González, capitana de Uruguay: del "ganar para reclamar" en la selección al "vencer a Brasil no era imposible"

Hace 10 años Pamela González, hija de dos entrenadores, eligió el camino de la incertidumbre: salir de un fútbol que estaba lejos de ser profesional para cruzar el Atlántico y jugar en la que llama “la mejor liga del mundo”. Tenía 19 cuando dejó Nacional y llegó a Andalucía. Ya había hecho el salto de Paysandú a Montevideo y España fue el siguiente escalón. Con Málaga y Granada ascendió a Primera, y desde siempre supo defender a la Celeste. Hoy, a sus 29 años, es la capitana de la selección uruguaya que quedó a un paso de igualar la marca histórica del femenino en una Copa América (terceras en 2006).

Pero cayeron en semis ante Brasil (ganadoras de 9 de 10 Copa América) y luego ante Argentina por penales 5-4 por el tercer y cuarto puesto, con un polémico penal a favor de la albiceleste. “No era imposible ganarle Brasil”, dice Pamela luego de un tedioso día de mudanza. Acaba de llegar a Portugal, va a jugar para Racing Power.

Y continúa: “Son la potencia de Sudamérica, pero estamos más cerca de llegar a ese nivel. Brasil ganaba los partidos por una diferencia muy amplia y se ha visto en esta Copa América de que les ha costado derribar a algún oponente”, explica quien no pudo enfrentar a Marta al estar suspendida por acumulación de tarjeta, pero remarca que todo el grupo se sintió muy “orgulloso y valorado” por los elogios que hizo la estrella tras enfrentar a la Celeste.

"Felicito a Uruguay, que fue un equipo aguerrido de principio a fin, y no se entregó. El fútbol sudamericano necesita de esa garra y esa voluntad, y esas meninas mostraron eso. Por eso siempre las estaré apoyando para que el fútbol sudamericano pueda crecer cada vez más", expresó la leyenda del fútbol femenino de Brasil y ganadora del premio a Mejor jugadora del mundo en seis ocasiones (2006, 2007, 2008, 2009, 2010 y 2018).

Foto: Copa América Femenina 2025

Uruguay llegó a Ecuador con turbulencias luego de haber denunciado no tener las mejores condiciones a la hora de la preparación. Este tema no fue ajeno al desarrollo del torno y tras la victoria ante Chile, la número ‘9’ fue una de las que se manifestó ante las falta de recursos.

“Dije lo que se tenía que decir. No sé si hubiésemos llegado más lejos (si tenían los recursos), pero, por ejemplo, la altura nos complicó y no tuvimos días de aclimatación. La idea no es hablar mal de AUF", expresa González, que es positiva y añade: "A raíz de lo que logramos estoy segura de que todo va a funcionar diferente, que es lo que queremos todas. Esto es ganar para reclamar”.

Foto: Conmebol

González también se refirió a sus conclusiones sobre lo hecho en la Copa América: "Se confirmó la realidad que estamos viviendo las jugadoras, que es que individualmente todas estamos creciendo en los clubes donde estamos. Por suerte, o por desgracia, la mayoría está jugando en el exterior, donde el nivel de condiciones está para dedicarnos al 100% a esto. Me encantaría que en Uruguay tuviésemos una liga fuerte, pero la realidad es que todavía nos quedan muchos pasos por dar. La Copa América fue como la confirmación de que hay material, nivel y potencial".

Por una cuestión de edad, Pamela no llegó a ver a la selección del 2006 salir tercera, pero reconoce que todo el grupo conoce la historia de aquella generación. De hecho, fueron sus referentes, lo que ella será en algunos años para otras. Por eso dice estar “orgullosa de haber sido de las pioneras” y haber jugado en "los mejores estadios" y “en la mejor liga" del mundo como la de España.

“El tiempo pasa rápido pero soy consciente de lo que me costó llegar hasta acá. Crecí mucho como futbolista y persona”, concluye la mediocampista que comenzó su carrera en un equipo de baby masculino en el Prado a los cinco años. Luego regresó a su Paysandú natal, donde jugó en Sportivo Nuevo Paysandú. Allí también comenzó con los varones y a sus 14 se formó el equipo de mujeres. Tiempo después pasó al San Miguel de este mismo departamento y regresó a Montevideo con 15 años: de Colón a Nacional y del tricolor a Málaga.