Nahuel Herrera acaba de ser una de las figuras de Peñarol en el triunfo ante San Antonio Bulo Bulo en Cochabamba y lo celebra a su manera: sin estridencias. Con la cabeza sobre el piso y los pies en la pared, revisa con seriedad su celular. Como si no le conmoviera la infinidad de elogios que recibe. Esa misma postura es la que adopta en la cotidiana del aurinegro, donde lo definen como un pibe “silencioso” y responsable.

Foto: Captura.

Entrenó por primera vez con Peñarol a los 10 años en Ciudad de la Costa y desde los 13 comenzó a vivir en la residencia del club. Fueron cinco años de sacrificio lejos de su Rosario natal. Desde aquel momento hasta su actualidad como titular indiscutido para Diego Aguirre tuvo muchos vaivenes.

“Fuimos viendo y acompañando todo el proceso de Nahuel cuando recién ingresaba a la Primera División y no llegaba a estar citado. Yo no manejaba mi frustración como familiar. Era como: 'Pah, no… ¡Dale, hoy te van a citar! Pero terminábamos todos en la Tribuna Henderson mirando el partido junto con Nahuel”, le revela Tone Avero, la prima de su pareja, a Ovación.

En 2023 comenzaba a vislumbrarse su futuro en Primera aquel 5 de marzo cuando jugó 58 minutos en la victoria 2-1 ante Deportivo Maldonado. Por si fuera poco, en mayo Alfredo Arias lo hizo debutar en Copa Sudamericana ante Defensa y Justicia y disputó 45'.

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Ya en 2024, un año que podía visualizarse como el del punto de inflexión, sufrió un revés. Solo tuvo 418' y no jugó ni un minuto en la recordada actuación colectiva en Copa Libertadores. Por entonces capitalizaba los minutos en Tercera División a la espera de su oportunidad.

Una vez más, el inicio del 2025 lo puso a prueba. “Este año todos estábamos convencidos como familia y le decíamos: '¡Sí, Pocho, este es tu año, la vas a romper; vas a ver que sí!', pero cuando comenzó la temporada hubo ese silencio de: 'Ta… está jugando en Tercera División otra vez, pah, qué viaje'. Y en ese momento él decía: 'Estoy tranquilo, yo sé que va a llegar el momento'. Le llegó y supo aprovecharlo”, comenta Avero.

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Hoy es un nombre cantado dentro de los titulares de Peñarol y viene de tener un desempeño exuberante ante San Antonio Bulo Bulo: ganó seis de los ocho duelos que afrontó y no fue gambeteado ni una vez. En lo que va del año lleva nueve partidos y un gol que, según aseguran, dejó una huella indeleble: “Me acuerdo aquel partido en el que hizo el gol ante Juventud de Las Piedras y para mí ese fue el día en el que dijo: 'Este es mi lugar'. Sentí que entró en ese partido porque tenía que entrar, terminó haciendo un gol y pensé: '¿Qué hace corriendo para arriba con la pelota?'. Y sí, estaba ahí, fue e hizo el gol. En ese momento todos supimos que había llegado el momento de Nahuel en Primera División”, añade Avero con la alegría atravesada en su voz.

Foto: Estefanía Leal.

Tras aquella definición cruzada ante la salida de Sebastián Sosa, lo primero que atinó a hacer fue tomar con fuerza el escudo del Carbonero y besarlo mientras Felipe Avenatti lo levantaba casi en andas. “Fue muy lindo el gol, pero más que nada la victoria, que la precisábamos mucho, entonces fue un desahogo. Cuando hacía goles en las formativas también los celebraba de esa manera. En ese momento se me vino a la cabeza todo el camino recorrido, mi familia y la gente que ha estado atrás durante el proceso; todo eso en un segundo”, le confesó el zaguero de 20 años a Ovación.

Con la imagen de Walter “Indio” Olivera como espejo, el juvenil está dando los pasos firmes que alguna vez soñó. Pero sin quitar los pies de la tierra. “Somos este momento”, reza su foto de portada en la red social X.
Y todo indica que no es una frase casual ni momentánea. “Lo define porque es una persona muy presente más allá de su carrera. Está presente con su familia, con su pareja y es el varón más presente en la vida de mi hijo Amadeo, de quien es el padrino. Nahuel es una persona que cuando está acá, está acá; no lo ves volado con la cabeza en cualquiera o en que mañana tiene que ir a entrenar”, narra Avero con un orgullo incontenible en el pecho.

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Nahuel Herrera tiene contrato vigente con Peñarol hasta diciembre del 2027 y en la interna del club hay absoluta tranquilidad respecto de su futuro considerando el vínculo actual. De hecho, por el momento no hay gestiones para renovarlo.

“Al Indio lo tenemos en Peñarol todos los días e intento tomar varios consejos suyos. Es una gloria que supo ganar todo y tenerlo en la cotidiana es maravilloso. Él siempre me ha remarcado que hay que estar tranquilo y trabajar el cabezazo”, dijo Herrera.