"Creer": la chicana de Racing a Peñarol con el particular brazo de Costas que lo libró de pelear en Las Malvinas

Cuando era niño sufrió un accidente que lo llevó a estar hospitalizado para corregir una fractura. “Me lo soldaron mal, seguro que era uno de Independiente“, bromeó tiempo atrás. Fue lo que lo salvó.

La chicana de Racing a Peñarol con el "creer" de Diego Aguirre.
La chicana de Racing a Peñarol con el "creer" de Diego Aguirre.

Redacción El País
El puño apretado al cielo y la manga de la camisa celeste tiene nombre y apellido: Diego Vicente Aguirre. Este lema del "creer" que predica el entrenador de Peñarol y que han apropiado los hinchas ya es marca registrada del club. Es por esta razón que Racing, entre algunas de sus chicanas tras la eliminación del aurinegro en la Copa Libertadores, se sumó al juego.

La Academia venció por 3-1 a Peñarol por los octavos de final, lo que significó el pase a la siguiente instancia del certamen donde se medirá con Vélez. En paralelo al resultado deportivo, la figura de Gustavo Costas, director técnico de La Academia, eclipsó la mirada de propios y extraños por la deformidad en su brazo izquierdo. De hecho, la cuenta oficial de Racing en X (Twitter) ironizó con la particular forma de su brazo y le sumó la frase “creer”.

La historia detrás del brazo deformado de Gustavo Costas

El entrenador de Racing nació en el año 1963. A los tres años de vida sufrió un accidente que lo llevó a estar hospitalizado para poder corregir una fractura en el codo de su brazo izquierdo. “A los 3 años me caí y me rompí el codo con un ladrillo”, deslizó en una antigua entrevista con El Gráfico.

De inmediato, Costas fue trasladado al Hospital Fiorito de Avellaneda, donde le realizaron los estudios correspondientes y le acomodaron el codo de manera defectuosa.

Gustavo Costas en Racing.
Gustavo Costas en Racing.
Foto: La Nación /GDA

“Me lo soldaron mal. Me operaron en el Fiorito, seguro que era uno de Independiente“, ironizó el exjugador y actual entrenador de Racing con una fina ironía hacia el clásico rival de La Academia.

Tiempo después, el DT contó que no participó de la Guerra de Malvinas por tener “número bajo” —la numeración eximía a los jóvenes a participar del servicio militar obligatorio—. “Me salvé también por eso: no me puedo poner firme, tampoco colocar bien el arma, y lo hacía un poco exagerado”, explicó en un reportaje sobre la mal curación de su brazo, que hoy es una marca registrada de su imagen.

Ganador de la Copa Sudamericana en 2024 y la Recopa Sudamericana en 2025, Costas se convirtió en un ícono para la parcialidad de Racing, que corea su apellido en la previa de cada partido y se ilusiona con poder coronarse en la actual Copa Libertadores.

Con información de La Nación / GDA.

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