CONMEBOL

ENRIQUE ARRILLAGA

SANTA FE-ENVIADO

Con un gol en la hora conseguido por Facunhdo Farías, Peñarol cayó 2-1 ante Colón en su debut en el grupo G de la Copa Libertadores. El aurinegro no hizo un buen partido, principalmente en la primera mitad, pero casi se lleva un punto luego de un gran tanto de Pablo Ceppelini para igualar luego del tanto del Pulga Rodríguez en la primera mitad.

Mal comienzo para el aurinegro, que en los primeros minutos corrió de atrás el balón sin poder conseguirlo y que cuando lo recuperó lo perdió rápidamente al ser incapaz de hacer tres pases seguidos. Colón dominó el campo y el trámite, pero tardó en encender los motores.

Lo hizo al influjo de Luis "Pulga" Rodríguez, el capitán sabalero. Primero fue protagonista por fallar por dos veces un gol hecho. A los 19' recibió solo, eludió a Kevin Dawson, lo dejó por el camino, se tomó todo el tiempo para definir y cuando lo hizo su remate fue sacado en la línea por Cachila Arias. El balón quedó allí, a un metro del arco y lo tomó Bernardi, cuyo disparo fue repelido por el pecho de Edgar Elizalde y la pelota, caprichosa, se quedó en el área para una tercera oportunidad otra vez en los pies del Pulga, quien la mandó por sobre el travesaño.

Fue un triple milagro del que podía agarrarse Peñarol para decir: si no entró esta, no entra ninguna otra. Pero no fue así. El mirasol empezaba a aprovechar el adelantamiento de Colón y un pase profundo de Ceppelini a Laquintana lo dejó de cara al arco a los 29', pero el delantero definió mal. Remató cruzado y pifiado cuando tenía solo a su costado a Álvarez Martínez. Mientras el canario le recriminaba que no le hubiera pasado el balón, Colón inició un contraataque letal.

Gran pase largo de Aliendro para Bernardi, quien entró al área, enganchó y remató. Dawson desvió el disparo, pero por el segundo palo entraba el Pulga Rodríguez y mandó el balón a la red. Gol, ventaja y justicia con Colón, que sobre el final de la primera mitad pudo aumentar, pero Dawson le ahogó el grito a Beltrán.

Peñarol careció de contención en el medio, dejó muchos espacios en el fondo y con pelotazos largos Colón lo complicó. Ofensivamente el aurinegro fue más de lo mismo respecto a los últimos partidos: inexistente.

Llamó la atención que para el complemento Mauricio Larriera mandara al campo a los mismos once que habían sido dominados. El técnico les dio un poco más de crédito a los titulares, pero a los 60' empezaron los cambios. Por más que el equipo se había parado mejor y, sin llegar a ser contundente, se había parado más tiempo en campo rival, el técnico aspiraba a algo más.

Sacó a Álvarez Martínez y puso a Bentancourt, pero la variante que le dio resultado inmediato fue el ingreso del juvenil Brian Mansilla por Federico Carrizo. El juvenil, campeón de la Libertadores Sub 20, tomó contacto con la pelota a los 69' y le puso un buen pase a Ceppelini para que éste sacara un remate cruzado y combado y pusiera el 1-1.

Peñarol ajustó algunas marcas y a su vez se encontró con un Colón que ya no tuvo tanta intensidad. Aun así, el local siguió yendo por la victoria. Hizo cambios ofensivo (entró Wanchope Ábila) y tuvo alguna situación no muy clara para convertir. El aurinegro trató de cuidar el resultado, Larriera hizo cambios para reforzar la retaguardia y así encaró los minutos finales. Sin embargo, el plan salió mal.

Los ingresos de Menosse, Bonifazi y Da Silveira no consiguieron dotar al fondo de la solidez necesaria, pues a los 90' Facundo Farías recibió en total soledad en el área y puso la pelota contra un palo para darle una merecida victoria por 2-1 a Colón.

Peñarol jugó un muy mal primer tiempo, mejoró en el segundo, llegó al empate pero no defendió bien cuando más preparado para hacerlo estuvo, por lo cual el debut copero fue con derrota. Y muchas preocupaciones desde el funcionamiento.

Ovación está presente desde el lugar de los hechos, donde ya comienzan a haber hinchas de ambos equipos a poco más de una hora para que comience el duelo.

El clima acompaña al escenario: hay 26 grados, sol a pleno y escasas nubes para presenciar el cruce entre el aurinegro y el sabalero.