La receta del éxito de Peirano: el almuerzo que cambió todo, sus dos alfiles en Nacional y el guiño desde Colombia

Un almuerzo lo cambió todo. Juan Verzeri lo invitó a comer y él pensó que le iba a proponer jugar en Racing. Todo lo contrario: le dio pie a retirarse del fútbol para ser su asistente de la selección uruguaya Sub 20. Pablo Peirano (50), que todavía era jugador profesional y estaba recibido de entrenador hacía apenas seis meses, se fue decidido a participar y se embarcó en un proyecto que, 15 años después, le sigue dejando sus frutos. Ahora, al mando de Nacional, está viviendo uno de los mejores momentos de su carrera deportiva. Y eso no es todo: ya lo catalogan como un director técnico récord.

Fue un largo viaje. Las primeras inquietudes aparecieron cuando tenía 25 años y todavía era jugador. Llegaba a las prácticas pensando en el partido del fin de semana y se iba inquietando a los integrantes del cuerpo técnico de Racing, que por entonces dirigían Roberto Zapata y Miguel Piazza, para entender el porqué de cada ejercicio. Su principal rehén terminó siendo el profe Javier Carballo, con el que, tiempo después, formaría un matrimonio de trabajo que ya lleva más de 10 años.

Peirano heredó los genes de entrenador de Roberto, su padre, que dirigió al Juan XXIII de la Liga Universitaria y, curiosamente, coincidió con Carballo en una gira por Sheffield (Inglaterra). Este último era jugador y viajó en representación de Uruguay.

Foto: Francisco Flores.

Casualidad o no, sus caminos se unieron en 2014, en Nacional, cuando Peirano decidió abandonar su trabajo de cuatro años en la selección uruguaya para dar un nuevo paso como asistente. Habló por él Gerardo Pelusso: “Me llamó para ver en qué estaba, si quería dejar la selección para empezar a trabajar en Nacional, y le dije que sí. Él se encargó de hablar con el maestro Tabárez y yo estaba dispuesto a un cambio”.

Allí se empezó a proyectar su carrera como entrenador, siendo primero la sombra de Pelusso y hoy la principal cara visible de un equipo que hizo 21/21 puntos en el Torneo Intermedio y ya lleva 30 de 30 posibles por la Liga AUF Uruguaya. Va por más: busca sortear con éxito la final del domingo con Peñarol y está a dos partidos de igualar a Daniel Carreño con la mejor racha triunfal del club por el Uruguayo en el siglo XXI.

No es casualidad. Peirano nutre sus dotes con Carballo a un costado y complementa esa coraza con Javier “Colo” Tetes, otro profesional de su riñón, que es la cara menos amiga de la exposición, pero que trabaja con él desde 2017, cuando Pelusso decidió dar un paso al costado.

Foto: Archivo/El País

Probablemente, ni el mejor novelista tricolor hubiese imaginado que, salvo por la eliminación de las copas internacionales, Nacional pasaría de estar un punto abajo de Liverpool al cierre del Torneo Intermedio a sacarle 12 de ventaja en la Tabla Anual y estiraría su diferencia con Peñarol a nueve.

A casi tres meses de su llegada, el tridente -que hoy complementan Diego Ligüera como segundo asistente, y Diego Bonilla y Estéfano Zammarelli desde el videoanálisis- puede jactarse de números, pero también de testimonios valiosos, como el que dio el capitán de Independiente Santa Fe, reciente campeón en Colombia: “Aquí estamos presencialmente los actores actuales, pero hay personas que sembraron en su momento. Quiero hacer esa mención al cuerpo técnico de Peirano, a Javier Colo (Tetes) y a Javier Carballo”.