SEGUNDA DIVISIÓN
Luego de una grave lesión y de sus problemas con la Justicia, el delantero ingresó en el juego de su nuevo club, Miramar Misiones, y fue figura en pocos minutos.
Volvió la actividad al Campeonato Uruguayo de la Segunda División Profesional y lo hizo con una importante novedad: el regreso a las canchas de Nicolás Schiappacasse. Pasaron 430 días desde que el delantero de 23 años había pisado un campo de juego en forma oficial por última vez.
Progreso y Miramar Misiones disputaron este sábado por la mañana el primer partido luego del receso y dieron así el puntapié inicial a la ronda de las revanchas. El juego fue en el Paladino y finalizó 1-1, con goles de Maximiliano Lombardi (aplicó la ley del ex) a los 35' para la visita y de Mathías González (de penal) a los 42' para el Gaucho. Sin embargo, lo más interesante todavía estaba por venir.
A los 56 minutos Martín García, técnico de Miramar, mandó a la cancha a Schiappacasse, cuyo último juego había sido el 19 de mayo de 2021 en oportunidad de la visita de Peñarol a River Plate de Asunción, juego por la Copa Sudamericana que finalizó con derrota mirasol por 2-1.
El delantero, que llegó como promesa de gran figura a Peñarol, solo pudo disputar seis partidos y todos por Sudamericana ya que estaba impedido de hacerlo por el Apertura al haber llegado luego del cierre del periodo de pases. Siempre saliendo desde el banco, sumó exactamente 100 minutos entre los juego contra Cerro Largo, Sport Huancayo, Corinthians y el River paraguayo.
Aquel 19 de mayo, luego de haber reemplazado a David Terans a los 75', tuvo que retirarse durante el primer minuto de descuento (Damián Musto ingresó por él) con un fuerte dolor en la rodilla. Luego se confirmó que sufrió rotura de ligamento cruzado anterior y ligamento lateral externo de rodilla izquierda.
Comenzó así una larga recuperación que, cuando estaba llegando a su fin y su retorno al primer equipo se acercaba, quedó en nada porque el 26 de enero fue detenido en plena ruta hacia Maldonado por portar un arma en la previa del clásico de verano en el Domingo Burgueño Miguel.
Luego de estar un par de meses en la cárcel fue liberado, comenzó a entrenar con El Tanque Sisley. Allí, luego de su primer movimiento, contó públicamente por primera vez su versión de los hechos y se propuso trabajar para volver a jugar.
El Tanque no pudo pagar sus deudas y por tanto disputar el torneo de Primera Amateur y el Chapa terminó recalando en Miramar Misiones, con el que firmó contrato el 11 de julio.
Dio muestras de su talento
Este sábado 23 de julio —es decir un año, dos meses y cuatro días después de haber salido lesionado en Asunción— volvió a jugar. Lo hizo en el Paladino y disputó los últimos 34 minutos. Fue suficiente para que demostrara todo su talento.
Campeón sudamericano juvenil con Uruguay en 2017, Schiappacasse no dejó sensación alguna de que hubiera pasado tanto tiempo entre su último juego y este con Miramar. Le dio otro poder al ataque cebrita e hizo todo esto:
- Volea de zurda para reventar el travesaño (76').
- Ganó en el juego aéreo (mide 1,82) a la salida de un córner, metió el cabezazo potente y obligó al arquero Ramiro Bentancur a una gran atajada (81').
- Recibió un centro bajo desde la izquierda, luego que la jugada de su cabezazo continuara, y de espaldas al arco y de primera desvió la trayectoria del balón con un gran tacazo que provocó otra gran tapada de Bentancur, en este caso a puro reflejo (81').
- Sacó un contraataque, descargó, se mostró como alternativa de pase, recibió, se metió al área y definió bajo, pero su disparo fue contenido (88').
Fueron pocos minutos, pero muy valiosos los de Schiappacasse, que dejó la sensación no solo de que en el próximo juego de Miramar debe ser titular, sino también de que la Segunda División le queda chica, porque jugó sobrado.