Redacción El País
La selección uruguaya de fútbol femenino, dirigida por Ariel Longo, protagonizó un ascenso significativo en la lista publicada este jueves en el ranking FIFA, que ubica a los seleccionados de los diferentes países en una clasificación mundial.
Según muestra la última actualización, la Celeste ascendió del puesto 63 al 55 en comparación al listado de junio, y con ello alcanzó su mejor marca histórica, registrada entre setiembre y diciembre de 2008. Desde entonces, ninguna otra selección del país había podido repetir ese puesto, que ahora vuelve a formar parte del presente tras una Copa América destacable.
La última edición del torneo continental, disputada en Ecuador, dejó señales positivas para el fútbol femenino uruguayo. Aunque Uruguay no logró subir al podio como en 2006, cuando finalizó tercero, sí terminó en el cuarto lugar tras caer por penales ante Argentina en el partido por el tercer puesto. En ese encuentro, jugado en el Rodrigo Paz Delgado de Quito, igualó 2-2 en los 90 minutos y luego perdió 5-4 en la definición desde los 12 pasos.
Más allá de la amargura lógica por haber estado tan cerca de una medalla y del boleto a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, el torneo dejó señales de crecimiento. Uruguay llegó a las semifinales luego de una gran fase de grupos y peleó de igual a igual contra potencias del continente. De hecho, su única derrota en tiempo reglamentario fue ante Brasil, la campeona del certamen, que se impuso 4-1, pero sufrió más de lo que indica el marcador.
En ese partido, disputado también en Quito, Uruguay se mostró competitiva e intensa, aunque pagó caro su falta de eficacia. Wendy Carballo tuvo una ocasión clarísima para abrir el marcador, pero la arquera Cláudia —figura del partido— le negó el gol. Luego, Brasil aprovechó cada error y marcó diferencias con jerarquía: asistencias de Marta, definición precisa de Amanda Gutiérres y contundencia en las pelotas quietas.
Pese al golpe, la selección se recompuso anímicamente para el duelo por el tercer puesto. Frente a Argentina jugó un partidazo, con goles de Esperanza Pizarro y Stephanie Lacoste, y volvió a mostrar carácter y ambición. El empate en los 90 minutos dejó abierta la esperanza, pero la suerte no acompañó en los penales.
Aun así, el efecto de esa actuación ya es tangible: el ascenso de ocho puestos en el ranking FIFA es una validación del proceso que viene desarrollando Longo y su cuerpo técnico. Y es también una señal para el futuro, que puede proyectarse con optimismo si se consolida este camino.
El lugar 55 iguala lo hecho en 2008, cuando el combinado nacional venía de participar en los Juegos Panamericanos de Río y mostraba un desempeño similar. Desde entonces, pasaron generaciones, torneos y reestructuraciones internas, pero nunca se había vuelto a alcanzar esa posición.
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