar a conseguir resultados si no se le puede complicar el primer semestre del 2022.
El partido del martes ya quedó atrás para el hincha de Peñarol y también para los jugadores, pero quizás no tanto para el cuerpo técnico que encabeza Mauricio Larriera porque seguramente el floridense sacó varias conclusiones pensando en el futuro.
El técnico no dispone de mucho tiempo para trabajar y ensayar como a cualquier entrenador le gustaría. La doble actividad está en marcha y Peñarol tiene la obligación de mejorar y eso, más allá de la derrota en el Cementerio de los Elefantes, se empezó a ver por algunos minutos en Santa Fe.
Si bien es cierto que el primer tiempo fue para el olvido, en el complemento, Larriera responsabilizó a sus jugadores - así dijo en conferencia de prensa luego del encuentro- y no hizo variantes. Mandó a los mismos al campo de juego y el mirasol mejoró: se paró más y mejor en campo rival, hilvanó juego por las bandas y tuvo llegadas al área de Colón. Así fue que con el paso de los minutos y el vertiginoso ingreso del juvenil Brian Mansilla, empató.

Viendo el trámite y lo que se venía, Larriera movió el banco e hizo cambios defensivos. El mirasol quedó con línea de cinco y una falla a la hora de contrarrestar una pelota tras un saque de banda le costó el partido.
Y la del martes no fue la primera vez que el carbonero perdió por defenderse e buscar ser efectivo en su área. Esto ya lo vivió con Larriera como técnico: tomó cinco de los seis últimos goles en torneos Conmebol en el minuto 90 o después.
El 18 de mayo cayó 2-1 con River Plate en Asunción y a los 93’ Luis Caballero puso el gol locatario. El 15 de julio en el Gran Parque Central, Gonzalo Bergessio le anotó a los 95’ en la victoria aurinegra 2-1. También contra el tricolor pero siete días después, Guzmán Corujo anotó a los 90’ el 1-0 con el que los albos ganaron la revancha en el Campeón del Siglo.
En agosto y de visitante en Lima, Peñarol ganaba 2-0 pero a los 90’ Omar Merlo descontó y luego, a los 95’, Walter Gargano puso el 3-1 del aurinegro que el martes volvió a tomar un gol en el cierre del encuentro con el que le anotó Facundo Farías.

Por eso, uno de los grandes aspectos que debe mejorar el equipo es el defensivo. En su momento —y los ejemplos sobran con el floridense como entrenador— Peñarol sacó grandes resultados atacando, proponiendo. Diferente ha sido la historia cuando se repliega y apuesta a defender. Ahí tiene fallas y esas fallas cuestan caro.
¿Qué le falta a este Peñarol? Por lo mostrado hasta ahora en la temporada, el equipo dista muchísimo en nombres y rendimiento de la versión 2021 y es por eso que Larriera siempre remarca que el mirasol está en construcción, pero esa construcción viene demorando, algo que le puede jugar una mala pasada en el Apertura y sobre todo, en la Copa Libertadores.
Pero si hay algo de lo que puede agarrase el técnico y tomar como buen ejemplo fueron los minutos en los que el equipo se largó a jugar con soltura en el segundo tiempo y lastimó a su rival para llegar al gol. Eso sí, como gran preocupación, sabe que si repite el primer tiempo de Santa Fe y si no mejora a la hora de defender para cerrar los partidos, los buenos resultados difícilmente lleguen.
A Peñarol le falta juego de calidad en el ataque y el equipo no termina de levantar vuelo en la temporada. Y sabe que está obligado a mejorar porque si no, se le puede escapar el primer semestre del 2022 en los próximos partidos que serán de suma importancia jugando en el Estadio Campeón del Siglo.