Nacionalgoléo este domingo 3-0 a River Plate en el Gran Parque Central por la octava fecha del Torneo Apertura. Lo hizo con la incorporación de Álvaro Gutiérrez a la dirección técnica, quien regresó al club después de tres años tras el cese del argentino Ricardo Zielinski, y con la noticia de que Peñarol perdió el invicto este sábado.
Las entradas para el partido se agotaron casi que en su totalidad; quedaron apenas algunas correspondientes a la Tribuna Héctor Scarone en el sector visitante.
El encuentro marcó un quiebre en la tabla de posiciones: el tricolor llegó a 15 puntos y acortó distancias con Peñarol, que está primero con 17 unidades.
En Nacional, regresaron Yonatan Rodríguez y Francisco Ginella a la convocatoria mientras que en River sorprendió la citación de Walter Gargano, desgarrado desde mediados de marzo, y de Jonathan dos Santos, otro que había sido baja por una molestia.
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El partido
"Abrila rápido", "pases seguros", "presiono ahí". Con un Álvaro Gutiérrez activo y mucho más intenso que Gustavo "Chavo" Díaz en sus indicaciones, Nacional saltó a la cancha sin un centrodelantero de referencia y cediéndole la pelota a su rival, que tuvo el control durante los primeros minutos e hizo sentir incómodo a Gastón Pereiro, quien se paró como enganche.
Buscando replegarse con velocidad para tapar la velocidad de los punteros de River Plate, el tricolor fue creciendo desde lo anímico y encontró con la fórmula Camilo Cándido-Federico Martínez la jugada más clara de la primera media hora de juego. El 7 picó al espacio entre Maximiliano Pereira y Gonzalo Viera y, con un quiebre de cintura, pintó al zaguero y quedó de frente al gol. Una buena respuesta del arquero Fabrizio Correa impidió que la jugada terminara con moño y rompiera el 0-0.
Acto seguido, y otra vez en una salida rápida, los dirigidos por Gutiérrez estuvieron cerca de anotar. Fue Franco Fagúndez el que corrió por calle central y remató de lejos, pero el intento le salió rastrero y a las manos del joven golero de 22 años.
El desorden de un equipo aún en construcción le dejó a River algunas posibilidades de generar peligro, aunque ninguna de ellas inquietó con claridad a Salvador Ichazo. Pablo García, por la banda izquierda de la cancha, logró prosperar varias veces en el ataque.
Al momento justo, cuando la visita parecía estar mejor, Nacional pisó el acelerador y consiguió, con una buena combinación colectiva, cambiar el trámite de un partido que se le estaba haciendo cuesta arriba. La elaboraron entre Martínez y Diego Zabala, el toque de calidad lo puso Pereiro con una asistencia de pecho, y el que llegó de frente para definir de volea fue Marcos Montiel, que cumplió con la ley del ex al marcarle a su exequipo.
Eso no fue todo: en la siguiente, pudo haber llegado el knock-out antes de que se terminara el primer tiempo. Después de una buena apertura de Fagúndez, Pereiro quedó en el área de frente a Correa y desperdició la chance de ampliar la diferencia.
Sin embargo, esa tranquilidad sí les cayó a los tricolores poco después de que comenzara el segundo tiempo. Una vez más, Martínez enganchó desde la izquierda hacia el medio, enseguida buscó a Pereiro, que la dejó pasar entre las piernas, y entonces llegó Diego Zabala para definir cruzado contra el palo y clavar el 2-0.
Las chances no faltaron y con el marcador abierto empezaron a llegar de ambos lados. River generó una de las pocas que tuvo con un cabezazo de Joaquín Lavega y, posteriormente, con un remate de media distancia de Juan Cruz de los Santos, mientras que en Nacional las situaciones de peligro también las tuvieron dos futbolistas ingresados en el segundo tiempo; primero Francisco Ginella con un tiro de zurda incómodo y luego Lucas Morales al intentar una definición muy parecida a la del segundo gol de Zabala, solo que terminó afuera.
La contundencia terminó de demostrarse a los 89 minutos. Con el capítulo ya cerrado, el equipo de Gutiérrez no quiso bajar los brazos y, fiel al estilo del entrenador, fue por más cerrándose en el fondo y apostando a salir de contra. Así, tras una salida prolija de Diego Polenta, la pelota le cayó a Zabala y el puntero la cruzó toda para Camilo Cándido, que trasladó, trasladó y vio el espacio para pegarle de lejos. El resultado fue palo, red y 3-0.
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