CLÁSICO

JUAN PABLO ROMERO

El técnico Martín Ligüera solo esperará unas horas más por Matías Zunino, pero el resto del equipo ya lo tiene prácticamente definido.

Cuando el jueves el Canario estaba cerca de ser descartado por su molestia muscular, ayer mostró una mejoría que hizo ilusionar a Nacional, por lo que factiblemente hoy se tomará una decisión sobre si será utilizado o por el contrario lo dejan al margen del encuentro clásico contra Peñarol, que se jugará mañana a la hora 16:00 en el Estadio Campeón del Siglo.

Los tricolores también se mantienen expectantes por la evolución de Brian Ocampo, quien es altamente probable que pueda estar en el banco de suplentes, ya que en el entrenamiento de ayer empezó a realizar trabajos de poca exigencia.

Las novedades del técnico floridense pasan por la inclusión en el equipo de dos jugadores que tienen algo en común: la actitud con la que suelen jugar. Es que Ligüera armó el 11 con Mathías Laborda y Christian Almeida.

Además, con el fraybentino, Nacional gana en estatura para defender principalmente las pelotas quietas, uno de los grandes defectos que han tenido los albos en este Torneo Clausura.

Mario Risso, a pesar de que ya pasó un mes de su desgarro contra Sud América, seguramente no pueda estar a la orden debido a que físicamente no podrá estar al 100%, como se estimaba.

En el caso de que no juegue Zunino, Alfonso Trezza sería el elegido para estar como volante por derecha en un equipo que se conformaría con Martín Rodríguez; Armando Méndez, Laborda, Diego Polenta, Almeida; Zunino o Trezza, Diego Rodríguez, Felipe Carballo, Camilo Cándido; Leandro Fernández y Gonzalo Bergessio.

Hay que ver si Ligüera termina confirmando la posición de Cándido como volante por izquierda, algo que entrenó en las últimas prácticas. Vale recordar que esa fue la posición del exjugador de Liverpool en el primer clásico por los octavos de final de la Copa Sudamericana, que terminó con triunfo de los aurinegros por 2 a 1.

De confirmarse esta oncena, Ligüera apela por un equipo más batallador, con dos bloques compactos y a los goles de los argentinos para quedarse con el clásico.