Redacción El País
El partido entre Millonarios y Peñarol por la cuarta jornada del grupo F de la Copa Sudamericana debió detenerse cuando era victoria parcial 3-1 del equipo colombiano.

Las intensas lluvias afectaron el estado del campo de juego y la pelota ya no corría con naturalidad, por lo que el árbitro Alexis Herrera debió parar el juego con el objetivo de preservar la salud física de los futbolistas y también la calidad del espectáculo.

Corrían 58 minutos de juego cuando el juez principal tomó esa determinación debido a que era tal el diluvio que la pelota ya no podía ser trasladada por los futbolistas.

La detención se produjo nueve minutos después de que el mirasol descontara de penal por intermedio de Matías Arezo.

Foto: EFE

Después de varios minutos a la espera de una resolución, el altoparlante anunció que habían tomado la determinación de esperar 20 minutos para ver si la lluvia se detenía.

Mientras tanto, funcionarios del Estadio El Campín de Bogotá ingresaron con una especie de pincho para emplear en la zona inundada de la cancha. El objetivo era generar orificios en el césped que permitieran que el agua fluya hacia afuera del campo.

Foto: Captura DSports.

Al mismo tiempo, otros trabajadores utilizaron un lampazo para correr el agua de forma manual y tratar de que el partido pudiera continuarse disputando.

Foto: Captura DSports.

Luego de un arduo trabajo del personal implicado para sacar el agua de la zona de juego, la lluvia se detuvo y la cancha mejoró, lo que permitió que el fútbol se reanudara en El Campín tras casi una hora y media de espera.
Así lo anunció de forma oficial Conmebol a través del altoparlante y luego retornó el fútbol entre Millonarios y Peñarol.