Ignacio Pallas le dio identidad a un Fénix que aprovecha su sentido de pertenencia

ALBIVIOLETAS

PABLO CUPESE

"Para plantearse objetivos grandes hay que forjarlos día a día”, así cerró Ignacio Pallas su diálogo con Ovación luego del entrenamiento con Fénix y pocos días después de un nuevo triunfo en el Torneo Apertura.

Si al hincha albivioleta le decían que en el arranque del Uruguayo se iba a enfrentar a Peñarol, Montevideo City Torque y Wanderers y que los dos primeros partidos de esa seguidilla iban a terminar en victoria tal vez hubiera dudado un poco, pero el que no lo hizo fue Pallas que admite: “Estábamos con mucha confianza por el trabajo que se había hecho en la preparación, con mucha ilusión para arrancar el campeonato y se dieron dos resultados muy buenos contra equipos importantes que están muy bien trabajados y fueron durísimos”.

A la espera de la visita del Bohemio a Capurro en la próxima fecha, el equipo que abrió la segunda jornada tiene puntaje perfecto y es uno de los líderes del certamen.

“La confianza venía del trabajo que se había hecho y de ver la disposición y el convencimiento de lo jugadores y por suerte se pudo mostrar en cancha porque ganar es determinante en el fútbol”, sostuvo el joven entrenador de apenas 39 años.

En más de una ocasión, Pallas se refirió a la importancia que tiene dentro del plantel el hecho de contar con jugadores de mucha experiencia como Juan Álvez (38), Fabián Estoyanoff (39), Adrián Argachá (35) y jóvenes como Mariano Nichele (21), Ignacio Sosa (21) o que Ignacio Pereira sea una de las figuras del plantel con 23 años y casi cuatro en Primera División.

Pero más allá de ese mix entre la experiencia y juventud a Pallas lo que lo llena de orgullo el sentido de pertenencia.

“En este caso el sentido está mucho más marcado porque la gran mayoría tienen un relacionamiento grande con el club. Hay muchos jugadores jóvenes que después de hacer todas las inferiores suben a Primera, otros como Álvez que llevan mucho en el club más allá de no haber nacido acá y otros como el Lolo o (Andrés) Schetino que se fueron y después volvieron. Lo valoro muchísimo y es un plus porque a los jugadores siempre les hablo de tener una identidad. No es lo único, pero suma y ayuda mucho a que las cosas vayan saliendo bien”, agregó.

Prueba de ello es que Pallas paró el mismo equipo en los dos juegos que disputó y en él ocho de los 11 titulares son jugadores de la casa con todo lo que eso significa para la institución.

Y como si eso fuera poco hay que sumar su propio sentido de pertenencia: “Siempre lo dije. No nací en el club, pero es el que más me marcó en mi carrera por el tiempo (2011 a 2017 y 2020 a 2021), lo siento como mi casa. Lo he vivido como jugador y ahora como DT también me lo hacen sentir los hinchas y el club”, expresó el entrenador que le dio su identidad a un Fénix de gran inicio.